¿Coincidencias?

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Después del entierro de Wally, me encerré en la casa, tratando de encontrar alguna pista sobre el maldito que ha estado siguiendo, pero era tan astuto como yo, usando guantes, botas de hule que se podrían comprar en cualquier lugar, además de que sabe entrar en las casas, como un ladrón experto, es decir, no tenía absolutamente nada que me sirviera. Así es cómo debía sentirse Callahan, sonreí sin querer, recordando los gestos de mi querido detective, quien por supuesto no tardaría en meter sus narices en este caso. Suspiré, seguía en mi cama, sin apetito, leyendo los periódicos viejos, no había recepción aquí, mucho menos internet, era un lugar perfecto para alejarse de lo urbano.

En un solo día y una sola noche, había ocurrido todo, los West estaban devastados, ellos me interesaban, han sido buenos conmigo y aunque no lo quieran decir, sé que me culpan de la muerte de su único varón, ahora solo queda Iris, por esa razón les ofrecí que se alejaran, lo cual no despreciaron, mucho menos mi dinero, que aunque no compensa nada, les ayuda a mantenerse a salvo. No querían dejarme sola, pero suelo ser muy persuasiva y convincente, así, que ahora, estoy en completa soledad, prácticamente, en medio de la nada.

Siendo honesta conmigo, él no caería en un juego como este, no, ya que está consciente de que al quedarme sola, estoy planeando algo en su contra, no es idiota, me gustaría que fuese el típico criminal pero no. Eran las seis de la tarde de un domingo sumamente aburrido, la noche estaba más cerca, y Winn seguía en mi sótano. No soy de las que se desquita con sus invitados, además, él, recibiría un trato diferente por sus acciones para conmigo, y sería la primer presa masculina que devore después de muchos años.

Callahan ya debe estar enterado del aparente escape, y al conocerlo muy bien, no tardará en conectarlo conmigo, inteligente pero impulsivo, mala combinación, debes ser frío, para capturar perfecto a tu presa. Saboreé mis labios, arrojando el periódico a la pared de concreto, me sentía de mejor humor, después de todo, sí me quiere me tendrá, aunque se llevará una enorme sorpresa. De un ágil movimiento, salto de la cama, saliendo de mi habitación para así, bajar lentamente al sótano con mis pies descalzos. Ahí estaba sentado, con la boca amordazada y los ojos vendados con un fuerte amarre de mi soga, en cuanto me escuchó el idiota, sonrió, le quité la mordaza, y se apresuró a decir:

-¿Cómo está el joven Wally?—se burlaba—tal parece, que la cazadora, irónicamente, está siendo cazada-

-Tienes muy buen oído mi querido Winn—me paro tras de él, masajeando sus sienes.

-Oh, sí—suspira—gracias, eres muy buen anfitriona-

-Me caracterizo por serlo, además de ofrecer exquisitos platillos humanos-

-Que honrado me siento—silba—seré comida de la maravillosa Kieran, alias, Cricket Skinner-

-¿Qué horrible no lo crees?—me alejo mirando los discos metálicos en mi mesa.

-¿Comerte al hombre que te quitó a tu novia?, sí es un tanto… ¿humillante?-

-Tú lo has dicho—deslizo uno de los discos en su cuello—aunque Gayle, ya me odiaba cuando se arrojó contigo—ladea la cabeza—no estoy diciendo que no me ganaste, solo que ella nunca supo elegir bien, primero a mí, después a ti-

-Era una mujer pasional, sí, pero muy dependiente-

-¿La asesinaste a golpes?, ¿tú?—me burlé.

-Lo creas o no, soy muy fuerte, como tú, mi querida Cricket, debo aparentar ser débil—entrecierra los ojos— ¿crees qué no me he percatado de tus intenciones con mi prima?-

-Y según tu criterio, ¿cuáles son mis intenciones?-

-Además de llevártela a la cama, lo cual te será muy difícil, creo que la quieres para ti, no como a los demás para comerla, sí no, para poseerla de una forma casi romántica, te estás enamorando de Kara—ríe entre dientes—y eso, es muy malo-

KieranDonde viven las historias. Descúbrelo ahora