Capítulo 7. Noches en vela

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Melody extendió unas mantas, colocó unas cuantas almohadas y se tumbó sobre ellas, mas no conseguía conciliar el sueño. Giró varias veces sobre su propio cuerpo pero no obtenía resultado. Mientras miraba hacia el techo de la tienda de campaña que se suponía que compartiría con Jade, se acordó de algo. Metió la mano en el bolsillo de su pantalón y sacó una bonita planta violeta que Jade le había dado, la Orquídea del Nirvana. Sonrió levemente y pensó en su mejor amiga, que en ese momento se encontraba a kilómetros de allí, en otro campamento.

Sin conseguir conciliar el sueño, salió de la tienda y comenzó a esquivar las de los demás en la oscuridad. Necesitaba desconectar, así a lo mejor podría caer rendida.

-Eh, Melody- oyó una voz que la llamaba. Giró la cabeza y vio a Orlando caminando hacia ella. -¿Qué haces ahí parada?

-No puedo dormir- explicó la muchacha. -No dejo de pensar en Jade.

-Necesitan su ayuda allí. Pero no te preocupes, volverá pronto- la tranquilizó Orlando.

Melody soltó un profundo suspiro y miró a la espesura del bosque.

-Eh, sígueme- le dijo de pronto el chico. Melody levantó la mirada y decidió hacerle caso.

Orlando la introdujo entre los árboles y Melody no entendía nada, pero decidió no cuestionar a su amigo. No se veía nada, pero al cabo de un rato los dos jóvenes divisaron un resplandor azulado en la lejanía.

-Sígueme, estamos cerca- apremió Orlando a Melody.

Ambos aceleraron el paso hasta que llegaron hasta un pequeño claro iluminado por las alas azules de una bellas mariposas. Melody se quedó con la boca abierta y se acercó con sigilo hacia el lugar donde todas las mariposas estaban posadas, pero su bota hizo algo de ruido y todas las mariposas alzaron el vuelo a su alrededor. A Melody se le dibujó una enorme sonrisa en la cara.

-¡Son preciosas, Orlando! ¿Cómo has descubierto este lugar?- preguntó Melody girando sobre sí misma con los brazos extendidos.

-Lo descubrí el otro día con Agnes. Ambos nos quedamos maravillados al ver este increíble espectáculo- explicó Orlando. -A mí este lugar me tranquiliza y me hace olvidar por un momento todas las cosas que hay en mi mente. He pensado en traerte para que así te distrajeras un poco con lo de Jade.

Melody paró de observar el grácil vuelo de las mariposas y le dirigió una mirada de agradecimiento a su amigo.

-Muchas gracias, Orlando.

El muchacho interpretó los agradecimientos de la chica como la más valiosa de las recompensas.

Mientras tanto, a kilómetros de aquel lugar, en el campamento del universo paralelo, la noche seguía su curso. La pequeña sala de la nave sólo la ocupaban Jasper, que yacía dormido con el cuerpo recto, cubierto por mantas y la cabeza ladeada, y Jade, que estaba acurrucada en posición fetal junto al lecho del muchacho. Sus manos apoyaban su cabecita mientras dormía profundamente.

Todo era silencio en el exterior de la nave y en el resto del bosque, solamente un pequeño candil eléctrico que destellaba una luz blanca iluminaba la estancia. Jasper abrió los ojos y parpadeó varias veces. Inspeccionó la sala vacía y una sensación de tristeza le oprimió el pecho, pero al instante se percató de una figura que dormía a su lado. Una sonrisa esperanzada apareció en su rostro y dijo con voz suave:

-¿Jade?- no obtuvo respuesta y volvió a llamar otra vez. -¿Jade?

La chica se restregó los ojos y giró la cabeza, adormilada. Al ver que en verdad era el rostro de la muchacha, la sonrisa de Jasper se intensificó.

-Has venido- le dijo, una vez que la joven estaba totalmente despierta.

-Pues claro- respondió ésta, irguiéndose. -Yo siempre estoy ahí para ayudar a quien lo necesita.

Una pequeña risa nerviosa invadió a Jasper, que aún no se podía creer que la chica hubiese aceptado su petición de ayuda.

-¿Cómo te encuentras?- continuó Jade.

-Mejor. Clarke me dio puntos en la herida, y me va a quedar una cicatriz horrible- bromeó Jasper.

Jade se echó a reír y aquel sonido aumentó el ánimo de Jasper.

Después, el chico intentó liberar sus brazos de la manta que lo envolvía, y luego se deshizo de la tela. Vestía sólo los pantalones y los zapatos, y al quitarse la manta de encima, Jade puso una mueca de preocupación al ver la larga brecha cosida en el pecho de Jasper. El chico agachó la cabeza, hacia el lugar exacto donde miraba la chica, y dijo:

-No es para tanto, apenas me duele ya.

Jade intentó sonreír ante la fortaleza de Jasper, pero no lo consiguió. El chico se puso su camiseta de "Earth Day 2052", la misma que llevaba puesta Jade, y después se puso la chaqueta. La chica observó cómo se colocaba sus gafas sobre la cabeza.

-Nunca me separo de ellas- rió.

-Yo tampoco- dijo Jade, palpándoselas. Su cabello despeinado lucía precioso con ese pequeño adorno sobre su cabeza.

-Quiero salir a respirar un poco de aire fresco,- dijo entonces Jasper -ahora que sabemos que no es radiactivo.

Jade rió ante su brillante sentido del humor y ambos salieron de la pequeña nave. Se alejaron de las tiendas de campaña repletas de delincuentes dormidos que ahora dominaban el claro y se perdieron en el oscuro bosque.

-¿Por qué te arrestaron?- preguntó Jasper mientras daban un pequeño paseo.

-Por cultivar sustancias ilegales junto a mi amiga Melody y por pegarle a un guardia.

-Vaya, eres una chica atrevida- bromeó Jasper. Luego continuó: -Oye, Melody era la versión femenina de Monty, ¿No?

-Así es- respondió Jade.

-¿Y cómo sabía tu campamento la existencia de un universo paralelo?

-En realidad no lo sabíamos, sólo lo sabía Clayton, que es la réplica de vuestra Clarke. Él intentaba convencernos de que existía y todo eso, pero nadie le creía y acabaron arrestándolo por eso.

-¿Por ser pesado?

-¡No!- exclamó Jade, riendo. -Lo arrestaron por estudiar esa teoría e intentar convencer a todo el mundo de ello. Nuestra canciller opinaba que eso era blasfemia.

-A mí no me parece un delito, me parece alucinante- opinó Jasper.

-Sí. La verdad es que a mí también me gustaba esa idea, pero nunca llegué a imaginar que sería así.

-¿Así... Cómo?- quiso saber Jasper.

-Tan... Idéntico.

Ambos encontraron sus miradas y las apartaron rápidamente, sonriendo algo avergonzados. Jade pensaba que Jasper era un chico estupendo y muy divertido, y esperaba que en el futuro pudieran ser buenos amigos, y Jasper opinaba que Jade era una chica encantadora que sabía entender su sentido del humor. Sus yemas de los dedos rozaron inocentemente la mano de la joven, y ese contacto le produjo un leve cosquilleo a la chica. Todo era perfecto, el cielo despejado y cuajado de estrellas, la brisa colándose por las copas de los árboles, la compañía de ambos... Hasta que algo extraño se vislumbraba a lo lejos.

-¿Qué es eso de ahí?- preguntó Jade al distinguir una figura a lo lejos.

-No lo sé. Vamos a acercarnos para observarlo mejor.

Los dos muchachos caminaron con paso rápido hacia un árbol de tronco grande, donde se apreciaba la misteriosa silueta. Pero cuando se acercaron lo suficiente e identificaron el cadáver de un chico de piel marrón, cabello corto y negro y una profunda herida de cuchillo en el cuello, la sangre se le heló en las venas.

"Parece la versión masculina de Winter" dijo para sí Jade.

-No puede ser- apenas consiguió decir Jasper. -¡Es Wells!

Los 100. Parallel WorldDonde viven las historias. Descúbrelo ahora