Capítulo 1. Llegada a La Tierra

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Una nave de un tamaño considerablemente más pequeña que el Arca entera descendía a toda velocidad por el espacio en dirección a La Tierra. No se oía nada alrededor del exterior de la nave, mas adentro estaba todo el bullicio. Clayton Garrett despertó atado con un cinturón a una silla, rodeado de más adolescentes que parloteaban intrigados y asustados.

-¿Vamos a La Tierra?

-¿Por qué experimentan si es habitable con nosotros?

-¿Y si aún quedan rastros de radiación?

-¿Cuánto queda para llegar?

Clayton observaba rostro por rostro a sus nuevos compañeros de viaje. A algunos ya los conocía, pero no a todos. Por ejemplo, conocía a Melody Gardner y a Jade Jenner, unas amigas inseparables, que yacían de pie atadas con cinturones en la pared contigua a él.

-Hola, Clayton- una voz lo sacó de sus pensamientos.

-¿Winter?- preguntó el chico atónito, observando el rostro familiar de la joven que yacía a su lado. -¿Qué haces aquí? Tú no has sido arrestada.

-Bueno, técnicamente tú tampoco- reprochó la chica. Después carraspeó y se explicó: -Estoy aquí por voluntad propia.

-¿Qué? ¿Qué clase de idiota se ofrece a que experimenten con ella si La Tierra es habitable?- parloteó con ironía Clayton.

Winter lo miró seriamente y el chico se disculpó.

-Lo siento, es que estoy nervioso.

-Ya lo veo- respondió Winter.

Winter Julley era la hija de la canciller del Arca. Tenía la piel de un bonito tono marrón chocolate y los ojos negros y redondos. Sus labios eran carnosos y su cabello negro y largo hasta los hombros lucía unos adorables tirabuzones.

-Clayton... Siento mucho lo de tu madre- dijo de repente Winter.

El chico la miró con recelo, mas no dijo ni una sola palabra.

-Espero que no me odies por lo que le hicieron.

-¿Que no te odie?- Clayton no podía creer lo que le estaba pidiendo delante de sus narices. -A mi madre la ejecutaron por culpa de la tuya, Winter, odio todo lo relacionado con ella... Incluida tú.

Aquellas palabras le sentaron como un jarro de agua fría a la joven. Cuando ésta estaba a punto de comenzar a decir otra cosa, una pantalla se encendió en el ruidoso interior de la nave, y el rostro de la canciller Julley apareció en la imagen. Clayton resopló y puso los ojos en blanco, y Winter lo observaba con un nudo en el estómago.

-Hola, delincuentes del Arca- comenzó la canciller Julley, y un gran abucheo acompañado de unos cuantos insultos resonó en la pequeña nave. -Os hemos metido en esta nave porque sois los afortunados en viajar a La Tierra y comunicarnos si es habitable.

-¡Que te den!- se escuchó al fondo, y Clayton no pudo evitar mirar por el rabillo del ojo a Winter, que agachó la mirada con vergüenza.

Aunque estuviese enfadado con ella, Clayton se sintió mal por ella. Conocía a Winter desde que eran niños, y desde entonces se convirtieron en muy buenos amigos. Pero los tiempos habían cambiado y las decisiones habían causado estragos en su amistad.

-Aterrizaréis en el Monte Weather, una montaña cuyo interior está cualificado para habitar y donde tendréis suministros suficientes para sobrevivir. Buena suerte y hasta pronto- se despidió la canciller, y tras esas palabras, la pantalla volvió a apagarse.

Gritos de burla comenzaron a escucharse, y a continuación, varios chicos se soltaron los cinturones y empezaron a flotar por la nave, donde no había gravedad.

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