Capítulo 10: En realidad, no te perdono.

18 4 0
                                    


Capítulo 10: En realidad, no te perdono.

Se supone que la infancia es una etapa de la vida a la que se anhela regresar cuando eres un joven-adulto con problemas existenciales, incluso desde antes, pero para mí había sido difícil. No quiero decir difícil muy difícil, solo difícil, difícil sin compararla con la infancia de nadie más, difícil para mis emociones, difícil nada más.

Ah tantos años de distancia puedo decir, que bloqueé de mi mente muchos momentos que fueron regresando en mi adolescencia, a veces me preguntaba si me los inventaba o los había vivido, pero hubo otros que jamás me pude sacar de la cabeza y uno de ellos fue la primera vez que dije ''No te perdono''.

Con nueve años no esperas vivir mas de lo que se supone deberías, pero mi hermano y yo nos enfrentamos a el divorcio de mis padres y luego de superar las salidas sin mamá todo comenzó a ponerse peor. Mi padre había enseñado a mi hermano a andar en bicicleta, pero con la situación mi hermano tuvo esa tarea conmigo, luego de gritos y rodillas raspadas, nos rendimos por esa mañana.

Reuní cuanto valor pude y llamé a mi padre para pedirle ayuda, esa misma tarde estuvo ahí, intento ayudarme, pero yo no estaba logrando ningún avance. ¿Han visto en los comerciales esa escena donde le sostienen el asiento al niño y de pronto él solo puede seguir? Mi padre me soltó en aquel momento, pero al contrario de las esperanzas no pude sostenerme.

Entonces voltee a verlo tirada desde el suelo, con las palmas de las manos raspadas y llenas de pequeñas piedras clavadas, mi hermano a mi lado ayudándome a levantarme y mi padre al teléfono, una de sus otras hijas acababa de hacerse una pequeña quemadura con pirotecnia, todo estaba bien, pero ella lloraba por su papá. Casi lo veo todavía subiéndose a su automóvil, apresurado y diciendo.

—Perdón, me tengo que ir— se estaba colocando el cinturón, a mi lado mi hermano sostenía la bicicleta y yo me sacudía las manos con desesperación.

—¿Vas a estar bien? — pregunto sin ver mi asentimiento de cabeza.

—¿Vas a ayudarla otro día? — le pregunto mi hermano, aun enojado porque su bicicleta tenia un rayón por mi culpa.

—Yo les llamo, perdón Matilde— dijo simplemente, y luego se alejó.

Había pasado de verlo por 9 años de mi vida, a tener 1 hora de su tiempo cada tercer día, había pasado de ser su única hija a enterarme que había otras 2, que nos había remplazado completamente y sin titubear. Así que para mis adentros y con una emoción que no sabia reconocer, me repetí, toda esa tarde y hasta que pude andar en bicicleta con ayuda de mi hermano ''no, no te perdono''.

—¿No vas a desayunar? — me pregunto mi madre, sabia que mi cara le daba para muchas preguntas, pero siempre había esperado a que yo me decidiera a contarle.

—No tengo hambre— le dije sin mirarla, sabia que si la miraba me pondría a llorar otra vez y en realidad, ese no era uno de mis planes.

En realidad, no tenía ningún tipo de plan, ni ganas de formar ninguno. No había en mi ningún tipo de ganas de hacer nada, no quería levantarme, comer, hablar o pensar en nada.

''De verdad perdóname Matilde, quiero hablar contigo, contéstame''

Había enviado junto a su mensaje un montón de capturas de pantalla, una que iba sobre mi estado ''Uno no puede cambiar unos tacos por unas enchiladas, así como así'' sacado precisamente del libro que me había recomendado y otras tantas sobre mis posts de imágenes tristes en redes sociales; bajo cada una había puesto un tipo de disculpa desesperada, con emojis que fueron de un corazón roto a una carita llorando, pero ninguna la había sentido sincera.

Llamada perdida de: Darién (3)

La verdad era que había una cosa que me estaba dando vueltas en la cabeza, una cosa que si hubiera podido desechar lo habría hecho solo para que no siguiera en mi mente todavía, creo que esa era la única cosa que me hacia sentir mucho peor, la misma cosa que me había hecho pensar que era mejor mantenerlo lejos desde el principio y era que yo no le hubiera gustado.

Llamada perdida de: Darién (4)

Pase esa tarde y mitad de mi noche pensando en las mil formas que él había planeado para terminarlo todo, que un día de pronto se había dado cuenta de que yo no le gustaba tanto, que yo no era tan interesante, que yo no era lo que él quería y simplemente había esperado a un momento para zafarse de mí. Entonces todo comenzó a girar en torno a mí, a como me veía, a las cosas que pensaba, a todo lo malo que había en mi ¿Y saben una cosa? Cuando tu mente llega a ese punto a veces ya no se puede volver atrás.

Llamada perdida de: Darién (5)

Alejar una situación de un contexto normal y voltearlo contra ti mismo para buscarle una razón no lo hace mucho mejor, pasarte mucho tiempo comparándote con otra persona que ni siquiera sabía que existías era una tontería, pero lo estaba haciendo. Si su único motivo hubiera sido que yo estaba lejos, entonces no estaría Abigail llenándole el muro de corazones, si esto hubiera sido una decisión tomada en base a nosotros, si yo le hubiera importado en lo mas mínimo...

Llamada perdida de: Darién (6)

''-Contesta''

''-¿Para qué?''

''-Solo quiero disculparme, si pudiera iría a verte, pero una llamada es lo que me queda más cerca''

''-¿Es porque es más bonita?''

Antes de poder retractarme el mensaje ya tenia las dos palomitas azules.

''¿Qué?''

Llamada perdida de: Darién (7)

''-Abigail es muy cercana a mi familia, había estado muy enamorada de mí, así que solo le día una oportunidad, la única cosa es que ella esta tan cerca''

''-Vale, creo que estas perdonado''

Llamada entrante de: Darién

—¿Matilde? —le escuche decir, su tono de voz era cansado, casi aliviado.

—En realidad, no te perdono— le dije, mi voz se quebró.

—No esperaba que lo hicieras— dijo, luego suspiro. —Solo quiero saber que estas bien.

—Solo quieres sentirte bien tu— atiné a decir. Luego colgué y apagué el celular.

Tal vez era cierto que me había roto el corazón sin darse cuenta, tal vez tomo decisiones y ni siquiera pensó en los demás, me daría cuenta mas tarde que era casi siempre lo que hacía, decidir cosas y hacerlas sin tomar en cuenta a quien podía lastimar en el camino, sin pensar si quiera 2 segundos si la situación de la otra persona era buena,o al menos así lo hizo conmigo. Así que no, no lo perdone y no creo que haya podido perdonarlo por mucho tiempo.

Estar muy lejos #Wattys2019Donde viven las historias. Descúbrelo ahora