Capitulo 6: Mucho, mucho.

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Capitulo 6. Mucho, mucho.

Aun tenia el dedo sobre el botón de colgar, no sabía si debía hablarle para decirle que después de eso era muy posible que jamás pudiera hablar, o levantarme a vomitar por los nervios.

Pase un segundo las manos sobre mi cabello y luego alcance un chocolate que había dejado por la tarde en la mesita de noche ¿Yo también le gustaba? ¿Cabía la posibilidad de que estuviera jugando conmigo?

Me levante de la cama y di un par de pasos hacia la puerta, podía haber dejado el teléfono ahí y marcharme hasta que recuperara la voz, podía ir y tomar una ducha para probar si podía borrar de nuevo el rubor en mi cama, podía haber hecho muchas cosas y entonces... el teléfono sonó otra vez.

Salte ligeramente y solté la envoltura del chocolate ya inexistente, mientras daba lentos pasos para tomar el teléfono y me debatía entre si debería contestar o no hacerlo, la llamada se perdió. Supe en ese momento que quería hablar con él y esperaba que intentara llamarme otra vez o haría lo posible por hacerlo yo.

Mientras pasaban los minutos y miraba la pantalla negra de mi teléfono me di cuenta que era la primera vez que yo le había gustado alguien, era la primera vez que alguien me correspondía y yo prácticamente no había hecho nada, nada mas que existir, que haber respondido a su primer mensaje, no había tenido que vivir el momento vergonzoso en que te rechazan, yo...

"- ¡Hola!"

"-Hola Darién"

Involuntariamente solté un suspiro, el rio levente al otro lado y eso me hizo sonrojarme. Tuve que recostarme un poco, las manos me temblaban demasiado y estaba tan nerviosa que la boca se me había secado.

"-¿Cómo estás?"

Fue mi turno de reír casi suspirar, me gustaba que hubiera cambiado el tema, creo que podía manejarlo mejor por mensaje.

"-Bien, un poco nerviosa"

"- ¿Por qué?"

"-Por ti"

Escuche un minuto que gritaba lejos del teléfono que le dieran treinta minutos, murmullos de otras personas, alguien diciéndole que estaba muy rojo y luego hablo otra vez.

"- ¿Te pongo nerviosa?"

Trague con fuerza.

"-Mucho, ¿Tu como estas?"

"-Un poco enfermo, acabo de volver del doctor, podría morirme, pero no es nada del..."

"-No te mueras" dije interrumpiéndolo, casi asustándonos a ambos, la conversación estaba siendo muy suave y mi comentario acabo con el aura.

"¿Por qué no debería?"

Su tono había sido casi retador. Ahora recuerdo que siempre fue directo conmigo, mas cuando se trataba de decirle lo que sentía, siempre quería que fuera al punto, que lo dijera sin más, sin miedo y era una de las tantas cosas que siempre me encantaron de él.

"No me gustaría que se muriera nadie en realidad"

"¿Pero porque yo en particular no debería hacerlo?"

Me reí con nerviosismo, no quería decirlo, no era una persona directa, menos con mi emociones o sentimientos, menos con todo lo que sentía en mi cuerpo.

"Por que me importas mucho Darién"

Otro suspiro.

"Y tú me gustas mucho Matilde"

Me recosté por completo en mi cama, sentía en ese momento extrañamente ganas de llorar.

"¿Mucho?"

"Mucho, mucho, mucho Matilde, mucho"

Me quede callada unos segundos, disfrutando cada mucho que había dicho, cada suspiro que había dado entre cada palabra, grabando su voz suave en mi memoria.

"¿No te asuste verdad?"

Me reí y apreté los ojos con fuerza.

"¿Por qué me asustarías? Yo fui la que lo dijo primero"

"¿Así que es enserio?"

"Muy enserio"

"Dilo, quiero escucharlo"

"Me gustas mucho Darién, mucho, mucho, mucho"

"Me encanta tu voz"

"Y a mí la tuya"

Entonces se hizo un silencio cómodo, donde ambos escuchamos nuestras respiraciones y suspiros por unos minutos.

"Tengo que irme, pero hablamos por mensaje, te quiero"

"Yo también"

Apreté los labios, el nerviosismo volvía a mí, haciéndome mover los pies con impaciencia.

"¿Tú también que?" se rio.

"Yo también te quiero Darién"

Estar muy lejos #Wattys2019Donde viven las historias. Descúbrelo ahora