Gabriel de los Santos Garcia

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Homúnculo—¡Exijo un cambio de nombre!

. También el chisme que contaría Retsu.

Genki de Niiyama 💖—Pides demasiado.

Homúnculo—Realmente no. :)

Retsu #10—El "Supuesto chisme" es sobre que vimos a Ryoga muy meloso con su guitarrista.

. Yo y Sho, el vocalista de mi banda.

Homúnculo—SHO. 💕

Moradito💜—SHO. ❤

Retsu #10—MI pareja, gracias.

Homúnculo — /Shocked. D:

Moradito 💜— x2

Genki de Niiyama 💖—¿Qué guitarrista?

Retsu #10—Tampoco se sorprendan tanto.

. Kouryu creo que era su nombre.

Usagi de Genki 🐰💖—Me alegro por él.

Homúnculo—Huelo celos. 👀

Retsu #10—¿Eh?

.

.

.

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Genki sonrió al leer el mensaje del menor quién conoció apenas hace un par de semanas. Definitivamente eran celos, el cortante mensaje de Koichi lo expresaba en toda su gloria.

El vocalista de 8P-SB se levantó de la cómoda cama en la que yacía recostado, dejando de lado su celular que sonaba con la entrada de otros mensajes del grupo extraño en que lo había unido desde un inicio su pareja. Descalzo y con sólo un pantalón de pijama holgado, salió del cuarto a pasos tranquilos.

El pasillo de su actual departamento era corto y no tardó demasiado en llegar a la sala de estar. De espaldas a él, su compañero de escenario estaba sentado en el sofá color crema, murmurando insultos y enfurruñándose por un chisme absurdo, como quizás la pregunta que el hizo.

Puede ser que eso lo molesto en un inicio, piensa.

—¿Koichi estas celoso? —cuestionó luego de unos minutos de apreciación, sobresaltando al ex-bajista. El peli rosa chillo y volteó a verlo rápidamente.

—¡Joder Genki, odio ser sorprendido, lo sabes!

La voz del menor sonó infantil y aguda, ocasionando que Genki riera a carcajadas libres y ganándose un golpe con un almohadón que lo silencio para satisfacción de Koichi.

—Y respondiendo a tu pregunta, no, no estoy celoso. —y Koichi lo ignoro, volviendo a darle la espalda. El músico de piel manchada, sin embargo, no le creyó y rodeo el mueble para plantarse frente al chico de gafas redondas. El de hebras rosas tenía la mirada clavada en su celular con funda de ¿qué más? Conejos, el carraspeo para atraer su atención.

—No te creo.

—Pues no me creas, allá tú. —el ceño del más alto era profundo, un ligero puchero adornaba sus labios color cerezas y Genki quiso besarlo. Siempre quería besarlo de hecho.

—Responde Koi. —ordenó en tono bajo y calmado, Koichi sin embargo bufó, desviando su mirada a la pantalla de su celular nuevamente. Genki se inclinó y tomó el mentón del menor con ternura, luego, llevo ambas manos a las mejillas abultadas de este para apretujarlas a gusto. —Dime.

「EL HAREM DE KOICHI」En Edición.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora