Reto de los 30 días (OsoKara version)

Día 13: Ninja 2/2

Tomó otro sorbo de su platillo de sake y frunció el ceño haciendo una mueca molesta, el sabor de aquel licor no era de su agrado para nada, quizás la única persona que fue capaz de comprenderlo realmente además de su madre estaría luchando ahora mismo contra un montón de hombres para despejarle el camino. Pero un horrible presentimiento le inundaba desde que lo vio partir, cosa que lo ha dejado bastante intranquilo por varias horas hasta ese momento.

Estaba tan tenso que no pudo evitar sobresaltarse al escuchar abrirse la puerta corrediza de la habitación, giró su cabeza rápidamente con la esperanza de ver al oji-azul cruzar por ella, pero su rostro de anhelo cambió rápidamente a una decepcionada al ver a Totoko, una ninja femenina que había estado follando con él desde hace un poco antes de conocer a Karamatsu.

Siendo sincero le encantaba aquella castaña, había que ser ciego como para no notar su extravagante presencia en cualquier lugar, con una cara angelical y un cuerpo envidiable, sin mencionar sus grandes pechos y su esponjoso trasero ¡Era excelente en la cama! Por un momento sintió que estaba realmente atraído a ella, sin embargo el tiempo en el que estuvo trabajando con el doloroso se dio cuenta que la chica solo le entretenía sexualmente y no satisfacía otras partes de su ser, como lo hacía su nuevo compañero.

Quizás... si tan solo hubiera sido ella la indicada no estaría sufriendo por una amor prohibido, pero era tarde para pensar en eso... probablemente se quede así por mucho tiempo sin siquiera saber de su amado.

Totoko notó el deje de decepción en el contrario al verle llegar haciendo una mueca molesta, con su porte orgulloso se acercó a su señor arrodillándose frente a su mirada indiferente, le indignaba saber que los ojos del contrario no la miraban de la misma manera de antes, y se pudo dar cuenta... que habían ido a parar precisamente a alguien más, a alguien quien no tenía derecho de arrebatarle su mina de oro.

--Osomatsu-dono, traigo buenas noticias~-Dijo ella con su voz cantarina.

--¿Qué sucede?- Respondió fríamente, no estaba de humor para tratar con aquella belleza vanidosa.

--Nakamura ya ha pasado la mayoría de la guardia imperial, es hora de actuar antes de que se arme un escándalo- Esto pareció sorprender al contrario, finalmente había captado su atención. Por un momento el mayor abrió ligeramente la boca estando dudoso de hablar, sin embargo de un momento a otro recobró la compostura neutralizando su expresión a la misma de antes.

--¿Lo viste?-

--¡Sí, señor! Fue una lucha magnifica, sin embargo apenas terminó se retiró desapareciendo en la oscuridad de la noche, no pude hacer más que de espectadora, lo lamento- Se inclinó levemente. Osomatsu resopló destensándose y esbozando una sonrisa satisfecha indicándole con su dedo índice que se acercara, aquella expresión traviesa en su cara era una buena señal para la chica quien no dudó en obedecer.

--Ya veo, entonces... ¿no quieres recuperar el tiempo perdido?- Totoko soltó una pequeña risita contoneando sus a caderas al dirigirse a su amante. Con lentitud abrió sus piernas sentándose sobre las del contrario de manera sugerente, sus finos brazos rodearon el cuello de su señor.

--Ha pasado mucho ¿No~? Debió estar ansioso por acurrucarse en mi tibio pecho mientras soportaba estar con ese demonio- Dijo con una voz seductora apegando sus atributos al contrario.

--Se ve que no te agradaba Karamatsu-

--¿Cómo podría agradarme cuando lo alejó de mi lado cada vez que venía de visita?-Hizo un puchero colocando una expresión lastimera- Me sentía tan solitaria... casi olvidada, e incluso ahora que puedo estar con mi señor no lo deja de llamar por su nombre, él no lo merece, incluso si le ha ayudado sigue siendo un monstruo peligroso- El de rojo entrecerró sus ojos sin borras su sonrisa ladina, pegó a su coqueta acompañante aún más desde su cintura y cambió de posición dejándola sobre el tatami y estando él encima, casi rozando sus labios.