Dia 11: Omegaverse

2.4K 90 45
                                    

El viento silbaba su sinfonía inusual moviendo los arboles a su disposición llamando la atención de aquel viejo sabio que vivía solo rodeado de naturaleza, volteó curioso al rio, con un rostro inexpresivo vio sus aguas mancharse de un rojo intenso llevando aquellas vidas inocentes a un lugar incierto, era la quinta vez desde la última luna, los espíritus se sentían inquietos ante esta situación, y en un suspiro tomó unas plumas colgando de su bastón dejándolas volar.

--Ya es tiempo que la luna descanse…-- Habló con suma tranquilidad, el mismo viento llego a su rostro con un aroma a pino fresco, sabía de dónde provenía y que era lo que esas voces desesperadas pedían— Esto se pondrá interesante— Sonrió y volvió a internarse entre los arboles-

~●~●~●~●~●~●~●~●~●~●~●~●~●~●~

Hay un lugar desconocido para el mundo civilizado, lejos, hacia los bosques y las montañas. Un vasto territorio lleno de belleza y misticismo, donde los espíritus de la naturaleza controlan la vida de los seres vivos a fin de mantener la paz y la armonía entre ellos.

Lamentablemente los lobos no seguían esta regla hace bastantes años ya, cuando una disputa familiar separó la tribu en dos clanes.

El ganador de aquella disputa fue clan de los lobos del bosque, que habitaban en lo más profundo de este; eran de naturaleza agresiva y temperamental, por no decir hostil, las disputas internas eran cosa de todos los días por lo que sabían cómo arreglárselas, para su suerte no sufrían demasiado, el bosque era un buen benefactor que les permitía vivir a gusto siendo el clan más numeroso, por supuesto por respeto a los espíritus salían a cazar cuando se requería alimento sin abusar demasiado, pues este abundaba por su sector.

Pero por otro lado estaba los exiliados, el clan de los lobos de las montañas, era ya casi una leyenda para sus inquietos vecinos, digo casi, pues como perdedor de la antigua disputa no había quedado otra más que ir a las montañas a establecerse, desgracia para ellos, pues les había sido difícil sobrevivir con tan poco alimento disminuyendo su población al pasar el tiempo. Cuando era posible, salían de caza en manada por los alrededores del bosque sin adentrarse demasiado o en las praderas trayendo buena comida para al menos unos días sin toparse con el bando rival.

Más las cosas se les habían complicado de sobremanera recientemente, y esto debido a que el clan rival se iba multiplicando y expidiendo dejándoles sin muchas opciones para recorrer llegando a lo que temían, que el enemigo los cazara, así fue como su tribu fue disminuyendo paulatinamente, mediante la hambruna y la masacre; Matsuzo, su líder, veía con suma tristeza la posibilidad de ser exterminados por el enemigo, no quería eso para su manada, ni menos para los pequeños cachorros recién nacidos a su cargo ¿Cómo controlar esa situación? Si tan solo los otros fueran más abiertos a dialogar como lo eran los suyos todo sería más fácil, pero cada excursión que sus lobos daban para cazar llegaban malheridos o con integrantes desaparecidos, estaba al borde de la desesperación y sabía que aunque se rindiera ante la matriarca de aquella tribu sufrirían igualmente.

Por su bello pelaje claro y suave que les caracterizaba, los lobos de las montañas eran algo que odiar y desear para los del bando contrario, cada vez que cazaban uno era exhibido a toda la manada como si de un maravilloso trofeo se tratara, rara vez se traían vivos, pero estos eran víctimas de burlas y maltratos que igualmente terminaban con una muerte agónica, sus pieles exóticas se curtían y colgaban en las carpas para presumir su logro de haber derrotado a uno de esos escasos lobos raros que llamaban rivales.

Hubo sin embargo, una vez que una hembra fue capturada tratando de atrapar un ciervo pastando en los pastizales, siendo la primera vez en conservar a uno de ellos con vida. La hembra era sencillamente hermosa, con un pelaje perlado y ojos azules que contrastaban con su piel morena y cabello negro, siendo al final entregada a uno de los guerreros más confiables de la alfa líder de la tribu.

Reto de los 30 días (OsoKara version)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora