— Tuve suficiente por hoy. — El multimillonario Tony Stark golpeó la celda dónde te encontrabas haciéndote sobresaltar.
Era el trabajo más bien de la la hermana Maximoff cuidar que no escaparas ya que te podía someter fácilmente, pero tuvo una emergencia más o menos íntima y le pidió a Tony que tomara su puesto unos cuantos minutos, esos minutos se habían convertido en horas, que habías aprovechado para fastidiar a más no poder al hombre que yacía hasta hace poco frente a ti. Estaba cansado. Estresado.
Tú, te quedaste quieta, riendo, en esa celda que te mantenía retenida, escuchando como se quejaba con los demás cuál niña pequeña.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.