-Alba... ¿Estás bien, que piensas?-mi amiga me trae a tierra, me volteo a verle con una sonrisa.
Asiento, sin articular una palabra más, me pongo a lo mío, aunque preocupada por la supuesta ausencia de Esteban.
Un rato más tarde, mi jefe aparece ante mí.
-Buenos días, Alba ¿Te encuentras mejor?-me pregunta
Sonrio.
-Buenas, si. Casi recuperada-respondo
-Me alegro-sonríe con sutileza
-Alba, necesito hablar un segundo contigo, ¿Vienes un momento?-noto la preocupación en toda su persona. Asiento y poniéndome de pie, voy hasta él por fuera de la recepción.
-Mira, no sé de mi hermano, Esteban, hace ya dos días-
Muero de preocupación pero aun así con tranquilidad le digo...
-Vale, Fabio, no estaba al tanto ¿En que puedo ayudarte?-
-Sé que tu y él, están liados-
Abro los ojos de par en par.
-No comprendo lo que dices-
-Los he visto juntos, Alba-
Nos ha pillado y mi cara debe ser un poema.
-Vale-asiento.
-¿Habéis discutido?-me pregunta.
Cruzada de brazos por todo este incomodo interrogatorio.
-Fabio, tu hermano y yo no ... apenas le conozco, no sabría como podría ayudarte, no le veo desde el lunes-
-Vale... entonces, te pido un favor-
-Te escucho-digo en un suspiro.
-Estoy yéndome a Madrid por unos días, necesito que uses la llave que abre todas la habitaciones para entrar en su habitación-
-¿La "720"?-mi pregunta es absurda pero estoy nerviosa.
-Alba, estoy casi seguro que está ahí, mi relación con él es difícil, más de lo que quisiera, pero necesito saber que se encuentra bien-
Sus palabras las comprendo, esta preocupado por su hermano y veo tristeza en su mirada gris. Es tan diferente a Esteban, es... sensible. Enseguida me dibujo una sonrisa y a modo de tranquilizarle le digo...
-Fabio... No te preocupes, me ocupo personalmente-
-Gracias, Alba. Me avisas luego-murmura y me da un rápido abrazo para luego irse.
Al instante que mi jefe se va, decido accionar e ir por la tarjeta mágica.
Con la mirada de Ire y el resto de mis compañeros a mis espaldas, me doy la vuelta yendo a toda prisa a los ascensores.
No me gusta lo que siento dentro... una sensación horrible recorre mi cuerpo.
Una curiosidad insoportable, se amuró en mi mente. Esteban, no está allí, no está allí, me repetí a mi misma. Se freno en casi todos los pisos, los huéspedes saludándome y sonriendo, esperando llegar a destino, el ascensor tardó una eternidad en llegar al séptimo piso. Parada de frente a la puerta, coloco la tarjeta, dándome paso a aquel ambiente, en ese momento doy unos pequeños pasos, un olor a alcohol invade mis fosas nasales, al avanzar un poco más por el pasillo, tengo visión de la inmensa cama y es ahí cuando mis ojos lo confirman. Esteban está aquí, desplomado boca abajo a los pies de la cama, tan solo lleva sus bóxers puestos. Me quedo con la vista fija en ese tatuaje en su omoplato que tanto me gusta. Estoy paralizada, sin saber que hacer, me sostengo del mueble que tengo al costado, no pudiendo acercarme a él para comprobar como se encuentra, doy un suspiro en busca de... no sé. Volteo a ver el resto del sitio, botellas de vodka y otras bebidas más por todo el suelo, hasta un vaso roto sobre la alfombra a pocos centímetros de mi. Toda la habitación es un desmadre, impactada por todo aquello, no esperaba esto.
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Indomable Tentación
RomanceCuando Alba Navarro, creía estar salvada de los idas, vueltas y desilusiones del amor, aparece el hombre que va a desafiar sus principios... Ella es recepcionista en un hotel junto a la playa en la ciudad de Cádiz, España. Su amiga Irene trabaja con...