Indomable Tentación

Capítulo 2

Ocho en punto de la noche, suena el timbre, es mi hermana con mi sobrino.

-Nena, ¿que tal?-saluda mi hermana no más abro la puerta.

-¡Bauti! ¿Que tal estás, corazón?-como siempre saludo a mi sobrino primero, antes que a mi hermana.

-Titaaaaa... he traído mis coches para que juguemos-

-¡Me parece un plan excelente!-Exclamo mientras me coloco a su altura para llenarlo de besos, pellizco sus cachetes, si que son una monada.

-Sara... despreocúpate lo dejas en buenas manos-le digo a mi hermana con mi sobrino en brazos, cada día está mas pesado.

-En un par de horas estoy de regreso... mil gracias, me has salvado, Albi-

-Venga... soy tu hermana favorita, ya lo sabes-digo con orgullo.

-La única, no tengo opción-besa mi mejilla y vuelve a despedirse de Bautista

-Ya... mami-Bautista se queja de los besuqueos de mi hermana.

Rápidamente ella se va, cogiendo el coche que espera al otro lado de la acera.

En la mañana, despierto gracias a una patada de mi sobrino en el rostro, lo que me hace caer en la cuenta que mi hermana no ha vuelto en busca de él.

JODER con esta tía, ¿dónde carajo se ha metido?

Bautista tiene el control remoto en su manita, se lo quito y apago la televisión. La situación comienza a preocuparme, sobretodo por que mi hermana, apenas conoce a ese tío.

Me voy al cuarto de baño, mientras decido telefonear a Sara, me da apagado al instante. Esto no esta bien.

Las diez de la mañana. En la pantalla del móvil, veo que tengo muchos WP, todos de Irene. Enciendo la maquina de café, mientras los leo.

Ire

Aburridaaaaaa... ¿Cómo fue de canguro?

Ire

¡¿Cuándo termine acá te apuntas a la playa?!

Ire

¿???

Ire

Puedes venir a visitarme al hotel.

El timbre me sobresalta y corro a ver a la mirilla. Gracias a todos los santos es mi hermana.

-Sara-la abrazo con fuerza-Pensé lo peor-

-Perdona, Alba... estuve sin batería en el móvil y me he quedado dormida-me lo enseña- Hemos pasado la noche en un hotel-

-Hubieras telefoneado-

-Ya... no era la idea pasar la noche allí-

-Pasa... ¿quieres desayunar, has venido en un taxi?-me estiro a mirar hacia fuera.

-Vine con mi coche, lo dejé a dos calles-

-Vale, preparo café ¿Estas bien?-le pregunto rápidamente ya que le veo mala cara.

-Algo así, ¿mi monstruito?-pregunta por su hijo y por fin, una sonrisa se dibuja en su rostro.

-Pues... duerme-Le indico que vaya a verle a mi habitación.

Al volver murmura...

-Es tan tranquilito, cuando duerme-dice mientras se acerca hasta donde estoy.