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"Vernos de frente y no decir nada, vernos en las sombras y decir todo"

Christopher despertó a la mañana siguiente, recuerda que anoche le había tomado un poco de trabajo subir sin sentir ese ardor en su trasero, intentó sentarse pero él agudo dolor lo hizo soltar un quejido lastimero.

—¡Maldito Richard!— murmuró, pero luego recordó sus palabras.

"Mañana no podrás levantarte de la cama y entonces recordaras que fui yo quien te cogió con fuerza anoche"

Bufo molesto, maldito, estúpido y jodido Richard, bajo las escaleras con esfuerzo porque con cada escalón sentía que su columna perforaban varias punzadas.

Él menor llegó a la planta baja, camino con mas esfuerzo, ni siquiera se había quitado su pijama y mucho menos lavado sus dientes, golpeo la isla con fuerza logrando que él rubio levante la mirada sonriendole cínico, Christopher levantó su mano impactándola en la mejilla de Richard.

—¡Maldito idiota!— gruñó él menor.

Richard cambio su expresión a una molesta, se paró de su asiento bruscamente quedando frente a Christopher, este intento volver a golpearlo pero Richard detuvo sus movimientos agarrándolo con fuerza de sus muñecas.

—¡Jamas vuelvas a intentar golpearme, porque no saldrá nada bien de eso!— dijo entre dientes casi botando fuego por sus ojos.

Christopher tembló en su agarré e intento liberarse.

—Sueltame— pidió en un hilo de voz.

Richard se rió cuando los ojos del menor de cristalizaron —¿Por qué? ¿Ahora me tienes miedo? No parecía así anoche cuando me estabas entregando tu culo, cuando estabas gritando porque mi verga te cogía con fuerza, o ¿Es que ahora sientes culpa?— se burló acercándose al cuello del menor para oler su aroma —Deberías bañarte, apestas— lo soltó con brusquedad haciendo que Chris apenas y pueda estabilizarse.

—¡Eres un cerdo!— sollozo, porque todas esas palabras habían abierto heridas del pasado.

Richard rodó sus ojos y regreso a su asiento para terminar su desayuno; Christopher salio corriendo sin importar él dolor por cada paso que daba porque nada dolía más que él dolor emocional.

[•••]

Christopher no salio de su cuarto a desayunar, tampoco a almorzar y aunque su estomago pedía a gritos por alimentos no estaba dispuesto a bajar y verle la cara al cretino de Richard, en su almohada dibujaba formas abstractas mientras pensaba, al menos ya no estaba llorando y él dolor en su pecho ahora solo eran suaves latidos que él podía escuchar y calmarse, la puerta de su habitación se abrió y no necesitaba mirar a la puerta para saber quien era, él simple olor de su perfume lo delataba, tan varonil y embriagante, Richard dejo la bandeja de comida sobre la mesa de noche, se sentó en el borde de la cama.

—Lo siento Chris, no reaccione de la mejor manera cuando me golpeaste, no suelo tener mucha paciencia y simplemente explotó, por eso creo que no deberías hacer algo así de nuevo— habló suavemente con su voz casi arrepentida que por poco logra convencer al menor.

Christopher lo miro por unos segundos analizándolo, él no estaba arrepentido del todo por lo que solo asintió.

Richard frunció las cejas levemente inconforme con la respuesta —Te traje algo de comer— volvió a hablar.

Giró un poco su cuerpo para mirar al ojimarron, tenía puesto sólo un short y una camisa blanca dejando expuestas sus piernas, se tomó la libertad de posar una mano sobre esta haciéndola subir y bajar sintiendo lo suave que estas eran, Christopher apartó sus piernas de su toque muy despacio.

—No deberías estar tocándome de esta manera si soy asqueroso— repitió las palabras que Richard le había dicho, sin mostrar ni una pizca de sentimientos.

Richard sonrió y asintió —Si, tienes razón, deben ser las cervezas que tome hace un rato lo que me tienen confundió— dijo para luego apartarse.

Christopher se quedó en su lugar sin menearse, sólo esperando que él se marche y cuando lo hizo se dispuso a comer, ya no le había dolido, no sería tan fácil lastimarlo sin que él se lo permitiera y quizás él también podría jugar su juego, solo quizás.

Fetish »Ristopher« || TERMINADA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora