Fetish »Ristopher« || TERMINADA.

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En la mañana Christopher despertó solo en la cama, en la noche ambos se durmieron juntos y hoy al despertar solo estaba un espacio frío y vacío, Richard quizás debía estarle cocinando algo. Sonrió.

Se puso unos bóxers y la camisa de Richard que se encontraba en él piso, la llevó a su nariz oliendo el tabaco y alcohol en esta, hizo una mueca; abrió su armario buscando una camisa lo suficientemente larga para cubrirlo, no tenia intención de salir a ningún lado.

Salió de su habitación sonriendo, primero tomaría una ducha y luego iría a ver donde estaba Richard, a mitad del pasillo escuchó el ruido de el espaldar de la cama chocar con la pared, su sangre se congeló y su respiración se detuvo. No tenia que ir a ver, quizás Richard estaba moviendo algo en su habitación, intento seguir su camino pero un gemido femenino lo interrumpió, sus ojos se llenaron de lágrimas, camino hasta la habitación de Richard regañandose en el camino.

La puerta estaba entre abierta, mordió su labio con fuerza asomándose por la abertura, su corazón se hizo trizas, le estaba doliendo mucho pero la realidad estaba siendo ignorada por los constantes mimos de Richard, Richard era el esposo de su hermana y él su cuñado, no tendría que haber ningún otro tipo de relación entre ellos.

Lynna apretaba sus labios evitando que escapen barbaridades, Richard gruñía en su cuello embistiendola con fuerza sobre él colchón consiguiendo un gemido.

—¿Dime cuanto te gusta nena?— pregunto jadeante lamiendo los labios ajenos.

—Mucho, Rich— gimoteo.

Richard rió ronco, levantó la mirada topándose con los ojos verdes entristecidos del menor, Richard sonrió y volvió a empujar profundo dentro de su esposa haciéndola gemir una vez mas, se agacho lamiendo su cuello una vez mas observando a Christopher, el menor negó y corrió al baño para poder vomitar aquella escena le había causado asco, Richard no intento detenerlo, sólo siguió en lo suyo.

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Christopher tomo sus llaves y salio de la casa, no podía seguir ahí, al menos no ahora, detuvo un taxi, subiendo a este deprisa.

—Lleveme a un bar, no me importa cual solo lleveme a uno— dijo aguantando las ganas de llorar.

Él taxista asintió y puso en marcha el auto sin preguntar nada.

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Ya llevaba cinco vasos de.., no sabia lo que estaba tomando pero según el barman era su trago mas fuerte, podría ser ¿vodka? No le importaba, estaba olvidando a Richard gracias a esa bebida.

Fue tan estúpido en creer en que sus besos eran reales, él lo sentía tan real, golpeó su rostro en la barra, una mano se poso en su hombro, haciendo que levante la mirada.

Un chico con bella sonrisa lo miraba desde arriba.

—¿Puedo sentarme?— señaló su asiento junto a él, Christopher asintió sin importancia —¿Te rompieron él corazón?— pregunto curioso.

Cristopher rodó sus ojos, le desagradaba la gente curiosa.

—Metete en tus asuntos— lo miro con detenimiento —chico— termino de decir arrastrando sus palabras.

—Soy Zabdiel, ¿ella fue muy cruel?— ignoró al menor.

—Él— corrigió a regañadientes.

—Oh, entonces te van los chicos, a mi también, una vez salí con un chico que era un hijo de puta, pero era tan guapo, si ese chico es igual t—

—Evitate tu discurso de apoyo y solo dime si quieres coger conmigo— interrumpió Chis dejando boquiabierto al puertorriqueño.

Zabdiel asintió y sonrió un tanto confundido.

Christopher acabo su bebida —Bien, vamos a algún lado, uhmm, ¿Tu departamento?— pregunto un tanto mareado.

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Zabdiel se movía rápidamente dentro de Christopher gimiendo sobre su piel, él menor se aferraba de sus hombros enterrando levemente sus uñas, dejando pequeñas marcas rojizas.

—¿Lo.. H-ago bien?— pregunto él puertorriqueño.

Christopher asintió gimiendo, abrió sus ojos viendo a Richard con su cabello alborotado y labios rojizos. Pequeñas lágrimas bajaron por sus mejillas, Zabdiel asumió que eran de placer, aumento él ritmo siendo mas certero, golpeando la próstata de Christopher con mas insistencia.

Él menor balbuceaba cosas sin sentido dirigidas para Richard  y que difícilmente lograba entender él puertorriqueño, embistió un par de veces consiguiendo que Chris se venga sobre ambos estómago, Zabdiel disfruto de la presión de las paredes de Christopher sobre su miembro enterrándose dentro de él por unos minutos más llenando él condón de su semen.

Zabdiel salio del agujero de Christopher quitándose él condón y camino al baño para volver a donde estaba Chris dormido, limpio él semen de su pecho y lo arropo en las sabanas. Él era muy lindo para que alguien le hiciera daño, se encontró a si mismo observando por algunas horas antes de recostarse junto a él y tomarse la libertad de abrazarlo mientras dormía.