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»1 mes después«

La relación con Richard se encontraba distante, mientras se ignoraban y peleaban algunas veces, habían días en los que Christopher solo quería ir y abrazarlo, recostarse sobre su pecho y dejar que lo arrulle con sus caricias.

El olor a manzanilla hizo que su estómago se revolviera, su hermana tomaba ese té todas las mañanas y su olor sólo le provocaba náuseas lo cual era extraño porque él también amaba el té de manzanilla, salió de la cocina corriendo escaleras arriba, entro al baño vomitando la leche con chocolate que había tomado hace unos minutos.

—¿Chris, estas bien?— se escuchó la angustiada voz de Lynna detrás de la madera.

Christopher se levanto con sus piernas temblando, lavo su boca y salio del baño.

—Si, estoy bien, Lynna— dijo con irritación en su voz, no quería tratarla así pero no podía evitarlo, sentía cierto desprecio por su hermana desde ese día que los vio teniendo sexo.

Lynna apretó sus labios y respiro profundo para calmarse.

—Tengo que ir a trabajar ¿Quieres que te traiga algo?— preguntó acariciando la mejilla del ojimarrón.

Chris negó y sonrió —Gracias— susurró.

—Esta bien, nos vemos luego— beso su mejilla.

—Lynna, Zabdiel vendrá más tarde... uhmm ¿Podría..—

—Si, me agrada Zabdiel— sonrió y camino por el pasillo para bajar las escaleras y a los pocos minutos escuchar la puerta cerrarse.

[•••]

Christopher escuchaba música mientras esperaba a Zabdiel, le había dicho que iba en caminó, la puerta se abrió y entró Richard con gesto serio.

—Buenas tardes Christopher— saludo sin mirarlo.

—Buenas tardes— contesto el menor.

Eso era lo único que se decían solo hablaban lo necesario, Richard se quedó parado en su lugar, hizo un sonido con su boca de inconformidad, Christopher se vio atrapado de un momento a otro por los brazos de Richard.

—¡Basta Christopher! Estoy cansado, quiero tenerte ahora— se inclinó para besarlo.

Christopher solo pudo seguir el movimiento de sus labios, jadeo cuando Richard deslizo su lengua, recorriendo cada espacio de la boca ajena, Christopher llevo sus manos al cabello de Richard tirando suavemente de las hebras, Richard bajo sus manos hasta el filo de la camisa de Christopher, levantándola para acariciar su piel expuesta, Chris gimió en aceptación, su pene poniéndose erecto con cada toque de Richard.

—¡Ah!— gimió con necesidad en el momento en el que Richard pellizco sus pezones bastantes sensibles.

Una sonrisa socarrona se extendió en sus labios, iba a hacerlo suyo una vez más, antes de que Richard pudiera quitar alguna prenda del cuerpo de Chris o del suyo propio, el timbre sonó, gruño inconforme, se levanto dejando que Christopher se acomode correctamente una vez estuvo bien abrió la puerta dejando ver a Zabdiel.

—Hola señor, vine a ver a Christopher— dijo el puertorriqueño con una sonrisa tímida.

Richard apretó la madera con sus dedos en un gesto molesto.

—No, salio, es una lástima Zabdiel— ese chico no le caía para nada bien, podría ser tonto pero lo veía como una amenaza, alguien que podría quitarle a su bebé.

Christopher abrió mas la puerta molesto.

—Pasa Zabdi, ¿podrías esperarme en mi habitación?— señalo las escaleras.

Richard tenso la mandíbula cuando paso por su lado, Christopher espero hasta que escuchó la puerta cerrarse.

—Eso fue tan estúpido he inmaduro ¿Lo sabes?— dijo de inmediato Christopher, colocó las manos en su cintura.

—No voy a permitir que metas a tu noviesito a mi casa— gruñó tomando los brazos de Chris con fuerza.

—Zabdiel es mi amigo y no tienes nada que reprocharme, no er..—

Richard unió sus labios en un beso desordenado, Chris le siguió al instante, sus bocas se abrían y cerraban humedamente, Chris lo aparto.

—Basta, Richard, esta mal— se libero de su agarre corriendo a su habitación.

Zabdiel le sonrió y el menor le sonrió igual.

—Siento lo que pasó abajo, Richard piensa que por ser el esposo de mi hermana puede tomar su lugar cuando ella no esta—

—No te preocupes Chris, eres muy bonito para que alguien no quiera protegerte— dijo acariciando el rostro del menor, Chris se sonrojo y sonrió.

—Basta deja de hablar— pego sus bocas uniéndolas vorazmente, Chris inhaló el perfume de Zabdiel sintiendo las nauseas nuevamente, se alejo bruscamente corriendo en dirección al baño, vomitando la fruta que había comido hace unos instantes, arcada tras arcada, sus ojos lagrimearon por el esfuerzo, una vez que su estómago estuvo vacío se paro para enjuagar su boca, no era la primera vez que le pasaba y era muy extraño viniendo de él.

—Chris, ¿Te encuentras bien?— pregunto Zabdiel desde afuera.

El menor agradeció que no entrase porque así no lo vería hecho un desastre.

—Si, solo que.. No lo se, tu colonia me provocó nauseas y no es que huelas mal Zabdiel, es solo que... no lo se— se encogió de hombros.

Zabdiel le sonrió y se inclinó para besar su frente.

—Lo entiendo, Chris—

[•••]

Zabdiel había tomado una ducha para eliminar el olor de su colina, ahora se encontraba sobre el menor besando cada parte de su cuerpo, haciéndolo jadear suavemente.

—El condón Zabdi— recordó Chris acariciando la espalda del chico pálido.

Zabdiel obedeció colocándose el condón, alineó su pene en la entrada dilatada de Chris deslizandose dentro lentamente, subiendo sus manos por el cuerpo ajeno, tomando uno de sus rozados pezones estrujando entre sus dedos enviando descargas eléctricas al pene de Christopher.

El menor hizo su cabeza para atrás tomando todo lo que el puertorriqueño le estaba dando, Zabdiel comenzó a moverse con lentitud dentro de Christopher, haciendo que estruje las sabanas en sus dedos.

Chris no pudo retener un gemido al momento que Zabdiel aumento sus embestidas, golpeando directamente su próstata, quizás Zabdiel no era Richard y es que aún que lo intentase no puede sacárselo de su mente, desvía la mirada notando que Richard esta en la puerta viéndolo con sus ojos oscurecidos por el coraje, sus dientes aprietan con fuerza la piel de su mano y puede ver cuando una lágrima rueda por su mejilla antes de verlo desaparecer hacia su habitación.

Fetish »Ristopher« || TERMINADA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora