Capítulo 9.
Junto a ti.Narra ______(tn):
- Mira tontita, tengo mis sospechas en ti, se que me quieres quitar a mi hombre pero no lo lograrás -gruño Mia.
- No quiero pelear contigo, en serio, así que te pido que me dejes tranquila -lamí mis labios.
- Sólo quiero que sepas sí es que le llegas a tocar sólo un pelo de mi... -la interrumpí.
- Que ya basta Mia, entendí la idea, pero no me voy a alejar de el, somos amigos -bufe.
Ella me iba a contestar pero Justin le dio un apretón en los hombros, el sabía perfectamente como controlarla, suspire y mire a Ryan que estaba observando divertido la escena.
- Nosotros nos vamos -aviso Justin.
- Gracias por venir -lo mire.
- Perdóname pero nosotros vinimos por nuestro hijo -sonrió irónica Mia.
- Dije que ya basta -gruño Justin.
- Adiós hermano, nos vemos -Ryan se despidió de Justin- Adiós Mia.
- Chao -se despidió secamente la novia de Bieber.
- Hablamos, lo siento por lo de Mia -Justin me dijo en el oído.
- No importa -negué con la cabeza.
Ellos se fueron y con Ryan decidimos ir a almorzar comida China, salimos de la clínica y nos subimos a la camioneta, obviamente Ryan iba manejando.
El se estaciono fuera del restaurante y nos bajamos, entramos y el olor invadió mis fosas nasales, me encantaba la comida China. Nos sentamos en una mesa y pedimos.
- Tengo tanta hambre que creo que voy a morir -me queje- Además no puedo estar tranquila por lo de Andrew.
- Todo estará bien, sólo hay que esperar.
- No comprendo porque no lo dejaron acá, trasladarlo puede ser muy peligroso -toque mi frente.
- Es su madre, tienes que comprenderla.
- Eso trato, créeme -suspire.
Unos veinte minutos después llego nuestro pedido, inmediatamente empece a comer mientras Ryan se reía de mi, de verdad que tenía mucha hambre.
- Y dime, ¿no sientes nada por Justin? -pregunto directamente el.
- Ehm -murmure- No, creo. Ósea aún se me hace imposible olvidarlo totalmente pero esto de ser amigos, me esta ayudando.
- No te creo -sonrió Ryan.
- Bueno, no me creas -me encogí de hombros.
- ¿Y Max? -me observo detenidamente.
- Esta muy enojado conmigo.
- Pensé que se habían arreglado -el frunció el ceño.
- Pues, no -dije simplemente- Pero tratare de hablar con el.
Terminamos de comer y Ryan pagó la cuenta, insiste mucho en que yo pagara mi plato, pero no me dejo, siempre era lo mismo.
Nos subimos a la camioneta y el fue a dejarme a mi departamento, le agradecí por estar conmigo y me baje, cuando estuve al frente de la puerta de mi querido hogar, toque el timbre.
- Hija, al fin llegas -me abrazó mi mama.
- Lo siento -me disculpé- Ya se lo llevaron.
- Entiendo tu preocupación, pero todo va a salir bien ya verás -acaricio mi cabello.