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Yoongi simplemente no quería pensar en  como Jimin lo manejaba, no quería cuestionarse nada. Esta cosa entre ellos había empezado hace años y lo disfrutaba. Joder que lo hacía.

Jugar a que se odiaban y tenían una discusión totalmente pasivo-agresivo, aveces agresivo-agresivo, solían ser sus preliminares antes de buscar una superficie plana para follar. Eso lo hacía más emocionante, más satisfactorio.

En el pasado sus preliminares solían durar más, solían disparase un par de veces antes de enredarse en las piernas del otro, pero ahora eso no sucedía más. Ahora compartían un par de gritos y luego estaban fundiéndose en la boca del otro, es como si sus cuerpos supieran lo que sigue después por eso terminaban juntos más rápido que antes. Pero esos eran detalles sin importancia.

—Coloca las manos en el vagón.

Yoongi se rindió a seguir pensando sobre eso y se dedicó a bajar los pantalones del contrario. Quién se encontraba de espaldas a el con el culo levantado y los ojos fuertemente cerrados.

Yoongi se inclinó y chupó la piel de su columna, marcando un camino hasta sus nalgas. Jimin gimió bajito cuando empezó a amasarlas. Sintió la lengua de Yoongi justo sobre los hoyuelos al final de su columna. Si tan solo se inclinara más y Yoongi lamiera más abajo. Pero no había tiempo y no era el lugar correcto para eso. 

—A-apresúrate.

Jimin tiró su cabeza hacia atrás cuando la fuerte mano se estrelló en su culo. Estaba seguro que dejaría una marca luego, tan roja y tan brillante, pero lo valía. El delicioso impacto fue directo a su polla con descargas de placer haciendo su erección más dolorosa.

—No me digas que hacer.

Jimin sonrió al escuchar los pantalones de Yoongi caer al piso, dominante pero casi tan desesperado como el. Separó la piernas y se inclinó, mostrando su rosada entrada. Sabía que a Yoongi le gustaban los espectáculos. Bueno, el se lo daría.

—Buen chico.

Gimió cuando el primer dedo entró en el, comenzando un suave vaivén. Se mordió el labio para evitar quejarse ante la delgada línea entre el dolor y el placer que a Yoongi siempre le gustaba tocar. Torturándolo.

Su cerebro registró un momento para soltar un comentario odioso, y como siento Park Jimin, no se lo callaría. Incluso ahora.

—N-no lubricaste, imbécil.

—Quería torturarte un poco, sé que te gusta así.

Yoongi soltó una risa más parecido a un gruñido y acercó sus caderas para que sienta su propia erección empujar en sus bóxers. Su mano derecha se deslizó por su pecho hasta llegar a sus pezones.

—A-ah

—¿Te gusta, amor?

Jimin asintió como podía mientras se empujaba hacia atrás. Volvió a gemir cuando un segundo dedo se empujó en el y la mano en su pecho se deslizaba hacia el sur.

—Y-yoongi p-por favor.

—Shh, pequeño, ya falta poco.

Jimin dejó caer su cabeza y recogió los dedos de los pies cuando el tercer dedo entro y la mano que envolvía su pene  se movía más rápido. Pasaron unos minutos antes de que Yoongi parara y se bajara los bóxers. Su miembro apuntando hacia arriba, la punta roja y con presemen.

Jimin estaba justo en el borde y no quería que su impaciencia lo lastimara, menos si tenía trabajo que hacer antes de regresar a su guarida.

Se giró y se arrodilló.

—Pequeño.

Miró hacia arriba antes de meter en su boca el miembro del mayor. Disfrutó de las expresiones llenas de placer y de las caricias en su cabello. Antes de chupar y salivar. Si lo iba a follar rudo quería que al menos esté lubricado.

Chupó y escupió un par de veces más antes de levantarse y volver a doblarse sobre sí mismo.

—M-muévete, debemos apresurarnos.

Contuvo el aire cuando lo sintió entrar. Cuando todo estuvo dentro esperó un segundo a que se acostumbrara a su tamaño. Jimin empujó hacia atrás.

Yoongi comenzó a moverse guiado por su propio placer, ancló sus manos a las caderas del contrario buscando precisión y esa glándula tan pequeña como una nuez. Procurando dar fuertes estoques en ese lugar, pues si bien estaban calientes no era el momento para alargarlo. Ya habría momento durante la noche.

—A-ah

—Mírate, precioso, te ves muy bien con mi polla en ti.

—Y-yoonie-ah

Las piernas de Jimin se debilitaron entonces Yoongi lo mantuvo de pie. Cuando los gemidos empezaron el mayor mordió sus labios para impedir que salieran, mientras que al menor parecía no importarle en lo absoluto. Eso era bueno, Jimin siempre fue sensible a su tacto.

Siguió empujando más fuerte hasta que Jimin tembló bajo su toque, sus gemidos subieron de tono y supo que estaba cerca.

—J-justo ahí, más fuerte..

Yoongi obedeció y se inclinó hacia adelante chupando la piel de su cuello y moviendo sus caderas a un ritmo desenfrenado. Jimin volvió la cabeza y atrapó sus labios en un beso desesperado y hambriento. Sus lenguas bailando juntas y la saliva en la comisura. Yoongi atrapó el pene del contrarió y lo masturbó.

—Yoongi

Jimin se corrió con un grito y pronto el mayor le siguió, no resistiéndose a la presión que ejerció el canal de su amante durante su orgasmo. Entonces ambos se dieron cuenta que necesitaban eso, necesitaban la piel del otro para aplacar el estrés y el peso de su trabajo.

—Ahh..

Yoongi siguió bombeando con su mano y sus caderas para así prolongarlo, echó su cabeza hacia atrás y disfruto de la paz post-orgasmo. Un par de minutos pasaron antes de que retirara su polla ablandada, Jimin se giró y besó sus labios.

Se besaron durante un rato antes de que decidieran vestirse y empezar a moverse.

—Eso estuvo bien.

—Fue genial.

Jimin sonrió y lo miró a los ojos.

—Sí, fue genial.

El mayor deposito un ultimo beso en sus labios antes de entrelazar sus manos y caminar de vuelta a la autopista.

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La pregunta del día es:

¿Alguna vez se han sentido tan asustados que huir es la mejor opción?

Espero le den mucho amor a esto, voten, comenten, no se pasen de verga.

Bye bye~

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