Los días pasados al incidente después de esa noche fueron pesados, lentos, casi eternos, y es que a Demise le inquietaban muchas cosas pasadas ese día. Más por lo raro que por miedo.
Primero la discusión con Dennet; segundo la intriga de la charla entre él y Kale; tercero el encuentro "espectral" con una clase de Demonio; y por ultimo la noticia de la pelea entre su hermano y Kale.
El día ya se veía que iba a ser malo, pero jamás pensó que lo llegaría a ser tanto. Pudieron haber tenido tres funerales en lugar de uno. Ahora debía estar atento de que esos dos no se vieran la cara otra vez.
Cuando Dennet le pidió a Kale hablar con él afuera, supo que algo malo pasaba. Después de todo, ella sabía que pasaba cuando su hermano usaba esa mirado y tono frío. Al fin y al cabo, lo usó con ella cuando eran niños. Sin embargo, nunca pensó que esa charla terminaría tan mal.
Ahora que lo recuerda, cuando Kale había entrado a la habitación parecía consternado. Eso la intrigó y inquietó, dejando claro que sea lo que sea que ellos hablaron no fue muy agradable para Kale.
Ambos estaban bastante heridos, demasiado para que las Runas Mágicas hicieran algo. Dennet tenía la nariz rota, un corte profundo en la espalda, varios moretones y tres costillas rotas. Kale tenía un corte en la pierna derecha, otros dos, en el hombro y costado izquierdo, moretones como Dennet y dos costillas rotas.
Los dos estaban vivos por mucha suerte, eso estaba claro. Quizá los Dioses fueron piadosos, o quizá la Parca estaba ocupada. Sea como sea estaban vivos los dos y eso la alegraba bastante, a pesar de que no se llevaran bien.
Sin embargo, esto no fue noticia los tres días siguientes, sino el hecho de hubo un Demonio en el Asentamiento. Y sí, se supo lo sucedido entre Kale y Dennet, pero lo del Demonio inquietó significativamente a los habitantes.
Los habitantes se dividieron por los acontecimientos, pero en algo estaban de acuerdo todos: se debía crear un muro mágico. Esto permitió que seres no deseados entraran en el Asentamiento, así no deberían preocuparse de invaciones de otras criaturas oscuras.
¿Ayudó? Sí, ayudó, pero no como se esperaba, pues ese día y este día, sería recordado con mucho odio entre las razas.
Demise se encontraba dormida en sus pensamientos cuando algo, o mejor dicho alguien, la despertó de éstos.
Se dirigió hasta ella, la cual se encontraba sentada en un banco al frente del camino de tierra hecho para conectar cada localidad. Delante de ella estaba la herrería; grande, de dos pisos, con muros de piedra y columnas cemento. Sin una ventana, pero si con una enorme chimenea de cemento de la que salían nubes de humo.
Detrás de ella estaba el campo de siembra, que abacaba una tercia parte del Asentamiento. Había distintos terrenos de siembra, teniendo cada uno de éstos un trabaja predeterminado. Unos se encargaron de las sandias, otros de las papas, otros del arroz, otros de trigo, y así sucesivamente.
El muchacho se dirigía a ella en una muleta, ella sabía bien que las Runas no habían funcionado para, al menos, cerrar la herida. Tuvieron que coserlas, vendarlas y aplicar un suero en inyección.
El poder consumido por una ada'am se basa en los sentimientos y pensamientos propios, eso quiere decir que Dennet no hizo un sencillo duelo, sino uno a muerte, atacando con quién sabe qué intenciones a Kale.
Éste se sentó a su lado, suspiró y luego dijo:
-Hoy es un bonito día.
-Sí, sí que lo es.
Lo cierto era que Demise no se había dado cuenta de eso. Era medio día, el sol a mitad del cielo lo delataba. Éste era dulcemente decorado con unas esponjosas, suaves y sedosas nubes. El sol resplandecia de amarillo blanquecino, rodeado por un aura de un amarillo cuyo tono era un poco más opaco al del sol, pero igual de luminoso.
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El Legado Divino #PHAWARDS
FantasyEn Zaderia, una enorme isla que se encuentra en medio del océano de Eatrat, viven multitud de seres mágicos y deidades que cambian como lo hacen sus habitantes. Dos jóvenes viven ahí, uno con extraña marca en su brazo derecho y sin un solo recuerdo...