Las Consecuencias De La Corrupción (Steven Universe)

SOLO YO

El cuerpo trataba lentamente de levantarse, era torpe en sus movimientos Lápis la sostenía para que pueda incorporarse. La sentía nuevamente, no podía aguantar más la espera y terminó abrazándola.

— Peri, salgamos de aquí.

La rubia parecía no comprender nada de lo que ahí se suscitaba.

— ¿Cómo te sientes Peridot? — se pronunció el rizado acercándose a ella.

La gema aún mantenía el silencio, la presencia de la corrupción y la de sus "amigos" no significaban nada para esos ojos perdidos en la nada.

Steven volteó a ver a la corrupción, ella solo mostraba una sonrisa maliciosa y una postura ganadora.

La gema azul estaba impaciente, comenzó a moverla torpemente para tratar de conseguir una reacción en ella, cualquiera.

Funcionó, esos ojos se movieron, la dirección de estos cambiaba entre ver al rizado y ver a la azul, los veía con espanto y luego con odio, los empujó, retrocedió.

— Ustedes…ustedes. — fué lo único que pudo expresar

El joven y la pelo azul la veían estoicos, ahora eran ellos los perdidos en la nada.

La rubia temblaba, enserio verlos era abrumador.

— Peridot… — trataba de decir algo sin éxito el chico

— ¡No! — gritó automáticamente la rubia — ¡No quiero oír ninguna palabra suya!

Se oyeron muchas risas de fondo, Lápis era la más afectada, temblaba mucho.

El híbrido veía esto, entendía el juego que se tramaba la Corrupción.

— Relájate Lápis, trata de no caer en sus trampas.

–Tierno, bastante tierno su intento, blando, muy blando el golpe, lenta, llega lenta su reacción, frío, frío se nota su valor – se manifestaba como en un canto acercándose a la rubia – malos, enserio son malos sus sentimentos, crueles, crueles fueron contigo. – tomaba a la pelos dorados de su hombro – cansancio, cansancio se percibe en tus ojos, penas, solo hay penas si te quedas, calma, ven conmigo y habrá calma, alma, deja tu alma en mis manos, sueño,entra en tus sueños, duerme, ven y duerme en mis brazos, paz, ríndete y tendrás la paz.

La rubia se acurrucaba en esos peligrosos brazos, ambos estaban quietos, no podían moverse, estaban perdidos, solo podían hablar.

— Peridot, ¡no lo hagas! — gritó con todas sus fuerzas el rizado

Fue fuerte el sonido; pero parecía que era una caricia a los oídos de la gema, apenas y movió sus ojos.

– ¿Aún quieren intentarlo? Es ridículo, no ven que ya está lista para descansar.

— ¡Peridot! No me dejes sola. — se pronunciaba de igual manera la azul.

La pequeña gema despertaba lentamente de ese estado estático en el que se hallaba.

– Vaya que son persistentes ustedes dos — sonaba irritada aquella malévola "gema".

— Déjenme descansar, ya no quiero sufrir. — se pronunció la gema verde aún cansada

Veían que habían conseguido mantenerla consiente, no había duda para ellos, este era el único camino.

— Peridot aquello que viste no es lo que crees, casi me corrompí; pero Steven me rescató. — trataba de explicar la pelo azul.