Las Consecuencias De La Corrupción (Steven Universe)

DIRECTO A SUS SUEÑOS

Lágrimas, horror, pánico, impotencia, había de todo, menos esperanza.

Esa figura delante de ellos era indiscutiblemente un monstruo, no era Peridot, ya no.

Lápis y Steven veían atónitos aquella figura que lentamente se acercaba a ellos, venía torpemente con sus ocho patas cual araña, era claro que venía con intenciones hostiles.

Era más grande de lo que era Peridot, casi dos metros, no tenía ojos, solo unos grandes colmillos saliendo de sus fauces.

Ambos quedaban estáticos mientras ella se acercaba y justo antes de que los mordiera Steven desplegó su escudo.

Tras fallar la mordida la criatura utilizaba sus patas para arremeter contra el escudo. Cientos de golpes se venían, el joven resistía; pero la situación lo desconcentraba bastante.

La gema azul solo podía estar quieta viendo todo eso, solo lágrimas caían de sus ojos.

— Peridot, trata de calmarte. Solo relájate. — intentaba inútilmente el calmarla.

Aquella criatura no parecía razonar, Steven ya lo entendía; pero Lapis aún intentaría.

— Peri, escúchame. Necesitamos que te relajes, que venzas a ese monstruo que te controla.

No hubo respuesta, ambos la miraban sin saber que hacer, solo podían aguantar sus embestidas que de pronto ya no podían, la tierra comenzaba a temblar.

El rizado ya no aguantaba, eran muy fuertes los golpes que daba la criatura, y pronto el gigantesco tanque que se hallaba antes en su granero comenzaba a dirigirse a ellos.

Steven pudo salvar a ambos por su burbuja tras el impacto de ese objeto.

Parecía que la criatura empezaba poco a poco a perder el control ya que los pedazos metálicos venían con gran fuerza y con dirección donde ellos.

El híbrido entendía que no tenía alternativa.

— Lapis ataca a Peridot. — ordenó con pesar.

La pelo azul lo vió incrédula y colérica.

— ¿Estás loco? jamás, jamás le haría daño a Peridot.

— Ella no es Peridot, almenos no por ahora, hazlo, no podré aguantar más.

Lapis después de ver los objetos metálicos impactar con más fueza el escudo de Steven supo que no había alternativa, tomó fuerza de voluntad y con un gran pesar lanzó un ataque con el agua que había en ese lago artificial.

Solo quedó la gema, Lápis fue rápido a abrazarla, era el fin, estaba devastada, Steven no se sentía diferente, su ser estaba destrozado, había fallado.

La gema azul deliraba, se oían sonidos provenir de ella, solo que no se los podían entender.

— Por favor cálmate Lápis.

La gema dió vuelta con torpeza, lo vió con rabia, se veían las gruesas lágrimas caer de sus ojos.

— ¡La perdí! ¡es el fin!.

— Salimos…— trató de calmarse, él igual estaba envuelto en lágrimas — Ya salimos de esto, tú y yo. Vencimos a la corrupción.

— No, no de esta forma.

— Entré a tu mente, puede que lo haga a la de ella.