MI PEQUEÑA ESPERANZA

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Llegaron a los aposentos de la gema, la doctora pidió encarecidamente que solo Peridot ingrese.


Se veía mal, casi en blanco y negro, unas pequeñas lágrimas intentaban salir de sus ojos verdes, no era momento, no debía mostrar debilidad aquí.


— ¿Cuál es el principal problema? — preguntó seriamente la rubia

— No tiene fuerzas para pujar, el bebé aún adentro sigue consumiendo todas las fuerzas de Perla.

— Perla por favor puja, intenta con lo poco que te queda. — suplicaba la rubia

— Podría ser su muerte. — le advertía

— No lo creo, si dices que puede pujar, eso significa que de cierta manera el parto es natural.

— Necesitará renovar fuerzas.

— Denle de comer algo. — proponía rapidamente

— Creo tener algo más práctico. — comentó para luego sacar una inyección de su bolso.

— ¿Qué piensas hacer? — preguntó extrañada la rubia

— Al parecer Perla para poder mantener al bebé sano hizo que su cuerpo se asemejara al de un humano en casi su totalidad, inyectaré complejo B en su cuerpo, esto le dará fuerzas, o almenos las necesarias para sacar al feto.


Perla se veía terrible, era imposible pensar que pudiera seguir con vida, Peridot la tomó de la mano, aquella pálida apenas podía sacar una pequeña sonrisa.


— Todo saldrá bien, te lo seguro. — comentaba la verde.

— ¿Dónde está Greg? — preguntó con bastante dificultad la pelo salmón — Quiero verlo

— Trata de no pensar en ello, concéntrate en el bebé.

— Déjala Peridot, le hará bien estar con el padre, le dará fuerzas.


La rubia asintió y fue por él. El hombre no se veía bien, segunda vez con esto, Steven y las demás esperaban en la sala de esa casa con una mirada igual de decaída.


— Greg, Perla quiere que estés con ella.


El hombre tímidamente se acercaba a ella, Steven no lo veía con rencor, al parecer ya no tenía esa mala imagen de su padre, de igual manera se sentía mal consigo mismo.


Entraron nuevamente, el hombre la podía ver, se lamentaba el no poder ayudarla, si por él fuera recibiría todo el dolor; pero no podía, solo le quedaba estar fuerte para poder darle ese aliento.


— Hola amor — se acercó donde ella — eres simplemente una guerrera — la tomó de la mano — tú jamás te das por vencida — le dió un beso en su gema.

— Lo hago por tí, por Steven, lo hago por el ser que llevo dentro, y también lo hago por mi.

— Ja, no se te hace extraño vernos así, tú y yo, somos distintos, bastante, nos desagradabamos el uno al otro, ahora somos dos locos enamorados.


La gema soltaba una risas, la ironía y sus recuerdos de esos momentos tan bochornosos que tuvieron eran los causantes.


— Te has vuelto tan importante para mí que enserio me dolería dejarte.

— No hables de eso Perla, estarás bien. Tú y mi bebé.

— Greg júrame que lo primordial será el bebé. — pedía desesperadamente.


Las Consecuencias De La Corrupción (Steven Universe)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora