Apariencias.
○
Se dirigía hacia mí con los brazos extendidos y una sonrisa perfectamente practicada frente al espejo. Sentí la rabia de esta mañana florar enseguida como si se hubiese quedado intacta, pero con la única diferencia de ser todavía más feroz. Apreté los dientes y, en mis costados, empuñé mis manos.
¿Qué hacía él aquí?
―Hija, cuánto has crecido.
La sangre me subió a la cabeza cuando dijo "hija" como si fuese el mejor padre del mundo. Continuaba caminando como un auténtico hipócrita. ¿Acaso pensaba que iba a abrazarlo? Y ¿jugaremos a pegar los cristales rotos y a actuar como que nada ocurrió? El daño estaba hecho. Perdía el tiempo intentando repararlo, por más que se esforzase, nunca quedará de la misma manera. Era muy tarde; él había muerto.
Tomé bastante aire y cerré los ojos con fuerza.
―¿Qué hace este señor aquí? —puse mis dedos sobre mis párpados.
―Mackenzie ―advirtió mi madre.
Si las miradas mataran ahora mismo estuviesen recogiendo mi cadáver del suelo. Miré a otro lado. Lo siento mamá pero yo no olvidaba y tampoco actuaba como si nada hubiese pasado.
Yo no era como ella.
El señor frente a mí, tenía sus cejas elevadas en el centro. Esperaba algo de mí y no obtendría nada. Lo único que tenía claro era que estaba fingiendo, que realmente no le importábamos, que volvió para abrir las cicatrices que dejó su maldita navaja. Quería volver para terminar de matar la poca cordura que le quedaba a mi pobre madre, pero yo no creeré en sus mentiras ¿quién me afirmaba que realmente había cambiado? Él podría estar montando un teatro.
―Hija, yo―
―¡No quiero escucharte, no quiero verte, no quiero nada que tenga que ver contigo! ―Sentí como se me escaparon algunas lágrimas de puras emociones negativas y maldije en mi mente por ello. No quería que me viese así―. Nos arruinaste ―mascullé―. ¡Nos arruinaste! ―esta vez grité y salí por donde acababa de entrar.
No le hice caso a los gritos de mi madre. ¿Para qué?
No tenía un rumbo fijo, solo quería irme lejos y desaparecer esta noche, la cual predecía que sería larga.
Para mí no era fácil pasar la página. Dejó a mi madre en la ruina cuando robó todos los ahorros que ella guardaba y ese mismo mes no pudimos pagar la renta; los problemas se multiplicaron cuando mi madre se vio desempleada. Luego nos echaron a la calle por incumplimiento. Mi madre se sintió fatal, no sabía qué hacer con dos hijas muertas de hambre y sin un duro. Fue ahí cuando mis abuelos nos aceptaron y nos trasladamos a su casa hasta que mi madre consiguió empleó y se estabilizó económicamente. Luego nos mudamos a donde ahora vivimos gracias a la ayuda que el padre de mi madre nos ofreció para que le cedieran el título de una vieja casa. Más lágrimas cayeron sin permiso de mis ojos.
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Corromper a un nerd (novato). [EDITANDO]
Teen Fiction"El niño eligió quemarse. Sabe que terminará herido, pero eso no le asusta porque ha estado helado toda su vida y desea, desesperadamente, conocer una nueva forma de doler." ** Llámame Kenzie, aunque en este c...