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Lamento demorar tanto en la actualización, pero estaba de vacaciones en un lugar sin computadora, he vuelto recién este lunes, así que .... Me he puesto de cabeza en continuar con la historia. Espero les agrade este capítulo y los que siguen. Gracias por la paciencia y espera.

A lo que vinimos:

Capitulo 17

La obsesión

Sus miradas se cruzaron por un momento. Tanto ella como él sentían que no les gustaría lo que se avecinaba tras esas palabras. Madara tenía fama de ser despiadado con tal de resguardar la fachada de mascarada y que el mundo humano no se enterara de su existencia. Ambos jóvenes podían sentir la inquietud del otro al considerarse separados nuevamente. Sasuke abre su boca para rebatir el hecho de salir de la habitación y dejarla sola, pero la mirada de su superior es severa y no cabe duda que si no sale por su propia voluntad será expulsado del sitio a la fuerza. Agacha su cabeza y decide retirarse, pese a que su cuerpo se niega a moverse, lo obliga apretando sus puños con fuerza al comenzar a caminar. Antes volver a mirar a la joven, ella le regala una de aquellas sonrisas que tanto adora ver Sasuke, poniendo gran énfasis en mostrarle tranquilidad al darse cuenta de que su Sire se está debatiendo entre permanecer o retirarse. El azabache se da cuenta que aquella mirada y aquella sonrisa son de apoyo y que la joven trata de decirle que no se preocupe.

-La decisión que se tome, mi querido Sasuke- le dice Madara al percatarse de la actitud del joven y la lucha interna que tiene ante la situación- te será informada a la brevedad- sentenciando con esto último que su palabra no será retirada y que debe salir del lugar.

Sasuke un tanto sorprendido al ser tan obvio frente a alguien y sobre todo indignado por mostrar aquella debilidad ante los del consejo, se limita a asentir y voltearse, tras una pequeña reverencia dirigida a Marada, El joven siente como su cuerpo esta rígido ante la falta de conexión entre lo que realmente quiere hacer y lo que está obligado a acatar. Aplicando toda su fuerza de voluntad, logra salir del lugar. Sin embargo, todo su trayecto lo efectuó concentrando todo lo que podía en parecer tranquilo y mantener un ritmo constante al caminar, hasta llegar a la gran puerta de la sala. Aquellos segundos que transcurrieron se convirtieron en una eternidad. Hubiese jurado que si aun estuviese vivo, estaría sudando por el esfuerzo que tuvo que hacer para salir. De sus años como no vivo, jamás se había sentido de aquella forma ante la orden de alguien y sobre todo, por dejar a uno de sus compañeros en manos del consejo.

La puerta lentamente se cierra tras salir de la sala, dejándolos separados nuevamente y si no estuviese convencido que las emociones son cosa de humanos, estaría seguro que ahora, además del miedo, sentía algo más, algo similar al vacío. Teme por la joven, pero más temor siente al pensar que no la volverá a ver.

Mientras camina alejándose del lugar y lentamente recobrando su autonomía al moverse, se cuestiona sobre lo que siente, sus reacciones y sobre todo a esa extraña sensación de vacío que lo llena. Trata de convencerse que todo es porque la joven aun es novata y que su castigo indirectamente representa su propio fracaso.

-Fracaso- murmura mientras da largas y elegantes zancadas por los corredores de la mansión- jamás he sabido que es aquella palabra. Ni siquiera cuando estuve vivo lo experimenté y ahora?

Emite un extraño sonido, algo parecido a un bufido, ante la idea de haber fracasado en su intento por entrenar a la joven y lo que el consejo de ancianos podría pensar y hablar de él como Sire. Odiándose a si mismo por llenar nuevamente sus pensamientos con Hinata y su sentencia, sale de la mansión rápidamente. Se siente furioso por todas aquellas emociones que siente al estar junto a la joven y sobre todo al pensar en no estar con ella nunca más.

OscuridadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora