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Capítulo 10

Reacción

La misma habitación, el mismo hombre, el mismo acercamiento y el mismo dialogo y como había sido la costumbre mientras permanecía en cautiverio, Kakashi esperaba que llegaran con la comida una vez que la luz natural se fuera. Por más que trataba de sacarle información abordándolo con preguntas, no tenía ninguna respuesta satisfactoria. El hombre de cabellos claros solo lo observaba y le decía, que si no fuera porque su jefe lo quería para algo más, el estaría muerto. Había preguntado incansablemente quien era su jefe, que querían de él y por qué lo habían secuestrado, pero todas las respuestas volvían a caer en lo mismo.

Kakashi había logrado desatarse y recuperarse poco a poco. Esperaba aquella noche, cuando recibiera la visita poder hacer algo y salir del lugar donde lo mantenían encerrado. Había tenido el tiempo suficiente para arrancar un pedazo de tabla y desgastarlo para dejarlo como un punzón. No sabía con exactitud que pasaría al intentar liberarse, pero de algo se había convencido. Ese día las cosas cambiarían.

Poco a poco la luz natural se fue alejando y dejando la habitación en penumbras. Kakashi tomo su improvisada arma y esperó a que la visita diaria con la comida llegara. Se paro bajo las escaleras escondido, sabía que la hora se acercaba lentamente y un sudor en sus manos le indico que estaba nervioso y expectante. Las palpitaciones de su corazón comenzaron a acelerarse una vez escucho los ruidos de pisadas que le indicaban que el momento se avecinaba. La adrenalina hacia su efecto y sus sentidos comenzaron a tomar otro nivel. Se había acostumbrado a la escasa o casi nada luz en la que permanecía durante su estancia. Los pasos poco a poco se intensificaban y podía sentir el palpitar de la sangre bullendo en su interior, cada vez todo era más intenso. Respiro profundo varias veces y se decía a cada momento que debía concentrarse, ser astuto y rápido. Era su única salida y la única oportunidad en la que podría escapar.

El ruido de las llaves se sintió y sin darse cuenta, contuvo la respiración, mientras esperaba el momento preciso para su ataque. Giro una vez, dos veces, la manilla de la puerta comenzó a girar, los segundos parecían eternos. Un leve click le indico que la cerradura había sido abierta y un rechinar de la puerta se escucho. Un escalón, dos escalones, tres escalones el hombre ya había entrado y estaba donde podría tener acceso a él de forma más igualada y la posibilidad de correr hacia la puerta una vez su plan funcionara.

Kakashi salió de su escondite en forma silenciosa y preparando su cuerpo tenso sus piernas para lanzarse sobre su objetivo con el improvisado punzón. Aplico toda la fuerza que pudo, dejándose caer para profundizar su ataque. La sorpresiva acción dio resultado y el arma se clavo atravesando ropa y carne en el hombro derecho. Todo lo demás pasó muy rápido. Mientras la bandeja caía al suelo el hombre se tambaleo hacia adelante con la fuerza del ataque recibido, volteo rápidamente sobre si mismo y aun con el arma incrustada intento estirar el brazo para alcanzar a su agresor, sin embargo el ex detective logra reaccionar a tiempo, agachándose en ese mismo instante y girando con su pierna extendida, logra golpear las piernas de su objetivo. El giro fue perfecto, la fuerza la justa y la precisión la necesaria. Todo había salido como el lo había planeado hasta ese momento. Mientras el hombre caía de espaldas, Kakashi corrió escaleras arriba y cerró la puerta de la habitación y como si no hubiese un mañana corrió por un pasillo y un lugar totalmente desconocido. Solo le quedaba el factor sorpresa y mucha suerte para poder salir bien librado de aquella situación.

............

Solo existe el aroma dulce de la sangre. Siente sed y eso la tiene a punto de dejar salir la bestia. Hinata siente desesperación, su dulce elíxir está a solo unos pasos de ella, pero aun tiene una vaga conciencia de que debe resistirse. Sus colmillos y garras aparecen y sus ojos cambian a un color carmesí intenso, cada vez se hace más difícil resistir su impulso salvaje.

OscuridadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora