KAROL POV.
-¡Dale!-Exclama, en un grito-Dale más duro, con más ganas-Vuelve a gritar-¡Tú puedes Karol, más!
No daba más, hacia dos horas estaba en el gimnasio, escuchando los gritos de aliento de mi entrenador.
Quería volver a ponerme en forma, y que mejor que comenzar nuevamente el gimnasio que había abandonado.
Retornar mi vida pasada, que era ir al shopping, gimnasio, juntada con mis amigas, y por supuesto pasar tiempo con Ruggero.
Seguia haciendo los abdominales que me había marcado el entranador, este hombre si te hace sudar, y cansar, no hay cosa que no me hizo hacer.
Entre todo, sentadillas, abdominales, piernas, brazos, caderas, y muchas cosas más que tenga que ver con el entrenamiento del cuerpo.
-No puedo mas-Digo, suspirando intentando de levantarme de la colchoneta color azul, pero como no lo logré solo me apoye en mis codos-Estoy cansada.
-Vamos Karol-Dice ironizó, pasándome una botella de agua mineral-Tienes un cuerpo espectacular, el cual da para más que solo esto, tienes que seguir entrenandote. Todos los dias-Abro la botella, para comenzar a beber el líquido.
Una vez que terminó de tomar el agua, cierro la botella y la dejo aun lado. Para recostarme en la colchoneta estirando los brazos.
-Harry, entiende que hace años no venía a un gimnasio. ¿Sabes cómo me va doler el cuerpo mañana?-Pregunto, tomando bocanadas de aire.
-Si te duele, es por qué tú cuerpo está funcionando bien, y es síntomas que estás quemando calorías escondidas-Aclara, fija su vista en el reloj de muñeca, para volverla a mi-Es todo por hoy. Pero mañana te quiero sin falta, Karol.
-Hay está bien señor gruñon-Digo, riéndome, levantándome del suelo, para agarrar mi mochila color negro, y colgarmela en el hombro-Nos vemos, hasta mañana-Deposito, un beso en su mejilla para bajar las escaleras.
Si, estábamos en un segundo piso, abajo estaba el gimnasio de la parte masculina. Nosotras arriba.
Sigo bajando la escaleras, hasta llegar a la parte de los hombres. La cual está repleta, hay muchos hombres habiendo ejercicio.
Y ahí está, Michael. Esperen... ¿Michael? ¿El viene a este gimnasio?
Lo veo haciendo sentadillas, pero al verme se detiene, para tomar una toalla y acercarse.
-Karol-Exclama el-¡Que sopresa! No sabía que venías a este gimnasio-Dice pasándose la toalla por la nuca.
-Ni yo tampoco que tú lo hacias, ¿Hace mucho vienes?
-Bastante, debo ejercitar mis nalgas-Su comentario hace que me ria-Ya que a tu rubia amiga, le gusta mucho tocarmelas, debo mantenerlas en forma.
Mi celular empieza a sonar, dentro de mi mochila, me la quito del hombro. Y abro el cierre, para tomar mi móvil.
<<Ruggero Pasquarelli>>
Me indica en la pantalla. Y una foto de el sin remera y solo con unos pantalones color gris, hacen que muerda el labio.
Le enseño a Michael, quién es el que está llamando, y el alza las cejas.
-Prestame tu celular-Niego, y el vuelve a insistir-Dejame hacerle una broma, le diré que fue idea mia, Karol-Accedo a entregarle mi móvil, el atiende la llamada y lo coloca en alta voz-Hola Pasquarelli-Dice al contestar.
-¿Michael?-Responde el italiano, confundido-¿Que haces tu con el culular de Karol?
-Uy, es que amigo, no sabes-Comienza a decir el nalgon, que le dirá...-Primero me gustaría que no te enojes con lo que te voy a decir.