-¿Dices que estará haciendo fotos?-Le pregunto, mientras miramos desde el auto, el lugar donde hacen sesión de fotos, para las revistas más importantes del país.
-No lo dudo-Niega el, mientras saca la llaves del auto-Es prácticamente lo que hace siempre, todo el tiempo me decía que tenía que hacer fotos para distintas revistas. Era agotador.
Me vuelvo a colocar mis lentes oscuros, para abrir la puerta del auto, y salir de el, con Ruggero.
Comenzamos a caminar hacia la gran puerta de la agencia de modelos.
-¡Alto ahí!-Grita una voz-¿A dónde creen que se dirigen?-Era un guardia de seguridad.
-Karol Sevilla-Digo, mostrándole mi documento.
-Ruggero Pasquarelli.
-La modelo, Malena Ratner nos invito a ver su sesión de fotos que haría hoy-Digo, yo explicándole la situación-Si quiere puedo llamar a mi padre, Hugo Sevilla y puede arreglar las cosas con el...
-No hay problema señorita, pueden pasar-Se retracta el hombre, de lentes oscuros.
-¿Ustedes qué diablos hacen aca?-Escuchamos una voz atrás nuestro.
Malena.
-¿Tu que crees?-Le digo, al darme vuelta-Vinimos a tomar sol, vine a reclamarte por qué fuiste tan perra de decir semejante falsedad.
-¿Yo?-Se señala irónica-Si ustedes se andan revolcando por lo menos háganse cargo.
-Es MI vida, no te metas-Le grito-¡A ti no te tiene que importar lo que yo haga! ¡Entiéndelo de una vez!
-Si claro, eres una señorita de clase-Dice riendo-Es es lo que aparentas, pero no eres nada más que una zorra regalada-Eso fue lo último que dijo antes que mi mano se estampada con su mejilla.
Ella hizo el intento de devolvermela pero, Ruggero interrumpio.
-No te atrevas-Le advierte-Ya bastante tenemos con la estupidez que dijiste por resentida.
-¿Resentida yo? Ya quisieras, Pasquarelli-Acota Malena, riéndose con falsedad-Creo que los medios no dicen bien, mejor dicho, los acusan de ser amantes.
Por un momento, no la aguante más y me fui ensima de ella empezando a jalar su negro cabello.
La voy a dejar pelada, zorra mal parida.
-¡Suéltame inadaptada!-Exclama Ratner, en un grito de dolor.
-Esto es para que aprendas que conmigo no te debes meter-Digo, poniendo mis manos en su cuello-Ni con el tampoco.
-¡Seguridad! ¡Ayuda! ¡Saqueme este animal de ensima!
Siento unas manos en mi cintura, que me levantan en el aire alejándome de Malena.
-¡Suéltame Ruggero!-Le grito, intentando de safarme-¡La voy a matar, no le voy a dejar ni un pelo a esa perra!
-¡CÁLMATE KAROL!-Dice todavía, sosteniendome en el aire abrazandome por atrás.
-Bien...-Digo resignada. El me deja en el suelo, sin pensarlo hago el intento de ir tras ella pero me vuelve a agarrar de la cintura-¡Por qué haces esto! ¿Por qué la defiendes?
-No la éstoy defendiendo, Karol. No necesitamos más escándalo del que ya hay y eso es lo que vas a provocar-Dice, intentando hacerme entrar en razón, dejándome nuevamente en el suelo-Ella está buscando cualquier cosa para perjudicarnos, para perjudicarte.
Quizás Ruggero tenga razón, y debería ignorarla. Pero es muy difícil hacer como que no pasa nada mientras esa me arruina la vida.
Siempre que intento ser feliz pasa algo para cargarme la vida. Trato de no darle importancia pero es complicado.
Y como si este dia no pudiera ser peor.
Una avalancha de periodistas se nos acercaban. Me volví a colocar mis gafas oscuras, para comenzar a caminar junto a Ruggero.
Carajo.
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