El ambiente luego de la cena era una mezcla entre relajado y tensionado, algo ya de por si bastante intenso y confuso para Jeongguk que intercalaba la mirada entre los señores Park y Jimin, que estaba sentado frente a él mirándolo fijamente cada vez que le preguntaban algo.
Apenas parecía pestañear, y eso tenía a Jeongguk moviendo los pies nerviosamente.
—Dinos, Jeongguk, si no te molesta. ¿Como fue que conociste a Jiminnie?
La señora Park sonreía con tanto amor retenido que el resto de su familia la tuvo que mirar dos veces para creer que lo que ocurría, era raro, puesto que ellos normalmente no hablaban de Jimin en la mesa, ni de cosas relevantes a la hora de hablar de emociones.
—Bueno... —jadeo riendo, las memorias sacándole una linda sonrisa, que por supuesto, Jimin no se perdió—. Yo tenía un pequeño gran problema en ese entonces... Estaba literalmente tirando todo por el piso, y entonces ahí estaba él, algo así como regañandome de que aún tenía tiempo para volver a hacer todo. Y luego se fue —el señor Park miró a su hijo con una cálida y burlona sonrisa, y la señora con indignación—. Aun que quisiera explicar como nos... Acercamos, no puedo. Fue algo así como destino, él no hablaba mucho y yo sólo necesitaba en quien apoyarme, Jimin es lo suficientemente fuerte para ello, así que gracias por tener a un hijo tan encantador —finalizo con una profunda mirada a la persona frente a él. Jimin se lamió los labios y sonrió con orgullo, que maldito pretencioso.
La señora Park le dio unos cuantos sermones nerviosos a Jimin mientras su padre hablaba bajo con Jeongguk, haciéndole ruborizar por el tema; Jimin y su relación.
Seguro, no eran amigos, definitivamente estaba claro que ese no era el camino que llevaban, pero tampoco se habían sentado a declararse, y que Jimin le invitara a su casa a como último recurso de cita, bueno, en realidad él lo estaba amando. Podrían haber ido a cualquier parte, pero él lo disfrutaría igual. Si, gustaba de él, y mucho, amaba sobre todo su peculiaridad, sabía que no encontraría a nadie como él, y admitirlo frente al hombre era muy vergonzoso, pero se negaba a ocultar sus intensiones.
—Muy bien —aclaró el señor Park luego de unos minutos—, me parece muy bien.
Antes de que pudiera preguntarle a que se refería, la señora Park habló, como si hubiera estado atenta a su conversación aún hablándole a Jimin.
—Entonces, ¿ya son novios?
Un coche pasó por la calle fuera de la residencia, todos lo escucharon con claridad intentando buscar algo que decir antes de que sea tarde.
Jeongguk levantó la mirada, y sonrió para sus adentros al ver a Jimin tan sonrojado y bonito, luego bajó por sus rojizos labios, hasta tres botones abiertos de la camisa dejando ver su -probablemente- exquisita piel...
—Oh... —Jeongguk volteó hacia la mujer, ella moviendo algunas cosas de encima de la mesa—. Ya veo, ya veo...
Jeongguk comenzó a sentir un increíble calor cuando de pronto Jimin se levanta, se disculpa y camina hasta llegar al lado de Jeongguk jalando de su brazo.
—Jeongguk y yo daremos una vuelta, con permiso.
Jeongguk miró la mueca de Jimin, estaba un poco incomodo con la situación, quizá no tan poco, pero no lo demostraba.
—Claro, señores, fue un placer... —Dijo levantándose y haciendo una inclinación, Jimin lo volvió a jalar del brazo—. Nos vemos pronto...
Y luego Jimin le entregó uno de sus abrigos, poniendose él también uno para salir de verdad a caminar, la noche no estaba helada, el viento frío era refrescante para las rosadas mejillas de Jeongguk.
Jimin iba unos pasos adelante con los hombros tensos, las manos hechas puños y refunfuñando.
Muy adorable.
Jeongguk le alcanzo, y descubrió un deje de rosa en los pómulos de Jimin, que miraba un poco perdido un punto a un costado mientras caminaba, la explosión de reacciones de Jimin era equivalente a una lluvia de meteoritos.
Fingiendo demencia, Jeongguk guió su mano acariciando el brazo izquierdo de Jimin hasta llegar a su mano, y ahí unirlas.
Fue incómodo, mientras Jimin bajaba de su mundo de pensamientos, y lentamente reaccionaba, sin embargo no lo apartó, y eso le dio seguridad a Jeongguk.
Caminaron hasta un pequeño lago cercano al parque, donde había un gran sauce y una banca que daba al agua. Se sentaron aún sin separar las manos y observaron las estrellas acompañadas de la luna reflejándose en el agua.
—Tus padres son agradables, se nota que te aman.
—Tienen que hacerlo, son mis padres."No todos son así", pensó Jeongguk.
—Sí, tienen qué. ¿Tu los amas también, no?
—Sí...Jimin lucía un poco desconcentrado mientras miraba el cielo nocturno, Jeongguk no podía quitarle los ojos de encima.
—Me alegro de que me hayas invitado...
—¿Me quieres?Jeongguk abrió los ojos sorprendido y oyó perfectamente los grillos cantando a sus espaldas. ¿Era esta una de esas escenas románticas?
—¿C-Como?
—Como hombre, ya sabes, si crees que soy lindo o amigable... ¿soy tu tipo?
—S-Si.Jimin lo observó intensamente, intentando descifrar lo que sea que aquellos brillantes ojos quisieran decirle.
—Si, ¿que?
—Si, me gustas.Jimin inhaló intensamente.
Bien, esto era bueno.
Un miedo, descartado.
—Eso es bueno... No puedes gustar de alguien más, Jeongguk.
—¿Por que no?
—Yo también te quiero, ya sabes, a veces eres como demasiado hermoso para dejarte sólo, no quisiera que nadie más lo notara y se te quedara viendo como idiota o intentara algo... Y me he pensado muchas cosas, así que encuentro conveniente que si ambos nos gustamos podríamos tener una r-relación, ya sabes... —soltó Jimin tan rápido como pudo mirando directamente los ojos de Jeongguk.Según su madre, se esperaban lágrimas y hasta gritos de felicidad. Pero sólo escuchó la melodiosa risa de Jeongguk llenando el silencio.
—¿Conveniente? Park Jimin, ¿Acaso... Me estás pidiendo ser tu novio?
Jeongguk observó la mirada de Jimin analizarlo y luego asintió.
Su sonrisa disminuyó lentamente.
—Oh... Bueno, por supuesto, es conveniente. Así ya no tendremos sólo que mirarnos e imaginar —se detuvo antes de soltar alguna tontería.
Jimin tragó saliva.
—¿Aceptas ser mi novio, Jeonggukie? —Jimin se volteó hacia a él sonriendo y acariciando su mano con el pulgar.
—Suena a matrimonio —bromeo Jeongguk.
—Eso puede ser a futuro.Nuevamente rió alto y se cubrió la boca, mirando a Jimin con un gran brillo en los ojos, como sí él fuera la luna.
—Esta bien, acepto.
Se miraron a los ojos, sonriendo y sintiendo los nervios disiparse siendo reemplazados con el cosquilleo y el latido rápido de el amor.
Jimin se acercó lentamente, buscando sellar aquél conveniente acuerdo que cerraron.
Y entonces, Jeongguk pasó sus manos por su nuca y lo atrajo hacia él para besarlo de una vez, sus labios suaves y dulces, buenos, muy buenos.
Se dio cuenta de que entonces, él sabía desde antes, que Jimin sería para él, lo que el oxigeno era para la vida.

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Semilla | 지국 |
FanfictionUna semilla, puede tener muchos significados en distintos puntos sociales, en este caso, tiene que ver con la influencia de las personas sobre uno mismo. Sobre como actos tan simples pueden ayudar a alguien con algo que les está costando llevar, una...