Capitulo Catorce

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Estoy muy molesta con Tyler. Al llegar al departamento se dejó caer en el sillón todo golpeado.

—Hermano te patearon el tracero. Mira que ese idiota pega fuerte.—Tyler le lanzó un cojín a la cara con mucha fuerza.

—¿Inútiles donde tienen el alcohol y el algodón?—Es imposible que estos dos vivan solos, todo esta fuera de lugar.—¿Que demonios hace un plato en la regadera?

—London desayuna mientras de baña. —Mejor no pregunto más.

—London ve a la farmacia por Alcohol, algodón, vendas y cinta.—El odebecio y se fue.

—Se que estas molesta, pero no me pude contener las ganas.

—¿Como te has enterado?—Me tire junto a él en el sillón, dicho acto le dolió.

—Iba en camino a verte de sorpresa cuando escuché hablando a Aldo y a Dulce de lo que pensaba hacer Kendall, luego lo vi y de la nada ya mi puño estaba sobre el.—Ese es un defecto que tiene Tyler, su ira incontrolable.

—Da igual ya, después de esto lo más seguro es que me castigue y si me mande a la banca.—Sabe que la regó, no puedo estar enojada por esto. —Mi tiempo en New York terminó Tyler.

—En ese caso el mío igual.

—¿Y la universidad?

—Acepte entrar solo porque estarias tu aquí, en absoluto me interesa si es una de élite o una local. Ademas extraño a los otros tres Steven. Será bueno volver.—Tome de la esquina su playera y se la saque. Ya comienzan los empatómas en su abdomen.

—Aún no me la creo que me hayan dado mi paliza.—Subi arriba de él para besarlo.  Termine limpiando la sangre y las heridas con papal y agua ya que el primer Steven no llega. Lo he llamado un sin fin de veces y no responde. Tyler me giro a él de nuevo para besarme, tomarme en peso y llevarme hasta su habitación donde nos comemos a besos.

—Tengo que parar ahora.—No quiero que lo haga. Ahahaha. Odio que le tenga tanta lealtad a mi padre.

—Tengo que regresar a chicago Tyler.

—Dirás que tenemos que regresar,  vuelvo contigo.—Me levante de golpe.—Para que quede claro, solo vine aquí por ti, no me interesa que sea una universidad de elite o una publica.

—Estás loco.

—Será bueno volver a casa.—No es bueno volver a casa.
—No quiero volver a casa así, derrotada.—Tome mi teléfono y me mensaje con la rubia, le pedí de favor que me investigará si me banquearia o no.

—Por mucho que odie a ese idiota creo en su palabra, no te banqueara. El equipo se vería afectado si saca a Dulce y a ti.

—Si lo hace va a California, en esa universidad estudiaron sus pasados Tyler. Su meta es seguir los pasos de su abuelo y padre.

—No nos adelantemos, esperemos a el partidos haber que pasa.

...

Son las 6 y es hora del juego, ni dulce ni yo fuimos al vestidor de los hombres para la reunión ni para decir el credo del equipo, el entrenador nos llamó pero ninguna de las dos obedeció.

Hoy jugamos contra las marmotas y es un equipo muy fácil, esta en la tabla de la liga en los últimos lugares.

—Debido a que ciertas perosonas no estuvieron en la junta.—Me miro a mi y a Dulce.—Volvere a dar el mensaje, este juego es amistoso, tenemos una buena relación con las marmotas así que emparejare el juego, banqueare a los de 2 nivel. Así que Harol, Yared, Dulce, Aldo y Steven no jugarán.—Pude notar perfectamente el enojo de Dulce, pero yo lo entiendo y más porque no solo nos sacó a nosotras dos.

—Yo tampoco jugare entrenador.—Dijo Kendall.

—Eres el capitán, tienes que jugar.—Le dije molesta.

—No, según las reglas de la asociación mundial del béisbol si el capitán se encuentra indispiesto puede ceder su lugar al suplente. En este caso es Aldo.

—Aja y te sientes indispiesto por la paliza de hace rato ¿No?

—Exacto, tu novio pega fuerte.—Se levantó la pleyera y pude ver varios moretones en su abdomen.—Juega Aldo.

—¿Perdón?  tu ya no tomas esas deciciones Kendall, vas a jugar.—Le dijo el entrenador molesto.

—Tengo mi certificado medico que me impide jugar.—Le entrego una hoja.

—Es solo una hoja de maquina que dice incapacidad para jugar.—¿Que?—Firma yo, el doctor.—No pude evitar reirme.—Incapacidad mal escrito por cierto.—Kendall le propicio un bachon a Yared.—¿Estas consciente que los reclutadores de California están ahí para evaluarte?

—Ellos quieren a un jugador que no le importa su equipo, yo no soy ese jugador. No juego.

—Ni yo tampoco.—Recalca Aldo abrazando a Dulce.

—Universidad de Boston.—Dije en coro.

—Mierda.

—Hazlo, no pasa nada.—Le dice Dulce. Tanto fue su presión que si jugará.

Lamentablemente perdimos el volado y nos toca batear primero.  Ninguna carrera entro.

—¿Soy yo o el de segunda base tiene un brazo poderoso?—Ay algo nuevo en las marmota, son más coordinados y veloces.

—Si lo note, además el pichert tiene una curva brava.—Dijo Dulce.

–El picher es el mismo del año pasado, no era bueno hace un año no es bueno ahora.—Kendall ni siquiera está viendo el juego, esta recostado en la banca con la gorra cubriendo sus ojos.

—Tercer straik, estas fuera.—Al escuchar eso se levantó de golpe.

—¿Estas seguro?

—¡Steven, Dulce, Yared, Kendall, Aldo! Al campo.—El entrenador vio lo mismo que nosotros.—No se que esta pasando, pero no dejen que anoten ninguna carrera.—Me coloque en primera base, queda de mi que ni llegué. El primero en batear es Yong Lee y yo lo conozco.

—Retrocedan.—El era uno de las águilas, tiene un hit inigualable.—Ahora.—Kendall me miro extraño, mire a Yong y esta disfrutando esto como nunca. Kendall lamzo y al pionero intento lanzó la pelota al final del campo. Cuando la pelota volvió se quedó en segunda.

Segundo en batear y sacó la pelota

—¿Que Mierda esta pasando?—El entrenador pidió tiempo fuera para reunirnos.—¿Alguien más esta preocupado?

—No se que este pasando, pero quiero que le partan el tracero a este equipo o quedarnos al final en la tabla, ahora salgan y den todo.—Todoa golpeamos el guante y se comenzaron a ir.

—Esperen, falta algo.—Me miraron raro. — ¿Quienes somos? —Grite.

—16 mentes.—Gritamos al unísono.—Un equipo.—Nos siguió toda la escuela en las gradas y los comentaristas—Una razón, un objetivo, un sueño, una meta, una victoria, un jugador, dorados en la piel, dorados en la sangre, dorados en el corazón, dorados en la vida. ¡Equipo a ganar!

Una Steven en Apuros.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora