Una Steven en Apuros.

Capitulo Cuarentaidos.

Hoy es mi último juego portando uniforme de los Dorados. Todo el camino de regreso he estado muy intranquila, Kendall me dejara el cargo de capitán en mi último juego, toda la liga estará ahí y lo importate mi familia.

—Liam deja de pasar las canciones, me vuelves loca.

—Ya lo estas hermanita.—Mire a papá y el solo le pone un golpe a mi hermano.

—¿Te imaginas Alex? Si pierdes.—Matare a Taylor. —Tanto trabajo para perder el último juego.

—Taylor si quieres conservar tus pelota callate.—Tyler se molesto.

—Te lo decimos por experiencia, no le busques.—Dijeron en coro los gemelos.

Estoy tan nerviosa que puedo saltar de la ventana y no sentir nada, todo esta en mi estómago.

—¿Ya mero llegamos?

—No Louis, aun falta.—Respondi.

—¿Y si no llegamos?

—Si vamos a llegar Louis.—Respira dentro fuera, dentro fuera.

—Solo pregunto, ¿Que pasaría si no llegamos?

—Agarreneme.—Tome una botella de plástico y lo golpe, la Ban está lo suficientemente grande como para poder alcanzarlo sin que me detengan todos.—Sigueme buscando.

—Es broma hermanita, se que seras la mejor, siempre eres la mejor.—Le mande un beso. El resto del camino fue paz y tranquilidad pura.

...

—Dejame en la escuela, debo recoger mi uniforme.—Para el último partió el directo nos mando a hacer un uniforme especial, negro con Dorado.

—Hasta que llegas mujer, creímos que no venderías.—La tesorera me entrego el mio y al parecer no es el último.—¿Quien falta de recoger su uniforme?

—Kendall.—Ay no.—Puedes llevártelo, tengo que cerrar y no puedo esperarlo.

—Claro que si.—Me lo entrrgo y corrí por mi vida hasta los vestidores.—Chica entrando, vistanse.—Gracias a dios están todos vestidos.

—Alex la ceremonia inicia en poco ¿Aún no te vistes?—Dulce es una dramática.

—No me tardo nada. ¿Donde esta Kendall?—Nadie me mira y lo peor nadie responde.—Lo preguntaré una última vez. ¿Donde esta Kendall?

—No vendrá.—Respondio Aldo detrás de mi.—Tampoco el resto del equipo.—¿Que?—Mire detrás de los principales y no hay nadie de reserva.—No jugaron toda la temporada y no piensan presentarse hoy.

—No no no, no pueden hacer esto hoy.—Me esta ganando el pánico.—Somos 8, deben ser 9 para que nos dejen jugar.—Piensa Alex, piensa. —Aldo tu teléfono ahora.—Me lo dio.

Llamada saliente a Ian.

¿Que hay hermano?

—¿Cuanto tengo que rogar para que te pongas el uniforme y juegues?

—Uy la diosa Alex pidiendo ayuda de un mortal.

—Ian.

—Un beso.

—Hecho.

—No recibire menos. ¿Que?

—Ponte el uniforme juega y luego hablamos de eso.

—Voy enseguida.

Fin de llamada a Ian.

—Resolví el problema si alguien la caga lo mato ¿Escucharon? Lo mato.—Todos me miran con cara de terror.—Suerte a todos esta noche chicos.