Una Steven en Apuros.

Capitulo Treinta Y Dos.

La verdad es que no creí que las Águilas jugarán tan sucio, su blanco no era Aldo sino Kendall.

—Beto tienes que investigar esto.—Estoy furiosa.

—No tienes pruebas Steven, además tu abandonaste este equipo así que no culparia a los chicos por buscar venganza.—¿Esta bromeando verdad?—Ahora vuelve a tu hotel o la liga se va a enterar de tu acoso al entrenador contrario.

—Muy bien, y por el pasado que nos une, realmente espero que mañana no se humillen tanto.—Esto lo pagan caro.

Mensaje de WhatsApp al grupo Dorados.

Autobus, lámparas, sogas, aerosol y una bolsa negra.

Regrese al hotel después de conseguir algunas cosas y ya me esperan todos en el autobús, aun no se como demonios lograron juntar todo lo que les pedí pero de ellos, ya no me sorprende nada.

—¿Porque la ropa camuflada?—

—Porque la única vez que usas el grupo de WhatsApp es para hacer algo malo y digamos que estamos en guerra.—Respondio Yared.

—Exacto.—Ahora Kendall.—¿Cual es el plan?

—Un contacto muy cercano me acaba de dar valiosa información sobre donde están las Águilas.—Kendall me miro mal al decir contacto cercano.—Según esto, ciertos patrocinadores  les pago unas pequeñas vacaciones en un spa de la ciudad, claro esta todo esto por debajo de la liga.—Si, esto también a mi me molesta y mucho.

—¿Y eso que?—Pregunta Aldo aun drogado.

—Que no hay nadie en la escuela, así que tomaremos algo que le pertenece a los Steven y no a esos mal nacidos, que presumen triunfos agenos.

—¿alguien más no entendio?—Preguntó Harold.

—Por 4 generaciones los Steven han puesto en alto el nombre de Morrison y ahora traicionan a una.—Llegaron mis hermanos.—Eso se paga con cresea. Además los muy  estúpidos ya han hecho espacio para la copa de este año.

—¿Y ustedes son?—Pregunto Harold.

—Louis.

—Y Luis Steven, la pesadilla de Morrison.

—Y cuñados de Kendall.—Ambos giraron a ver muy mal a Kendall.—Los mismos que quieren despellejarlo vivo.—Comentó Dulce.

—Exacto, somo TeamTyler amigo.—Ay dios, ya van a empezar.

—Louis callate de una vez y dame las llaves de la camioneta.—Estoy molesta, no tenían que haber mencionado a Millen esta noche.

—¿Entonces que hacen aquí?—Y lograron enfadar a Kendall.

—Se metieron con nuestra hermana, se meten con nosotros.—Y llegó Liam.—Que onda cuñado.—¿Wtf? En verdad que mi familia es la más extraña del mundo.—¿Listo para hacer diabluras?—Liam abraza a Kendall como si fueran los grandes amigos, ¡por dios! Solo se han visto un par de veces y al principio se odidan.

—Siempre listo.

No pienso seguir soportando esto, le quite las llaves a Louis para dirigirme a la salida, así es la única forma de que me sigan todos y deje de molestar con TeamKendall o TeamTyler.

...

Aparcamos a unas cuadras de la escuela. Para nada se ve raro a 16 personas vestidas de negro caminado sigilosamente con linternas hasta la escuela.

Dividimos el grupo en dos, mis hermanos han hecho esto muchas veces y saben cuales son las formas de entrar.

—Dejan esa ventana abierta, es el laboratorio de química.—Comentó Louis.

—Claro, tenía que ser en la segunda planta ¿verdad?—Odio las alturas. Entre Liam y Kendall me ayudaron a subir, después Liam y seguido de Kendall.—Vigilen, en un momento volvemos.

—Con cuidado Alex, recuerda el conserje nocturno.—Asentí y corrí junto con los chicos.

—La vitrina está por aquí.—Liam señaló el camino, la escuela luce diferente, ya no hay carteles por los pasillos anunciando próximas actividades o los carteles donde nos dicen como salvar al planeta.

—Algo anda mal aquí.

—Todo esta mal aquí Liam, estamos en una escuela por la noche.—¿Acaso Kendall tiene miedo?

—Oh vamos Kendall, no me digas que crees en la maestra Robledo.—Oh vamos Liam campta el juego.

—¿Quien es la maestra Robledo?

—Una maestra de teatro, se suicidó en el escenario hace 20 años y se dice que su alma ronda por la escuela.—Gracias ardilla de Liam, al fin giraste tu ruedita.

—Alumnos han asegurado haberla visto en el escenario, justo donde murió haciendo su escena final.

—No me van a asustar par, se que eso es falso ya que aquí ni siquiera hay un teatro.—Liam lo gira a la puerta de atrás donde esta un cartel que dice Teatro.—Eso no quiere decir que realmente se aparezca una maestra aquí.

—Bien, entonces si no te da miedo no habrá problema de que tengamos que entrar para llegar a la vitrina. ¿O si?—Nos iremos al infierno por esto.

—Para nada, andando.—Entramos.
Realmente se ve escalofriante, apenas y puedo ver por donde voy.

—Algo se movió.

—Vamos Alex, no voy a caer.—Mierda.

—No estoy jugando, algo se movio detrás de esa cortina.—Haber Alexandra tranquilizante, lo más seguro es que tu mente te esté jugando una mala pasada.

—No voy a caer, así que andando.—Kendall siguio y Liam me miro divertido.

—Mejor actuación para la próxima hermanita, no asustarnos fácil a este hombre.

—Liam no es juego, vi una sombra negra entrar en esa cortina.—Le dije lo más seria que jamás he sido.

—No voy a caer, que no se te olvide que soy tu único cómplice aquí.—Me guiño un ojo y siguió al rubio.—Andando.

—Se movió la cortina.—No es mi mente.—¿Si lo has visto?

—No, andando o la maestra Robledo te va a llevar a su terrible obra en el más allá.—Segui caminado.

—¿Aún estamos lejos?—Pregunta Kendall ya fuera del teatro.

—Es por aquí.—Intente olvidar el tema del teatro y seguir pero siento que algo nos observa.

—¿Escucharon eso?—Son dos voces.—Eacondanse.

Entienda entrenador, esto lo hicimos por venganza. Los dorados nos deben muchas incluso el año pasado ¿Ya lo olvidó?

Cristopher esta no es la manera de arreglar las cosas.

¿Porque no tenemos dinero como ellos? Disculpe si no tengo 2,000 dolares para comprar al picher del otro equipo.

¿Y por eso golpeas te a un inocente?

Fue Kendall quien compró a Rene, no ese muchacho.

—¿Qué?—Mierda, lo dije en voz alta.