Una Steven en Apuros.

Capitulo Ventiseis

AL llegar al estadio uno de los administradores de eventos de la liga nos llevo hasta la entrada de los jugadores, pasamos por una mini rueda de prensa donde ambos entrenadores responden preguntas. 

-Antes de proceder.-Interrumpio el entrenador de los Yankiees Aaron Boone.-Quiero presentar a unos invitados de lujo.-Se puso de pie.-EL mejor equipo de la liga juvenil. ¡LOS DORADOS!-Esboso una sonrisa tan grande que pareciera y esta orgulloso de nuestro equipo.-Ayudenme con un fuerte aplauso para recibirlos.-Demasiados medios de comunicación están presentes.

Pregunta tras pregunta a Kendall sobre su abuelo y padre.

-Se corren rumores de que el instituto Collins.-Pff, Collins es un sueño para cualquiera.-Ya esta en la búsqueda de sus nuevas estrellas para el siguiente año.-¿Porque me ve a mi esa reportera?

-El año que viene yo ya no seré un dorado.-Respondió Kendall.

-Disculpe, me dirigía a la señorita Steven.-Si era conmigo la cosa. 

-No sabia que Collins estuviera reclutando. 

-Pues lo están, y usted señorita Steven esta en esa lista.-Pude notar que nuestro entrenador se puso nervioso.-También la señorita Dulce Hodman. -Toda la sala se quedo en silencio, nadie puede creer que esa mujer tenga tal información.-De hecho la invitación de venir aquí fue por parte de Collins. 

-La invitación decía que era para felicitar a Hodman y Steven, y venia de la liga. 

-Joven William el director de la liga es fiel seguidor de los Demonions de Collins.

-Suficientes preguntas.-Dijo Aadam al notar nuestra incomodidad. 

-¡Todos entren al vestidor!-Esta furioso el entrenador.-¿Alguno de los mencionados ha residido alguna propuesta de irse a otra escuela?-Ninguna dijo nada.-Porque si lo hicieron y no paso primero por dirección y autorización de sus padres están incurriendo en un delito. 

-¿Steven?-Todos me miraron a mi. 

-Lo juro.-Mi aliado con la liga nos ha interrumpido. 

-Disculpen , en verdad lamento este mal entendido.-Con eso no le basto al entrenador.-La liga por años ha prohibido la participación de mujeres en el diamante y ahora que Hodman y Steven son noticia las quieren en el mejor equipo a nivel profesional. 

Por lo que tenia entendido Collins como otras escuelas ya no pertenecen a la liga juvenil escolar, ya ellos pertenecen al profesional 15-20. eso significa que haré lo que amo y ademas me pagaran. 

-Nos vamos todos.-Dijo Kendall molesto. Todos siguieron a Kendall con excepción de Dulce y yo. 

-Chicas, Collins es una oportunidad única, es un paso mas a su carrera profesional.-Eso lo se. Tan solo imaginen, si en Kennedy pueden entrar a cualquier universidad ¿Que no podrán hacer en Collins?-Cuando estudiaba en Morrison una de las opciones  de beca era Collins. Investigue pero nunca escuche de su equipo en las ligas escolares, hace unos meses entendí porque. 

-¡Steven!¡Hodman!-Volvió Kendall.-Dije hora de irnos.-Esta furioso. 

—Piensen bien las cosas.—Ay algo que no me cuadra con la liga, primero su obsecion por los dorados y ahora por Collins. Esto no me huele nada bien. Al salir del estadio esta todo el equipo reunido discutiendo con el entrenador.

Llamada entrante De Rubia.

—¿Donde estas? Acaban de decir que los dorados no se presentaron.

—¿Estas en el estadio?—Me gire a Dulce.

—Si y no estoy sola.

—Hola cariño.—Oh no me la creo.

—¿Papá? —En verdad no me lo creo.

—No podía perderme tu primer juego a lo grande.—Puedo escuchar perfectamente a los simios peleando por ver quien es el que sigue al teléfono.—¿No te dio pánico escénico verdad?

—Por favor, soy una Steven.

—Y tienes al ángel y al padre más orgulloso del mundo.—Ay no.—Suerte hija. Te amo.

Fin de llamada de Rubia.

—Tu familia esta aqui ¿Verdad?—Asentí.—Sea cual sea tu decisión la apoyo.

—Alex ¿Estas bien?—Pregunto Aldo al verme llorar.

—Chicos lo lamento.—Pude ver como Kendall se petrifico con mis palabras.—Tengo una familia a quien no debo desepcionar y un sueño que cumplir. En serio ¡PERDÓN!—Me di media vuelta para volver entrar al estadio.

—¿Lista?—El de la liga colgó su llamada para acercarse a mi sonriente.—Sabia que eran unas chicas listas.—Me gire detrás mío y esta Dulce de la mano de Aldo y detrás el equipo, todos menos Kendall.—Los demás entren por esa puerta, chicas síganme.—Con la mirada le pregunté a Dulce por Kendall y solo me negó con la cabeza.

...

—Oheoeoeoeoe Steven, Steven.—Ya me traen mareada estos gritones.—Oheoeoeoeoe, Ganamos, Ganamos. Oheoeoeoeoe, oheoeoe, Steven, Steven.

—Pero no ganamos.—Los corrigo.

—Sh, pero eso no lo saben las personas en la calle.—Me dijo Liam.
Dios, hermanos normales es lo que te pedí.

Hoy en verdad fue un día de locos, London terminó peleándose con un tipo en las gradas por estar viendo demás a Erika, Liam termino ebrio por pelear con Madisson por teléfono, Louis afónico de tanto gritar mi nombre y Luis casi con orden de restricción por parte de la madre de la rubia. Le hizo firmarle hasta los calzónes. En fin, amo a mi familia y no pienso avergonzarme de ella.

—Oheeeeoeoeoeoe, Steven Steven.

—Esto no es una casa.—Dijo papá.

—Es nuestra casa señor Steven, pasen. —Los señores Henderson invitaron a todo el equipo y mi familia a una mini fiesta en su casa, cosa que no se como será ya que viven en un edificio.

En grupos subíamos hasta el último piso.

—La fiesta será en la terraza.—Tremenda vista tiene este sitio, podría acostumbrarme a esto.

—¿Te gusta?—Llego el papa de la rubia a un lado mio.

—Es hermoso.—Un atardecer maravilloso, un central Park verde y enorme es lo que me a enamorado.

—Este es el lugar favorito de Sara para componer, dice que aquí su me te esta más clara y así puede decidir que es lo que quiere.—Lo mire confundida.—En esta vida las oportunidades se presentan solo una vez Alex, Collins es una de ellas.—Ahora lo mire sorprendida. Nadie sabía de Collins más que el equipo.

—Fue usted.

—Talento como el tuyo y el de Hodman debe valorarse.—Me entrego dos sobres color negro y se fue. Uno lleva mi nombre y el otro el de Dulce.—Señor Steven porque no pasamos a mi despacho y dejamos a la juventud alocarse un poco.—El padre de Arianna se llevó al mío hasta un elevador y desaparecieron.