Capitulo Venticuatro.

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—Tienen que jurar que no dirán nada a nadie, jamás.—Me han obligado a decirles todo, literal.

—Lo sabía, lo sabía. Tú y Kendall terminarán juntos.—Dulce está tan emocionada que en ocaciones se le salen pequeños gritos. —Ya solo queda buscarle pareja a Arianna para poder estar las tres en relación.—Valla que Dulce esta emocionada, yo aun sigo en shock de no haber retirado a Kendall en ese beso. No se como explicar que estoy con Tyler pero a la vez no estamos juntos. ¡Dios me va a estallar la cabeza!

—Si eso jamas pasará.

—¿Porque no? Solteros tenemos a Harold, Yared, Ian.

—Louis y Luis.—Agregue.

—Taylor que no está nada mal.—La mire mal.—Si no se entera no le dolerá. ¿Ahora cual te gusta Ari?

—Ninguno, haber chicas no puedo comenzar una relación en estos momentos.—¿Y si hago que un tipo de imnosis para que estas dos olviden lo que vieron?

—¿Porque no Arianna?

—Porque me mudare en 3 días.—¿Alguien tiene un reloj de bolsillo? ¡ESPERA! ¿QUE?

—¿QUE TU QUE?—Eso salió más fuerte de lo que debió escucharse.

—Liam me dijo que te molestaría cuando te lo dijera. Disculpame Alex. —Se ve realmente mal.

—No, disculpame tu a mi. No debí gritarte.—Como siempre cargandola Steven.—¿Porque te mudará?

—Mis padres están cada vez peor, pelean por todo y mi abuela y yo ya nos cansamos. Al volver a New York llegare directamente a empacar maletas y regresaré aquí, a Chicago.

—Nuestra escuela es un internado ¿Porque no te quedas?—Sugirió Dulce.

—Porque no quiero estar lejos de mis padres, mi madre dejara su carrera y mi padre será transferido a un empleo donde no requieran las 24 horas de su tiempo. Pasaremos más tiempo en familia.—Pobre Ari.—Bueno ese es el plan.

—Tranqueila entendemos, pero no porque te mides tienes el pretexto para olvidarte de nosotras, venderemos a visitarte y tu podrás ir cuando quieras.

—Gracias chicas.—Al parecer he estado tan metida en mi mundo que no he sido una buena amiga, Arianna me necesitaba y yo en pluton.

Dormimos las tres abrazadas, no puedo creer que me queden solo un par de días con esta mujer.

...

—Buenos días dormilona.—Escuche la voz de Kendall por fuera de mi tienda, al mirar a mi lado ya estoy completamente sola.—¿Alexandra sigues viva?

—Es muy temprano dejame dormir.—Estoy tan cómoda que no me quiero levantar.

—¿Las 3 de la tarde se te hace temprano?—Me levante de golpe. Al abrir la tienda ya están todos en el agua pasándola increíble. Cabe resaltar que sin mi.—Buenas tardes señorita Steven.—Me tendió un platillo con pescado y ensalada. Mis tripas piden a gritos comida.

—Gracias Kendall.—Regrese mi vista al lago en donde todos se encuentran, han hecho equipos para poder jugar luchistas en caballetes. Aunque en realidad solo miro a uno que tiene a una morena sobre sus hombros. Se la está pasando muy bien.

—Come algo para poder ir a vencer a Dulce y Aldo que tiene el ego en el cielo.

—Bueno eso lo aprendieron de ti.—Uy, eso le calo.

—Come ya Steven que despues se nos viene la caminata hasta la montaña para escalar y no quiero cargarte.

—Bien, no eres el único hombre en el grupo.—Como siempre Alex, de busca ruida.—Ian puede cargarme sin problema.—Eso ya no le gusto.—Oh Yared, Harold, uh Sofía lo hacía cuando estudiaba en Morrison.

Una Steven en Apuros.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora