CAPÍTULO XXIII

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—¿Esa no es tu hermana?—Jason es quién habla y salgo de mi estado de shock.

—Lo mismo me pregunto— Digo mientras trato de entender por qué Ailén esta aquí.

Salgo del elevador porque aunque consideré la posibilidad de irme no es lo correcto, no estoy haciendo nada malo y a decir verdad necesito respuestas.

Hades continúa con su mirada distante y Ailén esta sentada junto a él de espaldas hacia mí.

¿Qué demonios le esta diciendo?

¿Qué hace ella aquí?

Ninguno se ha percatado de nuestra presencia y lo agradezco.

—¿Ailén?— Rápidamente ambos voltean y al verme el rostro de Hades cambia completamente, se pone de pie y al contrario de mi hermana, él si parece sorprendido por mi presencia.

—Amira.— Él no aparta su mirada de mí pero yo la esquivo y es ahí cuando mi hermana se pone de pie y me enfrenta.

—¿Qué haces aquí Ailén?—Le cuestiono y ella solo se limita a sonreír.

—Lo mismo que tú hermana. —Jason esta junto a mí y lo agradezco, estoy tan confundida que siento como la cabeza quiere estallarme.

Los observo a ambos y fijo mi vista en Hades— Por tu rostro es evidente que no me esperabas aquí.

Siento ¿Celos? ¿Acaso prefiere la presencia de una persona que solo se ha cansado de humillarlo frente a mí? ¿Que se opone a lo que sea que tengamos y que además no tengo ni puta idea de qué diablos hace aquí?

No entiendo nada.

—No digas eso Amira, tú hermana vino porque...

—Me enteré lo que le pasó a tu amiga y Hades al trabajar para compañías Habach es portador de un seguro en el que obviamente también esta su familia, su hermana esta en el hospital pero el seguro cubre gastos médicos y me pidió el favor de averiguar si todo marchaba bien, por eso vine.

¿En serio me creen tan estúpida?

La presencia de ella no es relevante para nada en cuánto al seguro para eso tenemos personas a cargo en la empresa, ella esta aquí por algo más pero les haré creer que pueden manipularme de esta forma.

Estoy segura de que ella vino para descubrir si yo estaba aquí y atormentar a Hades en este momento tan duro para él, la maldad de Ailén no tiene límites.

—La pregunta es ¿Qué haces tú aquí Amira? —Ella me cuestiona y siento la ira apoderarse de mí.

¿Quién demonios se cree?

—Amira tiene todo el derecho de estar aquí, Atenea es su amiga y además su compañía es lo único que me tranquiliza y ahora que esta aquí Señorita Ailén es necesario que lo sepa— Hades es quién habla y Jason me codea pero justo ahora sus palabras no producen nada en mí.

¿Mi compañía es lo que te tranquiliza?

¿Eso será antes o después de haberme rechazado?

¿Por qué demonios permito que jueguen conmigo de esta forma?

Es inevitable no querer tener ganas de tirar todo a la mierda y llorar pero me limito, respiro hondo y cuando voy hablar es mi Jason quién lo hace por mí.

—Un placer señorita Habach—Extiende la mano a mi hermana y ella lo observa con cara de pocos amigos y al final decide aceptar su mano.

—Un gusto Jason— Se limita a responder.

Hades pasa sus manos por su rostro en un gesto de absoluta frustración y aunque muero por correr y abrazarlo me reprimo.

—Bueno, creo que es hora de irnos Amira.—Espeta mi hermana.

EL OTRO LADO DEL AMOR [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora