CAPÍTULO XX

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POV HADES

El único lugar que me pareció seguro para poder confrontar Ailén es su oficina, y digo seguro porque conozco de lo que es capaz para volverme vulnerable ante ella. Llegar hasta aquí ha sido todo un desafío pero gracias a la amistad que he logrado crear con su secretaría (y algunos toques de coquetería) me dejó entrar y esperarla, le expliqué que era algo de urgencia y accedió.

Ahora la espero sentado en su maldita oficina y con una rabia que necesito drenar antes de que me carcoma y es que aún me cuesta creer en la persona que se ha convertido, esto no es por mí, esto es por ella, porque no tolera que pueda seguir adelante sin la tóxica relación que teníamos, porque no soporta la idea de que sea Amira la que me haya mostrado otra manera de querer, otra forma de ver la vida y de aceptarme tal cual soy sin querer cambiarme, sin avergonzarse de mí y sobre todo sin tener temor de sentir cosas por mí a pesar de ser un asesino.

La puerta se abre de golpe y me giro rápidamente para encontrarme con sus penetrantes ojos azules, su mirada es fría, luce tan elegante en un vestido de color negro, su cabello totalmente suelto y sus labios rojos, esta mujer además de imponente es muy hermosa, creo que eso fue lo que me cautivó de ella en el bar aquella noche.

—Esto si es una sorpresa...—Expresa mientras camina y queda justo frente a mi—Honestamente sí pensé que la inútil de mi secretaría mentía, salí de una reunión para atenderte así que espero...

La interrumpo— ¿Por qué haces esto?—Su rostro denota fingida confusión, ella sabe perfectamente de lo que hablo.

—¿Hacer qué?.

Una risa sarcástica fluye de mí— Déjala ser feliz, deja que cometa sus errores, deja que...

—¿Qué este contigo Hades?—Me confronta.

—Que este con quién decida, ella a diferencia de ti Ailén sabe lo quiere, lucha por ello y es capaz de enfrentar sus peores miedos para conseguirlo y no me refiero a mí precisamente.

Ella me observa fijamente y camina hasta el asiento detrás de su escritorio para sentarse, yo la sigo con la mirada y observo como cruza sus piernas mientras acomoda su cabello y luego coloca ambas manos sobre la mesa que tiene justo en frente.

—No me voy a casar, voy a suspender la boda así mi madre muera en el intento.

Quizás anteriormente estas palabras fueran significado un atisbo de esperanza para mí pero ya no, si no decide casarse me alegro por ella pero ya no hay ningún tipo de emoción en mí.

—Me alegro mucho Ailén, el que seas libre siempre dependía de ti, espero que...

—Hades ¿No lo entiendes?—Se levanta y se acerca a mí, toma mi rostro entre sus manos y expresa — Todo esto lo hago por ti, por nosotros, porque sé que no has podido olvidarme tan rápido, aún hay mucho más por vivir juntos y estoy dispuesta a...

Tomo sus manos y las aparto de mí— Ya no necesito escuchar eso de ti, espero que cualquier decisión que tomes sea por ti, no esperes un nosotros porque ese tiempo ya pasó Ailén, solo vine porque ya sé que sabes lo que pasa entre tu hermana y yo y te pido que...

Su risa se hace presente por toda la estancia—¿En serio esperas que creas que estas enamorado de esa bastarda?.

—Se llama Amira y te recuerdo que es tu hermana, lo que sienta por ella...

—Hades, no te permitas vivir de ilusiones, lo que sea que crea esa niña sentir por ti o tu por ella no tiene ningún futuro, ella jamás te hará sentir las cosas que yo logré en ti, ella jamás será la mujer que tú necesitas.

EL OTRO LADO DEL AMOR [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora