CAPÍTULO XXXIV

606 83 3
                                    

POV AMIRA

Esta cena parece todo menos algo familiar.

Luego de regresar del hospital subí a mi habitación y drené todas las emociones que tenía reprimidas.

Lo de Atenea, Jason, volver a ver a Hades, hablar con él.

Aún me pregunto Ccómo puedo sostenerme de pie? cuando lo único que siento es ganas de tirarme en la cama y llorar todo el día.

Pero no puedo, el tiempo no espera y no puedo consumirme de esa forma, debo enfrentar los problemas, mi realidad y avanzar.

Nuestra casa esta llena de invitados, personas  en trajes costosos, bebiendo del más exquisito vino que solo sacan su ego a relucir para saber quién tiene más dinero. Decidí usar un vestido largo dorado que se amolda a mi cuerpo, el cabello recogido para lucir un hermoso collar que mi padre me ha regalo por navidad.

Quise desistir de la idea pero él insistió en que lo llevara hoy conmigo y al menos en eso decidí darle algo de satisfacción.

Me siento tan fuera de lugar estando aquí y agradezco que Aron aún no aparezca, no dejo de pensar en Hades, en su confesión, en la manera como me miraba, en la forma en como me decía que me amaba y en mis ganas de entregarme a él y volver a sentirme tan viva como en el pasado.

¿Debo creerle?

Quiero hacerlo pero cada vez que veo Ailén cerca de mí, ese sentimiento de rabia vuelve abrazarme y me rindo ante él.

  — Señorita Amira— La empleada de servicio me saca de mis pensamientos, estoy de pie junto a una de las ventanas principales de la casa observando hacia la noche— Su papá quiere verla en la biblioteca.— Espeta.

— ¿Ahora? ¿Pero y la fiesta?.— Le cuestiono y ella hace un gesto de negación.

Algo no esta bien, puedo percibirlo y tan pronto llego a la biblioteca y abro la puerta me doy cuenta de que estaba en lo cierto.

— Amira hija, te estábamos esperando.— Mi padre esta de pie cerca de su escritorio, frente a él Ailén ocupa una de las sillas y justo al lado de ella hay una vacía esperando por mí.

¡Maldición!

He tratado de evitar Ailén en todas las formas posibles para que justamente este momento no llegara y mi papá se encarga de hacerlo posible.

¿Qué estoy pagando?

  — Las personas afuera...— Intento huir de la situación pero él lo evita.

— Ellos pueden esperar, por favor toma asiento.

Ailén no me mira, su vista esta fija en mi padre y tan pronto tomo asiento, Ernesto Habach nos da una mirada de reproche a ambas.

  — Es increíble que ambas me hagan pasar por todo esto...Especialmente tú  Ailén engañando a tu prometido y siendo la mayor de las Habach... y tú Amira ¿Esperando qué de la vida?... y lo que más lamento es que permitieran que un tipo tan nefasto como ese las dividiera...¿Acaso soy el único que se da cuenta de lo ingenuas que fueron  por...

Sus palabras me duelen y no precisamente por lo que dice sino por su doble moral.

Quiero enfrentarlo y es lo que trato de hacer pero Ailén toma la delantera.—¿En serio acabas de recriminarme por eso?.— El rostro de mi padre cambia totalmente— Tú papá que fuiste el primero en ir en busca de otra mujer cuando tenías en casa a una hija y una esposa que te esperaban.

  — Esto es diferente Ailén— Eleva su tono de voz y la rubia sonríe.

— ¿Por qué? ¿Por qué es diferente? ¿Porque somos mujeres? ¿Por eso papá?.

EL OTRO LADO DEL AMOR [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora