CAPÍTULO IV

890 87 11
                                    

POV HADES

Sus piernas rodean mi cintura mientras esta apoyada al mesón del cuarto de empleados en el área del depósito. Su falda se ha subido lo cual me permite acariciar sus muslos y sentir su piel tan suave.

Dejo besos alrededor de su cuello mientras ella gime mi nombre cerca de mi oído, una embestida tras otra y el placer dentro de ella se hace presente, se aferra a mi camisa como si su vida dependiera de ello, mi boca busca la suya y la atrapa con brusquedad, llego al éxtasis dentro de ella, aferrándome a su olor y su cuerpo junto al mío.

Recuesta su cabeza en mis hombros y nuestras respiraciones continúan agitadas, su pecho sube y baja rápidamente debido a la intensidad del momento.

Esto definitivamente no es amor, es lujuria, sexo ocasional y peligroso en la empresa de su padre.

Me aparta bruscamente de ella mientras se pone de pie y toma sus bragas para ponérselas y acomodar su cabello, sus mejillas están teñidas de rojo y admito que es aún más hermosa después de haberla hecho mía.

Me dirijo al baño y tiro el condón en la basura, lavo mis manos y me arreglo para salir del lugar y enfrentarla.

—Cada vez me sorprendes más, no sabía que te gustaba tanto la adrenalina—Le digo mientras tomo asiento en el pequeño sofá dentro del lugar.

—Nos arriesgamos demasiado Hades, no podemos seguir haciéndolo aquí ¿Entiendes?

—Siempre te arrepientes después de haberlo hecho Ailén, nadie se ha dado cuenta en dos meses y no lo harán ahora.

Camina y se coloca frente a mí con sus brazos cruzados—¿Me vas a decir ahora qué hacías tan cerca de Amira?

Le doy una sonrisa irónica y ella alza una de sus cejas en un gesto retador—¿Estás celosa?

—No estoy celosa, solo quiero que te alejes de ella, la evites o que se yo, es una niña Hades tú tienes 25 años...—Pasa sus manos por su rostro en un gesto de frustración— Amira es muy insistente, querrá saber de ti y si investiga mucho podrá descubrir esto de nosotros.

—Ailén tu hermana es una niña, no me interesa en lo absoluto, sabré manejarla —Me levanto del asiento, la tomo por la cintura y dejo un beso casto en sus labios— voy a mantenerme al margen de Amira si eso te tranquiliza, ahora ve y sé la hija correcta de Ernesto Habach, la que no se revuelca con un ex presidiario si no que es la perfecta prometida de un banquero.—Espeto en tono irónico.

—Eres un idiota.

—Y por eso te gusto.

Intento besarla pero se aleja de mí y sale de la pequeña habitación dejándome sumergido en mis pensamientos.

Respiro hondo y me dejo caer nuevamente sobre el sofá, recuerdos de la energía tan intensa que se desbordó cuando Ailén me encontró tan cerca de su hermana me hace sonreír.

Amira se puso tan nerviosa que salió del lugar dejándonos solos, la rubia y yo jugamos a retarnos con la mirada, porque así es Ailén, controladora, regia al tomar decisiones y egoísta cuando se trata de defender lo que considera suyo.

Pero Amira es tan diferente, su inocencia te embelesa, su ímpetu de ir detrás de lo que sabe que esta mal y aún así no rendirse la convierte en un enigma, sus ojos tan llenos de luz como el sol, su sonrisa definitivamente es la representación de la juventud, todos se han vuelto locos con su llegada, hablan de cuánto ha crecido y de la manera en como se ha convertido en una mujer, eludan su virtud de continuar siendo tan humilde como según era de niña y sobre todo hablan de lo hermosa que es.

EL OTRO LADO DEL AMOR [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora