CAPÍTULO XXXXII

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POV AMIRA

Dos meses.

Ese es el tiempo que ha pasado desde que vi por última vez a Hades  y también el mismo dónde he cometido muchos errores.

El primero fue ir a esa carrera de autos e intentar ser alguien que no soy.

El segundo denunciarlo en la policía y pedir una orden de alejamiento, de la cual mi padre se enteró y piensa que él me lastimó físicamente.

El tercero, alejar de mi vida a las únicas personas que de verdad me han apoyado, Atenea y Jason.

El cuarto cortar mi cabello en una de esas tantas noches dónde el dolor me consumía y necesitaba drenarlo, recordaba las tantas veces que estuve con él y que me acariciaba mi largo cabello porque decía que le encantaba y decidí arrancarlo de mí.

El quinto darle una oportunidad Aron solo por despecho.

Y el sexto y es el que más me ha dolido...Estar con él íntimamente por el simple de hecho de arrancarme el recuerdo de Hades de mi piel.

No lo logré.

Solo me hundí aún más.

He bajado de peso, he perdido la cuenta de las noches que llevo sin dormir, porque aunque le pedí que se alejara la realidad es que pensé que lucharía un poco más por mí.

Duele decirlo en voz alta pero es la verdad, no volvió a buscarme en la universidad, no volvió a llamarme, no volví a ver su auto parado cerca de mi casa esperando por mí.

No volví a saber de él.

  — ¿Amira?— La voz de mi padre me saca de mis pensamientos.

— ¿Sí?— Estamos en una cena con la familia de Aron en uno de los lujosos hoteles de la ciudad.

Ailén y su madre están de vacaciones en las Bahamas, luego de que mi papá se enterará de lo que pasó entre ella y Hades suspendieron el compromiso con Abel y su gran escarmiento fue mandarla a superar el "dolor" lejos de todo.

Nótese mi sarcasmo.

También me propuso irnos de viaje  solo él y yo pero desistí, aunque sé que alejarme sería lo mejor lo cierto es que muy dentro de mí me siento arraigada a este lugar, a ese ciclo enfermo de pensar que puedo encontrarlo en cualquier lugar.

No he dejado de amarlo, no he dejado de soñarlo.

Pero él sí.

Simplemente desapareció de mi vida.

  — La mamá de Aron pregunta si quieres acompañarla.

— Perdón estaba pensando...— La mano de Aron sujeta la mía y cuando intento acomodar mi cabello como el gesto que siempre hago no puedo, caigo en cuenta de lo corto que lo llevo y del error que cometí.

Estoy sufriendo.

— Hija me preguntaba si querías acompañarme al tocador.

  — Claro que sí.

Necesito huir de esta mentira, necesito respirar.

En el camino ella comienza hablar de las mejores marcas de diseñadores, de lo feliz que esta de que Aron y yo estemos juntos y yo solo finjo escucharla.

  — La espero aquí afuera— Ella frunce el ceño y asienta.

Tan pronto desaparece de mi campo de visión, salgo corriendo a la entrada de este lugar, lágrimas ruedan por mis mejillas y le permito nuevamente al dolor apoderarse de mí, bajo los escalones y sin darme cuenta choco con uno de los chicos del Valet Parking.

EL OTRO LADO DEL AMOR [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora