El Chico De Humo.

Capítulo I

Capítulo I "La fiesta"

Un joven castaño de ojos grises regresaba de la universidad, sabía que cuando llegara a casa su hermano aun no estaría ahí, pues su hermano trabajaba desde las 5:00 a.m. hasta las 5:00 p.m. y eran las 4:30 p.m. eso en cierta forma hacía sentir mal al más pequeño, pues su hermano trabajaba mucho desde que sus padres habían muerto, Roger se encargaba de todos los gastos; incluso los pagos de la universidad, ya que el mayor no quería que él trabajara, prefería que él solo se enfocara en sus estudios.

John seguía pensando en convencer de alguna manera a su hermano para que lo dejara ayudar, caminando por las calles, de vez en cuando miraba al cielo, el cual estaba nublado y demostraba que llovería, a cualquiera le podría parecer deprimente ese ambiente, pero a él le parecía relajante.

Una vez John llego a su casa noto que la puerta estaba abierta, rápidamente se alertó y entro a la vivienda, pero al llegar a la cocina se tranquilizó al encontrar a un rubio cocinando y cantando, el menor estaba extrañado se supone que su hermano llegaría hasta más tarde.

— Roger, ¿no se supone que llegarías hasta más tarde? –pregunto el menor mirando a su hermano.

— Me dejaron salir temprano –respondió el mayor con simpleza.

— Ventajas de ser el novio del jefe –dijo el menor riendo por su comentario antes de salir de la cocina.

— ¡Oye! ¡Deja a rulitos en paz! –grito Roger aun en la cocina, defendiendo a su pareja.

John llego hasta su habitación, mientras seguía riendo por la respuesta de su hermano.

El castaño se dio una buena ducha, una vez aseado y relajado se dedicó a realizar una investigación para su proyecto de final de curso, este era muy importante, debido a que sin este no pasaría, aunque él era consciente de que faltaba bastante para esta entrega, pero prefería tener un avance.

Después de una hora alguien toco la puerta de su habitación.

— John, ven a cenar –llamo el rubio a su hermano.

— ¡En un momento! –dijo el menor guardando sus útiles en su maletín.

John salió de su habitación para lavarse las manos y acompañar a su hermano en la cena.

Cuando llego al comedor se encontró con la cena servida, Roger había cocinado un poco de Espagueti.

— ¿Te lavaste las manos? –pregunto el rubio al verlo entrar en la habitación.

— Si, pero la verdadera pregunta aquí es... ¿tú te lavaste las manos? –pregunto John antes de tocar sus alimentos.

Roger sonrió y tardo en contestar, para así hacer dudar a su querido hermano.

John por su parte se alejó un poco de su plato al no haber escuchado la respuesta del rubio.

El mayor al ver eso se empezó a carcajear.

— ¡Por supuesto que sí lo hice, Johnny! –Dijo Roger aun riendo– como es que no confías en mi hermanito –respondió el mayor revolviendo el cabello del menor.

John solo miro a Roger queriéndolo matar.

— No es gracioso, Roger –respondió John fingiendo molestia.

— Casi te creo hermano... oye me invitaron a una fiesta y quiero que me acompañes –dijo el rubio, mientras comían.

— ¿Por qué quieres que te acompañe? –pregunto el menor.

— Deberías ser más sociable, casi no tienes amigos, no sales, ni siquiera tienes novio, solo estudias –explico el rubio– no quiero que mi hermano sea un antisocial y estés todo el tiempo solo –completo Roger.