Capítulo III

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Capítulo III: "El más fiero mar"

Brian salía de su habitación.

No había vuelto a su casa más que por unos documentos del trabajo, seguía quedándose en la casa de Roger debido a que desde la noche de la fiesta Freddie estaba con una actitud insoportable y no quería pelear volver a discutir con su hermano.

Lo había visto unas cuantas veces en la empresa, pero nada más que cruces casuales.

— ¡Cariño a desayunar! –lo llamó el rubio.

Ambos desayunaron entre una conversación y uno que otro beso.

— ¿Sabes dónde está mi maletín? –pregunto Brian al menor.

El rubio asintió y salió hacia la sala.

Desde que se quedaba con su novio, Roger se encargaba de prepararle el desayuno, después juntos se iban en el auto de Brian a la empresa y la cena cuando llegaban a casa.

Y también desde que estaba en la casa de Roger, el rubio ya no tenía que irse a las 5:00 a.m. debido que había hablado con su jefe.

John se reía del rubio debido a los beneficios que tenía al ser el novio del jefe, aunque en la empresa solo Freddie lo sabía.

John por su parte seguía dedicándose estudiar y a su proyecto para la universidad, desde la noche de la fiesta, no salía nuevamente por dos razones:

1-. Seguía sin ser muy sociable.

2-. Roger ya no me dejaba salir por su seguridad.

¿Quién iba a pensar que Roger sería tan celoso? Se preguntaba Brian por la actitud de su novio.

— Aquí tienes –dijo Roger entregándole su maletín al rizado.

— Gracias –respondió el mayor antes de darle un beso.

— De nada, querido vuelvo en un minuto –Roger salió corriendo en dirección a la habitación de su hermano, para avisar que ya se irían, eran las 8:00 a.m. así que era posible que ya estuviera despierto.

Unos segundos después, una gran carcajada de Roger y un grito de John se dejaran escuchar por toda la casa, el rubio corrió hasta llegar a la salida de la casa.

— ¿Qué pasó? –pregunto mayor.

— Debí tocar –respondió el rubio riendo, debido a que había encontrado a su hermano cantado frente al espejo solamente con su bóxer de corazones.

Cuando ambos salieron de la casa, les era difícil actuar, debido a que nadie sabía de su relación y preferían dejarlo así, pues no querían gente husmeando.

Brian condujo, al llegar y después de un último beso fugaz, ambos salieron del auto y entraron a la empresa.

Lugar donde todos estaban alterados debido a que Freddie había tenido un cambio de ideas y quería todos los informes en su escritorio antes de la hora de salida.

Había personas por aquí y por allá, algunos gritos y grandes pilas papales en los escritorios.

Roger se fue a su cubículo y Brian suspiro cansado, no era justo que después de una rabieta Freddie descargue su enojo con los empleados. Tendría que hablar con hermano.

El rizado camino hasta su oficina, dejo su maletín sobre el escritorio, se sentó frente a su computadora y empezó a trabajar, hasta que un mensaje de parte de John lo hizo reír.

"Dile a tu rubiecita que me las pagará. Pd: ya salí de casa, gracias por el desayuno"

Sus risas se vieron interrumpidas por qué alguien entro en la oficina.

El Chico De Humo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora