Capítulo IV: “Como humo”.
Brian sintió como Roger se alejaba de él.
Miro como el rubio se encontraba más tranquilo.
— Ven –le pidió Brian extendiendo su mano hacia su pareja.
El rubio obedeció y tomo la mano del más alto y permitió que lo sentará en la silla frente al escritorio.
— Roger... –lo llamo– cariño, ¿Estás bien? ¿Te hizo mucho daño? –le pregunto preocupado.
— No, solo unos pequeños rasguños, tranquilo –explico señalando las marcas en su rostro– pero eso desaparecerá –dijo sonriendo.
— Aún así quiero estar seguro –le dijo el rizado.
Dicho eso Brian llamo al médico de la empresa y pidió que este subiera hasta su oficina, el hombre después de unos minutos tocó la puerta.
— Señor Mercury, ¿me llamo? –pregunto el hombre.
— Eh... Sí... Necesito que revise a Roger, quiero saber cómo se encuentra después del atentado en su contra –dijo Brian.
El hombre solo asintió y se dirigió hacia el más bajo.
Con calma el hombre lo empezó a revisar, mientras el rizado se aseguraba de que no se sobrepasará con el menor.
El hombre apagó la pequeña linterna con la que apuntaba al ojo del rubio y se levantó.
— Al parecer todo se encuentra en orden, solo tendrá que tener cuidado con los rasguños –indico el hombre.
Brian suspiro estando un tanto más tranquilo y miro a su pareja y le sonrió
— ¿Ves? Te lo dije –le dijo el rubio.
— Muchas gracias, Marco –agredecio al rizado al médico y lo acompañó a la puerta.
— Es un gusto, hasta luego –dijo el hombre al salir de la oficina.
Brian volvió a entrar y camino hasta donde estaba Roger y se arrodilló frente a él.
— ¿Quiere ir a casa a descansar? –le pregunto el mayor.
— Brian, estoy bien, no quiero irme a casa, debo terminar mi jornada –dijo el rubio.
— Está bien, pero cualquier cosa me avisas –dijo el rizado.
— Sí, Brian –dijo el rizado riendo por la actitud de su pareja.
El rizado miro a su pareja y después lo beso.
— Te amo –le susurro.
— Yo también... –respondió.
Ambos se separaron cuando escucharon unos toques en la puerta.
— Lamento interrupirlos, pero... Brian la reunión ya casi inicia –dijo la rubia mirándolos desde la puerta.
— Gracias Mary –dijo el rizado.
— Avísale a tu hermano, por favor, mientras yo hago tiempo en la sala –pidio la rubia.
— Está bien, ya voy –respondió el rizado levantándose.
La rubia cerró la puerta nuevamente.
— Bueno amor, debo ir a la reunión –dijo el mayor.
— Tú ve, yo estaré bien –le dijo el rubio.
El rizado sonrió y lo beso antes de salir.
— En una hora traeré a John y después lo llevaré a casa –aviso el rubio.
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El Chico De Humo.
Rastgele"Llegaste como un invitado más, te has desvanecido como humo y has quedado solo en mi mente" - The-Fan-Mystery. ×+×+×+× Primera parte: "Mi Último cigarro.". Historia en colaboración de: ILoveJohnDeacon. Historia publicada por petición de: ILoveJohnD...