Summer in Tennesse «l.s»

Capítulo 9

Alvarito de mi vida. Just say.

------------

Capítulo nueve

"Ven Aquí"

—No hay muchas razones para hablar de lo que pueda suceder esta vez, se que te has cansado de planear siempre tu vida sin querer, ven aquí. —Los bunkers.

Ninguno de los dos tomó nota del tiempo, ni de que toda la familia estaba abajo disfrutando de la taza de café, para en poco tiempo más ir a dormir.

Habían muchas razones para hablar de lo que podría suceder esta vez, pero por alguna razón, ninguno podía hacer mucho, es decir... Louis miraba lo que tenía delante de él, podía sentir ese aroma embriagador golpear en sus fosas nasales, podía sentir ese hormigueo que no sentía hace muchos años, sus piernas temblaban... y todo empeoró cuando sintió las grandes manos de Harry tomarle por la cintura apegándole a su cuerpo de una manera casi salvaje, dejándole con la boca entre abierta y derramando su aire retenido... ambos seguían mirándose.

Harry se agacho más, su labio inferior casi rozaba el inferior de Louis, ninguno fue capaz de cerrar sus ojos, solo se miraban duramente, con ojos oscuros, ya no habían verdes, ni azules, eran negros... negros de...

Harry, es mi primo

Harry, es mi primo

Harry, es mi primo...

Él, es... mi sangre.

Mi primo, mi sangre.

Harry sintió como las manos temblorosas de Louis apartaban las suyas de la cintura. Escuchó el ahogado suspiro que su primo estaba derramando, y vio como el mentón de Louis bajaba al extremo de quedar golpeándose en el pecho... Harry solo pudo alzar su vista hacia el cielo; su rostro en dirección al techo, cerró sus ojos fuertemente, casi desangrándolos la había jodido tan mal. Fue lo que pensó.

De pronto Louis se movió de su lugar, caminó a paso débil hacia la puerta, tomó el pomo y con su rostro aún por el suelo, habló:

—Voy a dormir, adiós Harry. –fue lo que logró decir con un hilo de voz. Harry asintió, no dijo nada más, salió del cuarto sin chistar ni una sola palabra.

Louis cerró la puerta y se pegó a ella, cerró sus ojos fuertemente, él no quería pensar en nada, no ahora, no en esta situación. Tragó duro, él quería huir de aquí, el no podía seguir en el sur, porque temía por algo que podría suceder y que no debía suceder bajo ningún motivo.

El corazón de Harry golpeaba en su pecho una y otra vez, bajó las escaleras ofuscado, el solo quería montar su caballo y salir de allí. Para su desgracia se topó con su primo Zack que le miraba divertido.

—¿Qué tienes vaquero? Te noto denso... –articuló el ojipárdo—

—Me voy a casa... es tarde y estoy cansado... –se excusó Harry, para apartarse un poco de su primo pero, este le siguió—

—Tienes cara de desgracia, a mi no me mientas, te conozco desde nenes, ¿Qué diablos te sucede? –le preguntó— ¿Paso algo?

—No Zack, todo está bien estoy cansado solamente ¿me dejas ir? –Pidió y Zack frunció el sello—