Summer in Tennesse «l.s»

Capítulo 17

Perdón por ayer, la universidad donde estudiaba me está pagando un diplomado y estoy haciendo un proyecto que me está dejando más calva de lo que ya presumo. Un abrazo y me hace inmensamente feliz ver como se está avanzando una vez más con ésta historia. 

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Capítulo diecisiete

"Amor del bueno"

"Y nadie lo buscaba y nadie lo planeó así, en el destino estaba que fueras para mí y nadie le apostaba a que yo fuera tan feliz, pero Cupido se apiado de mí" (Reyli barba)

—No entiendo por qué querías venir hasta aquí... íbamos a cabalgar sabes –decía, Harry mientras se meneaba sobre su caballo. Louis iba a sus espaldas abrazándole mientras llegaban al tanque—

—Necesito hacer una cosa... ya deja de reclamar... –respondía, Louis con una sonrisa sobre sus labios—

—Bueno, hemos llegado... –Harry detuvo el caballo y se bajó, ayudó como era costumbre a bajar a Louis de su animal, mientras el ojiazul posaba sus manos sobre los hombros del ojiverde, Harry le sostuvo por la cintura y lo bajó mientras sus bocas inevitablemente chocaban. No era algo extraño en ellos, una vez que terminaron de reunir los huevos en las bandejas Harry los ordenó y aprovecharon la privacidad ante la ausencia de Niall y Petter para besarse, besarse y salir a cabalgar tal y como Harry lo tenía planeado cuando había abierto sus ojos aquella mañana—

—Tengo un simpático recuerdo vergonzoso... de este tanque –confesaba Louis mientras se separaba de los brazos de Harry y caminaba en dirección al tanque. Harry sonrió y le siguió—

—Cuando nene solía venir aquí, fue el primer lugar que visité cuando llegué de la ciudad... –comentó, Harry con sus manos sobre sus bolsillos— No sabía que en Tennesse hubieran lugares hermosos... y créeme hay más.

—¿Me llevarías a conocerlos entonces? –Preguntaba, Louis mientras se giraba y abrazaba a Harry. El ojiverde sonrió y le besó la punta de la nariz—

—Todos los que tú quieras, mi amor... –susurró, Harry. Louis sintió ese bicho extraño del que dicen hablar cuando se está enamorado, sabía que era eso, porque una sola vez en su vida lo sintió y esta vez lo sentía con mayor intensidad— ¿Sucede algo? –preguntó el ojiverde al notar el rostro sonrojado y cabís bajo de Louis—

—No, es solo que... nada –Louis, respondió sonriendo para colocar una de sus manos en el trasero del ojiverde; no se piense mal, el chico solo quería sacar algo de allí que le pertenecía, por supuesto Harry pensó mal y le quedó mirando con una de sus cejas alzadas— ¡No es nada! –Exclamó, Louis sonrojado con una carcajada— Solo quiero mi celular...

—¿Para qué lo has traído? ¿Me tomarás fotos? –preguntó, Harry mientras lo rodeaba por la cintura. Louis se mordió su labio inferior mientras miraba el tanque precioso y sentía las voces de los pajaritos volar sobre el lugar y no solo sentía eso... también el bulto prominente de los pantalones de Harry que se apegaba como pieza de rompe cabezas en su parte trasera—

—Claro que no, voy a hacer algo que me ayude a estar más despreocupado... –comentaba, Louis mientras miraba su celular, lo encendió y allí habían unas doce llamadas de Cherry su psicóloga, quince llamadas de su madre, cuarenta y dos llamadas de Leonor, revisó su bandeja, no había tantas fotos, salvo una de su madre y otras de Leonor que había tomado en un viaje a Suiza.