Aún recuerdo mis listas de útiles y cuando iba con mamá a comprar todo lo necesario para las clases; lo que le pidieron a Damian no era muy diferente a lo que me pedían a mí. Cuadernos de cuadricula chica, de raya, blancos, papel lustre de distintos colores para forrarlos (siempre odié hacer eso) los libros corrían por cuenta de un programa del gobierno que los daba gratuitos, lápices, colores y demás material para trabajar y claro el uniforme; todavía es el mismo que yo usé, camisa blanca, suéter y chaleco guinda, pantalón azul y zapatos negros y para la clase de educación física era un short azul y camisa deportiva blanca. Le mostré la lista a Damian y puso un gesto de preocupación, supe lo que pensaba, que era mucho y seguro saldría carísimo
-¿Cómo pagaremos todo esto Jonathan?
-no te preocupes, pensaba usar parte del fondo de ahorros.
-eso es sólo para emergencias.
-recuerda joven padawan que cualquier cosa que involucre tú bienestar es una emergencia para mí.
-gracias- dijo sonriendo y dándome palmaditas en la espalda.
Fuimos al mercado que queda cerca de la casa, ahí todo nos saldría más barato que en un supermercado o en las grandes tiendas, Damian estaba tan emocionado que esta vez no se puso la capucha, le gusta mucho acompañarme a hacer cualquier tipo de compras. El uniforme fue fácil de encontrar, desde que recuerdo solo tenías que decir el nombre de la escuela a la que ibas y te daban el uniforme correspondiente. Tuve que comprar dos pares, Damian tiene la fama de que cuando juega se ensucia todo, salió un poco caro; el material de trabajo, los cuadernos y el papel lustre lo conseguimos en la papelería, estábamos recorriendo los pasillos cuando Damian se detuvo en un puesto.
-Jonathan, mira ven- me hizo un ademan para que me acercara.
Estaba parado frente a un puesto de mochilas y lapiceras todas con estampados diferentes pero él se fijó más en una mochila de los vengadores; todos nuestros personajes favoritos estaban en ella y también vio una lapicera de Batman, Damian no dijo nada, simplemente me miró y sonrió de forma traviesa eso sólo significaba una cosa <<cómpramelos por fa>> pero las dos cosas eran muy caras, tan solo la mochila costaba 300 pesos y la lapicera 150 pero en ese momento me vi reflejado a mí mismo a la edad de Damian cuando le hacía lo mismo a mi madre y ella a pesar de todo siempre me conseguía la mochila que yo quería. Terminé por comprarle ambas cosas.
-son un premio por sacar tan buena calificación en el examen, te lo mereces; pero cuida mucho todo lo que compramos hoy eh, sé cuidadoso con tus cosas.
-si Jonathan, te lo prometo y muchas gracias me gustó mucho todo.
Quería que mi joven Padawan fuera con lo mejor a la escuela, es una primaria pública pero no por eso él o los demás niños iban a ir como indigentes a clases o con cosas chafas aparte de que el reglamento del colegio dice que todos los alumnos deben ir presentables y con el uniforme bien limpio sin excepciones. La lista de útiles ya decía con qué color de papel lustre forrar cada cuaderno para una materia diferente, eso era lo más difícil de iniciar un nuevo ciclo escolar, nos llevó toda la tarde pero por fin acabamos, haciéndolo juntos fue menos pesado, hasta divertido.
Una semana antes del inicio de clase el profesor Esteban me envió por correo electrónico el horario de clases de Damian y las fechas en que se llevarían a cabo las juntas con los padres de familia para firmar las calificaciones de los niños; quedó en el grupo 4A, español, cívica, matemáticas, educación física, geografía, ciencias naturales, historia, inglés y apreciación artística eran las materias que Damian llevaría durante cuarto año y ya sabía casi de todo un poco sobre esas materias; según el documento la maestra de su grupo sería una tal Cindy Ramírez, su profesor de educación física sería Juan Carlos Mata, artística tenía dos optativas música o artes plásticas; la maestra de música era Dolores Velázquez y el profesor de artes plásticas era Jesús Manríquez, conocía lo suficientemente bien a Damian como para saber que elegiría artes plásticas y su maestra de inglés se llama Bárbara Gutiérrez, pero lo que más le interesó a Damian era saber a qué hora era el recreo, típico de los niños. Hubo una cosa que olvidé, jamás le enseñé inglés a Damian y quizá esa materia se le dificultaría aún más que matemáticas pero por otro lado no me sentía tan preocupado porque sabía que Damian es un niño inteligente y me prometí a mí mismo nunca volver a subestimarlo.
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El día que encontré a Damian
Losoweun joven que recién perdió a su madre, la única familia que le quedaba, encontrará la amistad y compañía en un niño de la calle con una extraña malformación facial; pronto ambos se darán cuenta que no son tan diferentes y que quizá entre los dos pue...