"No hay nadie más"

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"DEMASIADO TARDE"

Una carga excesiva de documentos invade un escritorio, libros están siendo despojados con fuerza en varias direcciones. Hasta que después de unos minutos encuentra el correcto una peculiar castaña, que cuando regresa su vista a su oficina está hecha un verdadero caos. Otra tarea más que estaba por completarse, y una nueva que le surgía por su desorden, que desde que vivía sola con Liam solía tener ese mal hábito.

De repente una señora grande abrió la puerta de la Oficina de Granger, viéndola que recogía una gran cantidad de papeles tirados, así como libros por todas partes. La viejita amablemente la llamó varias veces, diciendo que su jefe lo esperaba en su oficina en ese momento, y ella se ofreció a terminar de arreglar. Hermione dudosa acepto, solo porque se trataba del Sr. Scamander y salió a toda prisa.

Estaba hasta el final del pasillo, y 3 pisos abajo de donde se encontraba. Fue lo más rápido que sus piernas se lo permitían, llegando agitada ante una gran puerta que se abrió enseguida. Ahí detrás de un gran escritorio estaba Newt Scamander, y en una de las sillas frente a él estaba su amigo Draco Malfoy, tenía 2 meses que no la iba a visitar aun cuando se escribieran a diario. Malfoy, se levantó para saludar a su vieja amiga felices de volver a verse. Newt, interrumpió el encuentro invitando la a sentarse en la silla sobrante. Con un rostro que poco solía mostrar, que era de seriedad.

— ¡Srta. Granger! Lamento mucho haber interrumpido su investigación para su próximo caso, pero la mandé llamar por un motivo que le corresponde saber. El día jueves de la semana pasada, en Seattle encontramos a un cómplice de Azai Egan. La tenemos bajo nuestra custodia pero su juicio se llevará a cabo en 2 semanas, por lo que usted será llamada para declarar, así como el Sr.Malfoy y el Sr. S... - ella terminó lo que diría.

— ¡Severus Snape! Así que después de 2 años volveré a verlo. ¡Gracias por informarme, Sr. Scamander! Solo quiero pedirles un favor a ambos, sé que ustedes saben que Liam es hijo de Snape. Pero nadie más debe saberlo, y mucho menos él. ¿Lo entienden? - contestó, cambiando su mirada a una seria.

— Pero Hermione, él ha sufrido bastante durante todo este tiempo al igual que todos los demás, sin saber noticias de ti. En Londres, al menos 3 veces por semana va alguno de los Waesley o Potter a mi casa, para ver si has mandado otra carta. Newt, te ha protegido a ti, y a mi ahijado aquí, sin embargo, tienes que dejar de pensar solo en tí - dijo Draco, cruzándose de brazos al volver a escuchar esa misma respuesta.

— Al pedirte que vinieras aquí, no fue solo como ministro de magia, sino por la amistad que hemos entablado. Pronto Liam comenzará a tener sus primeros expulsos de magia y además de que es la viva imagen de Snape, solo que con el color de cabello y nariz. Me temo que no podré seguirte protegiendo de los medios de comunicación, después de todo aparecerás ante el mundo mágico de nuevo en 2 semanas. ¡Debes hablar con él! - respondió suavizando el tono de su voz.

— Me aleje de todo esto por la seguridad de mi hijo, y por el mio. Ahora después de 2 años tratando se salir de este estanque, desean volverme a hundir. Lo perdone por la decisión que tomó, pero eso no significa que lo quiera en mi vida una vez más, y mucho menos en la de ¡Mi hijo! - alzó la voz, aguantando las lágrimas que querían salir.

—¡Será mejor que le cuente Sr. Malfoy! Pueden ir a platicar al parque que está cerca de aquí. ¡Y Srta. Granger puede tomarse toda esta semana para preparar lo de su próximo caso! - concluyó.

Ambos le dieron las Gracias a Newt, dejándolo solo en su enorme oficina. Cuando se quedó en silencio de nuevo, empezó a revisar algunos pendientes y escuchó una voz muy familiar para él.