Capítulo 12

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N.A: capítulo bastaaante largo, pero no te decepcionará... o eso espero. Prepárense para escupir el tecito con lo último, hermosas. ♡♡♡


Maratón 3/3

Arrugó su fina nariz cuando sintió un cosquilleo en esta.

Un gruñido emanó de sus labios al sentir un toque en ellos.

Chlóooo...

Se movió dándole la espalda a la molesta voz.

Abrió los ojos cuando sintió que le quitaban efusivamente la almohada. Su cabeza rebotó en la cama.

Se giró furiosa hacia el oji-esmeralda.

Adrien sonreía angelicalmente con una media en la mano.

—Buenos días, abejita.

Chlóe vio la prenda en su mano y detalló que era la media del rubio, pues le faltaba una. Entonces unió cabos.

Abrió la boca con indignación.

—¡¿Acaso me has pasado por la cara esa co...?!

Síp, es hora de preparar el desayuno —dijo antes de salir disparado de la habitación.

Chlóe chilló indignada, aunque una leve sonrisa tiraba de sus labios.

Luego de asearse, salió a encontrarse con el rubio en su cocina.

—No seré el Couffaine, pero mis huevos revueltos son los mejores —dijo cuando la fémina hubo cruzado el umbral.

—Sí, se notan nomás que los tienes reventados —bromeó la rubia ganándose una mirada de indignación.

—Con orgullo, querida, con orgullo. Además, a Nino le gustan, y eso es todo lo que cuenta —soltó sonriendo y meneando las cejas de arriba a abajo.

Chlóe hizo un gesto de horror ante ello.

—¡No quería saber!

—Siéntate, rubia, ya está listo —dijo luego de reír y servir el desayuno.

Cogió una bolsa de pan y Chlóe enarcó una ceja señalando el alimento.

—Ah, esto, pues lo fui a comprar temprano mientras tú dormías. Felizmente la panadería de los padres de Marinette no está muy lejos de aquí. ¡Además tienen los mejores croissants del mundo! —exclamó empezando a comer.

La rubia soltó los cubiertos. Adrien la miró.

—¿Me abandonaste para ir a donde esa panadera, Adrien? —reprochó ceñuda.

Chlóe Bourgeois habría podido cambiar y ser mejor que antes, pero jamás con la Dupain-Cheng. Nunca le cayó y nunca le caerá esa fingida. Chlóe Bourgeois podrá ser todo lo que quieras, pero hipócrita no era, y Marinette le caía peor que Lila. Punto.

Adrien rodó los ojos.

—Oh, vamos, Chlo, es la panadería de sus padres no de ella. Además, no creo que siga el legado familiar, ya que está estudiando para ser diseña...

—Me importa un aguacate lo que esté estudiando. ¡Tú me abandonaste por ir atrás de esa, quien por cierto sigue embobadaza por ti!

—Chlóe, no seas dramática. Marinette es muy buena en lo que hace, hasta mi padre lo ha reconocido. Al igual que tú tienes mucho talento para modelar, ello lo tiene al diseñar. Ambas tiene cualidades y virtudes en las que destacan en demasía —argumentó el rubio—. Además, a Marinette no le gusto. Ella sólo es una buena amiga, ah, también una gran fan.

Mi ruidoso vecinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora