''Injusticia''
''Maldito destino, me enamoré, empeñandome así en la felicidad de alguien más, me lastimé, y pensé que era para así darme una lección, para parar estos sentimientos tan presentes y difíciles de comprender...Pero no, yo pensaba que tu hacías los hechos con un fin...Pero no, eres cruel, tanto así que me enseñaste un extravagante ángel.''
''¿Porqué esforzarme si me volveré a lastimar?¿ Por qué si una grieta aparecería en mi corazón?''
''Otra vez caeré en tus trampas...Pero esta vez estando consciente de ello.''
''Tal vez y una persona así valga este dolor.''
La última frase estaba más aislada que todo el párrafo en sí, a la par de este se encontraba un no muy elaborado dibujo de una persona llorando.
Esas eran las palabras escritas en la hoja, y recién leídas por el menor quién miraba a el papel y luego al azabache, repitiendo esta acción varias veces.
No le hubiera pasado por la cabeza que Soraru escribiese ese tipo de cosas, aunque bien, sus palabras eran muy bonitas, tal vez no había palabras complicadas ni dobles sentidos que te dejarían pensar por unos minutos, ni había necesidad de buscar en un diccionario, no era todo un poeta pero, se expresaba de una manera tan libre, parecía que escribía sin preocupación alguna y sin molestarse en saber como quedaba su narración.
Sin darse cuenta habían pasado diez minutos, rápidamente colocó la hoja en su lugar y se encaminó hacia la salida de aquella casa.
[…]
Era algo temprano así que decidió dar un paseo un rato, no quería llegar a su casa, no aún. Él sabía lo que le esperaba.
Decidió visitar la instalación a la cual no iba en un buen tiempo ya.
En el camino podía apreciar las escasas personas en las calles, cubriendo sus cuerpos con largos abrigos, los niños llevaban infantiles gorritos y coloridos guantes, casi todos con zapatos altos.El transcurso como siempre se pasó en un instante gracias a la apreciación del ambiente. Llegó a ese lugar acercándose a la entrada e identificó a una conocida.
—¿Mafumafu-kun?— la mayor acomodó sus lentes—¡Ha pasado un tiempo!— sonrió.
—Buenos días— devolvió el acto y señaló el lugar, dando a entender en si podía entrar.
—¿Vienes a hacerte una revisión?—. ¿Estás bien?…Ya sabes...— su mirada recalcaba preocupación.
—S-sólo quiero ver el jardín...¿No puedo?
—…Claro, ven— juntos se adentraron al lugar, apestado a medicinas y pastillas dando así algo de asco al albino—. ¿Sabes? No todos los días me encuentro con un adolescente que quiera ver el jardín de este viejo lugar.
—El jardín de este hospital es hermoso— dijo ilusionado.
Caminaron mientras hablaban de cosas triviales hasta llegar a la puerta trasera, la adulta la abrió enseñando la vista que tanto quería el joven.
Habían hermosas flores de diferentes colores, la mayoría eran cálidos, el césped aún mantenía su color verde claro y brilloso.En sus perlas carmesí se hizo presente una chispa de luz, la cual pasó por toda esta zona en un sólo segundo, corrió rápidamente hacia el lugar y sin hacerle daño a ninguna flor se sentó en medio de todas. Admiraba cada una mientras sonreía de oreja a oreja, achinando así sus ojos y mandando miradas a toda dirección inquieto.
—Le gustaba...¿No?— la voz femenina de su acompañante se hizo presente en medio de tanta nostalgia.
—A mí también me me gusta— la voz del menor se volvía suave, y sus ojos se cristalizaban a cada palabra—. Después de todo es mi lugar favorito— se recostó.
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''Lo que escondía tu sonrisa''[SoraMafu]
AléatoireEntre adolescentes, libros ilustrados y tristezas persistentes.