Capitulo 15: Amalgama

4K 340 444
                                    

Hola saludos, bueno, lamento mucho haberles debido el capitulo de la semana pasada, lo cierto es que estaba enferma, tenía gripa y dolor de garganta y hueva extrema y poca inspiración o eso creo. Escribí fragmentos, luego lo edite, lo acomode, entonces lo iba a subir, luego me dio pereza, luego no lo hice y lo modifique, luego le aumente en fin.

Sé que ustedes esperaban ya la limonada en este capitulo, pero sería una pena que alguien...No hubiera escrito aun eso...

Es que vamos no puede ser todo un mete y saca al fundamento de Tony ,sin fundamentos.

DEBÍA HABER ROMANCE, Y DRAMA, Y POESÍA

Debían haber emociones y comedia, nunca pierdo de vista la comedia, cuando es inesperada. ESO SI TAMPOCO SOY WATITI PASANDOME DE LANZA CON LA COMEDIA Y LANZANDO VÓMITOS DE UNICORNIOS.

Y debía haber erotismo por que no escribo porno, no señor si usted busca porno, doble la esquina y vaya a su puesto de revistas a buscar su hentai.

Bueno ahora sí el capitulo, con mucho, pero mucho amor y que espero que lo disfruten tanto como la imagen del cap, y es que eso si que es un culo señores.

Ups, creo que sigo febril, mis globulitos blancos y mis celulitas tdh4 siguen peliando n.n

Ahora sí.


Amalgama.


Dolor, agonía, desesperación. Eso era lo que sentía en esos momentos. Su cuerpo siendo en ese instante su peor enemigo. Y le miraba con suplica y añoranza a la vez, con el horror dibujado en su mirada. Querría ir por él, tumbarlo en el helado manto de nieve y poseerlo sin control, con total desenfreno, dejar al instinto y la necesidad abrirse paso y engullirlo de un solo bocado. Pero no, su mente aun le hacía quedarse quieto, estático en su punto fijo. Jadeando con fuerza y salivando a la par, sus colmillos clavándose con fuerza en sus carnosos labios. Detenido, quieto, casi inerte, pero sintiendo miles de sacudidas dolorosas por todo el cuerpo. El hombre y el lobo peleando a la par, el miedo, el temor a lastimar a lo que más amaba, y la necesidad de tomar lo que sabía suyo y necesitaba para calmar el dolor de sus ijares.

El fuego le recorría por todo el cuerpo, candente lava en vez de sangre. Sus células se sentían al borde, a punto de explotar ante tanta presión y su corazón latía desbocado. De pronto sintió que le faltaba el aire, no era capaz de respirar de forma correcta, su mente se iba perdiendo eslabón a eslabón y es que, en parte, el hombre, Stephen, era ya más instintivo que mental, era más funcional de esa forma, pero su instinto también era proteger a Tony, como en ese momento, su instinto era tomar a Tony.

Maldito necio, terco, estúpido, caprichoso, irresponsable....

¡Y joder como lo amaba!

Por qué entendía que Tony, estaba allí por él, que estaba allí para ayudarlo, para calmarlo, entregándose todo, porque así era él, noble, amable, dulce, gentil, tierno. No entendía por qué el mundo lo juzgaba como un egoísta. Era todo lo contrario. Ojalá y fuese un egoísta, estaría a salvo, a salvo de él, quien se había jurado no lastimarlo, pero en ese momento...

El castaño caminaba hacia él acercándose, y él seguía inmerso en esa estática queriendo así protegerlo, pero de que le serviría quedarse así quieto, forzándose a sí mismo a no moverse para no atacarle, si el pequeño iba por su propio pie a su destrucción.

Le había pedido que se alejara, pero el genio le hizo caso omiso y con una sonrisa tierna y los brazos extendidos se acercaban a él. No pudo moverse, se dijo que entonces lo mejor sería huir de él, correr tan rápido como pudiera para poner distancia entre ambos, pero su cuerpo no lo permitió. Su lobo a sabiendas que se acercaba su jugoso filete, esta vez se plantó con fuerza en el suelo y él sólo pudo ver llegar a su amado a su destino. Tony, su Tony, sonrisa tierna y aroma de ensueño. Mezcla de café caliente con un toque de canela, almendra y miel, no, rema irlandesa. Delicioso, lo necesitaba, quería verlo todo, quería sentir como le calentaba el alma congelada. Se dejó ir, permitió el abrazo, lo correspondió, Hundió el rostro en el cuello del menor aspirando su aroma, tomando su calidez. Y ocurrió. Lo mordió.

DespersonalizaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora