Nuevo amor para el inmortal

Capítulo 6: El orgulloso Escanor

-¿Tú? ¿Cómo nos has encontrado?

-Cuando volví al Bosque de las Hadas, vi que Elaine no estaba en su tumba, así que fui en su busca.

Elaine estaba cara a cara con King, su hermano y Rey de las Hadas.

Ella empezó a atacarlo con varios ataques oscuros, mientras Ban se encargaba de Galand y Melascula.

-Bueno, es hora de saldar un poco las cuentas.

El zorro codicioso empezó a hacer una ráfaga de ataques que dejaban perplejos a los demonios.

-¡Fox Hunt!-gritó y dejó muy malherido a Galand.

-¿Cómo es que un humano sea tan fuerte?

Fue a por Melascula, pero esta envolvió a Ban en una especie de esfera, dispuesta a comerse su alma, pero en el proceso, Zhivago se interpuso entre ellos y fue su alma la devorada.

Con Ban inmóvil, la demonio pensó que había ganado, pero se equivocaba, ya que Ban le lanzó un poderoso ataque que la derribó.

-Ahora solo queda Elaine-admitió Ban.

Pero King la estaba manteniendo a raya.

-Marchaos, rápido-dijo-No sé cuanto tiempo la podré retener.

Con un poco de dificultad, Jericho se levantó y salió corriendo junto a Ban, pero Elaine no había dicho su última palabra; y lanzó un poderoso ataque que iba directo hacia Jericho, pero fue Ban quién lo recibió.

-¡Ban!-gritó la caballero-¡Resiste!

Ella no tuvo más remedio que cargar con él hasta escapar de allí. Corrió y corrió hasta que llegó a una cueva donde estaba escondida una taberna.

-¡Por favor, ayuda!-gritó.

De pronto salió un hombre flaco que tenía bigote y gafas y se asustó .

-¿Qui...quienes sois?

-¿Pu...puede curarnos?-preguntó Jericho al borde del desmayo.

Cuando el hombre miró a Ban, se quedó asombrado y dijo:

-T...tú eres...

El tabernero atendió las heridas de ambos y les dejó descansar aquí, con la condición de que se marchasen mañana. Mientras Jericho descansaba, Ban se reunió con su antiguo camarada, Escanor.

-Hacía tiempo que no nos veíamos-dijo Ban-Veo que tienes tu propia taberna.

-Si, es un pequeño negocio que tengo.¿Cómo están los demás?

-Están todos bien, respirando un poco de paz, creo...

-Deberías descansar e iros por la mañana-añadió Escanor-No quiero que los demonios descubran este sitio.

-Yo ya estoy casi recuperado, pero ella...

De pronto, se oyeron las voces de Galand y Melascula, quienes discutían con Elaine.

-O sea, que nos ha tocado hacer de niñeras-dijo Galand malhumorado.

-No pienso aceptar que Ban se quede con esa harpía, la mataré con mis propias manos.

-Cariño-dijo Melascula-Sabes que puedes hacer con esa humana lo que quieras, pero nosotros también queremos divertirnos un rato.

-Eso-dijo Galand.

-¿Puedo ayudarles?-preguntó Escanor saliendo a atenderles.

-Si, estamos buscando al Pecado de la Codicia y a una humana que venía con él,¿los ha visto?

-Solo soy un humilde tabernero, no tengo demasiados clientes.

Escanor miró a Elaine, quien tenía una mirada asesina.

-No he visto a nadie-respondió Escanor.

-Que rollo, yo que quería jugar-dijo Galand y golpeó a Escanor.

Esa noche, los demonios se la pasaron bebiendo alcohol, mientras Elaine los regañaba por no estar buscando a Ban. Mientras, él permanecía escondido protegiendo a Jericho.

Cuando amaneció, Ban quiso marcharse de allí, pero Elaine lo detectó y llamó la atención de los demonios.

-Vaya, así que estabais aquí-dijo Elaine-Ban, aún no me has respondido.

-No responderé a la Elaine actual, que vuelva la amable y hablaremos.

-Esa ya está muerta, así es como soy ahora.

Galand le lanzó un ataque y Ban lo esquivó bien, pero aún tenía cargada a Jericho, por lo que no podía pelear bien.

Los demonios se prepararon para atacar, pero una voz les interrumpió.

-Disculpen, pero, ¿no creen que es injusto atacar a alguien que está herido?

De los escombros, se levantó Escanor como si nada, haciendo que los demonios se quedaran atónitos.

-Has tardado lo tuyo,¿eh?

Escanor cogió su hacha y la puso enfrente de sus oponentes.

-¿Serían tan amables de invitarme a la fiesta?