Epílogo: Seamos felices mientras podamos

2.2K 129 73
                                    

Jericho decidió quedar con Ban en su casa para enseñarle el modelito que se había comprado en el pueblo mientras pasó el día con él y su hermana. Hizo la comida y se preparó para su chico.

Pero Ban no vino solo, sino que trajo a Killian. A Jericho no le importó que estuviera su hermana mientras no entorpezca su velada con Ban.

-Está todo muy rico, onee-chan-dijo Killian con una sonrisa.

-Y qué guapa te has puesto-asintió Ban-No te he visto con esa ropa.

-E...es la que compré el otro día-titubeó ella y se levantó-¿E...estoy guapa?

Ban asintió y Jericho suspiró aliviada y también se sonrojó.

-Que roja te has puesto, onee-chan-rió Killian.

-Killian, me gustaría estar un rato a solas con Jericho-dijo Ban.

-Entiendo-asintió la niña-Os dejaré solos, parejita.

Cuando terminaron de comer, Killian se despidió de ellos y quedó con unos niños para dar un paseo.

-Por fin solos-dijo Jericho.

Ban cogió a Jericho de la barbilla y la besó fuertemente.

-Ban-titubeó la chica-No es por quitarnos el morbo pero,¿lo hiciste con Elaine?

-No-respondió él-Murió antes de que hiciéramos nada.

-Estupendo, entonces somos vírgenes los dos.

Jericho se levantó del sofá y fue hasta su habitación. Ban la paró en seco y la agarró de la cintura.

-Hagamos locuras mientras podamos, antes de meternos en otra guerra.

-S...si, Ban, ha...hazme el amor.

Sin pensarlo dos veces, Ban tiró a Jericho a la cama y empezó a besarla por todo su cuerpo. Jericho se soltó el pelo y dejó que Ban la desnudase. Cuando la chica estaba en ropa interior, Ban se lanzó a lamer el cuerpo de su amada.

B...Ban-gimoteó la caballero.

Ban la sentó en su regazo y le quitó la ropa interior; ésta se tapó con las manos y quiso gritar, pero cuando miró a Ban sonreír, se calmó y dejó que la mirara.

-¿Aún te avergüenza enseñar tu cuerpo?-preguntó Ban.

-Cá...Cállate -dijo Jericho.

-Sé que soy inexperto, pero voy a hacerte el amor.

Jericho tocó el cuerpo musculoso de Ban y lo besó sin parar, querían sentirse uno.

-T...te amo, Ban-dijo ella entre besos.

-Yo también, Jericho.

Ban empezó a manosear a su chica y la sentó encima de su miembro viril.

-¿Preparada?-preguntó él con una sonrisa.

-Adelante.

Y empezaron a hacerlo. Jericho se abrazó al cuello de Ban y disfrutó de la experiencia. Jericho gimoteaba mientras era embestida con delicadeza por Ban.

-B...Ban, se...siente bien, si...sigue...

Ban seguía desvirgando a Jericho y se tumbaron a la cama haciendo el misionero. Las embestidas de Ban eran cada vez más despacio, porque no quería que Jericho sufriese de dolor, quería hacerla gozar.

Jericho gritó y tuvo su primer orgasmo, pero la diversión no acababa; Jericho agarró con la mano el pene y lo manoseó para llevárselo a la boca.

-Ya veo por donde vas-rió Ban.

Jericho se lo metió en la boca e hizo su primer trabajo bucal, mientras Ban expulsaba su líquido blanco para satisfacerla. Cuando Ban se corrió dentro de la boca de Jericho, éste la volvió a coger por la cintura y preguntó:

-¿Lista para la segunda ronda?

Ella sonrió y lo hicieron de nuevo. Jericho volvió a gemir y a aferrarse fuertemente a Ban.

-¿Te gusta eso?-preguntó Ban.

-S...si...-respondió la caballero entre gemidos-Da...dame más.

Cuando los dos estaban a punto de culminar, alguien les interrumpió.

-Vaya, perdón perdón.

-¿Ki...Killian?-gritó asombrada Jericho.

Ban sonrió y terminó rápidamente, haciendo que Jericho tuviera un orgasmo enfrente de Killian.

-Que guarretes que sois-rió Killian y cerró la puerta.

Jericho se apartó rápidamente y se llevó las manos a la cara.

-Que vergüenza-dijo Jericho-Nuestra hermana nos ha visto haciendo el amor.

-No pasa nada, que vea lo que le espera en un futuro.

-Vamos a ir a hablar con ella-concluyó Jericho y se vistieron.

Cuando salieron de la habitación, la pareja pidió disculpas a Killian por su espectáculo.

-No pasa nada, onee-chan, no vi casi nada.

Killian abrazó a su hermana y la besó en la frente.

-Te quiero mucho, onee-chan.

-Y yo a ti, Killian-dijo Jericho con una sonrisa.

-Me alegra mucho de que seáis mis hermanos, Ban-nii y Jericho-nee.

Ban también abrazó a Killian y Jericho se unió al abrazo.

-De verdad que si parecemos una familia-dijo Ban.

Los tres rieron y Ban se encargó hoy de hacer la cena.

-Ban, Killian,¿por qué no os quedáis a dormir hoy aquí?-preguntó Jericho.

Los dos asintieron y la caballero se alegró de ya no estar sola desde que murió su hermano.

-Gracias Ban, por hacerme feliz-dijo Jericho.

-Y gracias a ti por quererme y apoyarme-contestó Ban-Seamos felices mientras podamos.

-Si,  y nos protegeremos el uno al otro cuando estemos en guerra.

Y así, la pareja disfrutó de unos meses maravillosos en paz, hasta la vuelta de los Mandamientos.

Fin

Nuevo amor para el inmortalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora