Capítulo 3: ¿Le amo?

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-¿Tenías una hermana, Ban?

-No era mi hermana de sangre, pero era como si lo fuera.

-Ya...¿que tienes pensado hacer hoy?

El la miró un poco desconcertado y preguntó que a qué se refería.

-Ya...ya sabes, co...con lo de Elaine...

-La verdad es que no lo sé, he de reconocer que ahora mismo estoy perdido.

-No...no me importaría ayudarte...

-No te molestes, no la necesito.

-Insisto, quiero ayudarte-insistía la chica.

Ban solo suspiró y la dijo que adelante. Jericho empezó a moverse en el ámbito del amor, puesto que Guila le había dado varios consejos de amor mientras estaba con Gowther.

Pero a la vez se preguntaba si lo amaba de verdad, o solo sería una amante hasta que Elaine reviva, y eso puede mosquearla un montón.

-Tal vez deba decirle que me gusta, pero,¿y si me rechaza? Sé que le estoy ayudando, pero es verle pensar en otra, me pone celosa. Qui...quiero decir que...él me salvó la vida y me enamoré de él después de lo ocurrido. Es llamado Ban el Bandido y... me...me ha robado el corazón...

-¿Qué murmuras?-preguntó Ban.

-Na...nada, no es nada...

-Entonces no sé a que esperas para ayudarme.

Ella se puso en marcha junto a él y por azares del destino, acabaron perdidos en un bosque.

-Esto no me gusta-dijo Ban molesto.

-¿Por qué lo dices?-preguntó Jericho.

-Este bosque es conocido como el Bosque Laberinto, puedes entrar, pero ingeniatelas para salir.

Ban le tomó de la mano a Jericho y decidieron volver por habían venido, pero todo era muy espeso y dificultaba la movilidad.

-Tsk-gruñó Ban-Si hubiera estado más atento, no tendríamos que estar aquí.

Jericho al parecer no reaccionaba, ya que él la tenía agarrada del brazo, algo que no había hecho nunca, estaba como ida.

-Oye mujer, no te desmayes ahora. ¿Qué clase de Caballero Sagrado eres, que te desmayas por una tontería como esta?

Jericho no se desmayó por estar perdida, no; se desmayó por la acción que Ban estaba haciendo, Ban tomó medidas drásticas y la abofeteó repetidas veces hasta que reaccionó.

-Au,¿a qué ha venido eso?

-No reaccionabas y pensé en un modo de que volvieras. ¿Estás bien? Tienes la cara roja.

Jericho se dio cuenta y apartó la mirada, cuando divisó una tenue luz del exterior. Ambos consiguieron salir sanos y salvos y tomaron un poco de aire para recuperarse de la carrera.

-Eh Jericho-la llamó Ban.

-¿Si?-preguntó ella.

-Te doy las gracias por encontrar la salida, ya parecía que nos íbamos a quedar una eternidad ahí dentro.

A Jericho le empezó a latir el corazón y se desmayó otra vez.

-¿Es en serio?-preguntó Ban-Cielos, esta mujer no me da más que problemas.

Cuando ella despertó, ya era por la tarde y sintió un paño húmedo en su cabeza y un olor rico que venía de cerca.

-¿Ya has despertado?

Cuando dirigió su mirada, vio como Ban le tendía un trozo de carne de un jabalí que él mismo había cazado.

-Debes tener hambre, come.

Jericho cogió el trozo y empezó a comer mientras se sonrojaba y veía a Ban comerse varios trozos a la vez.

-No hay duda-pensó la Caballero Sagrado-Ban me ha robado el corazón; le amo.

Nuevo amor para el inmortalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora