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Artemisa camino bastante en el bosque, a un lugar donde solo ella sabia ir,  en el que solía pasar el tiempo que ella había echo, tenia arboles muy grandes con sogas colgando, había una hamaca donde te podías acostar, el pasto era corto, los arbustos bien cuidados, uno de los arboles tenía como una escalera y de él podías escalar a la cima de su copa,  era el lugar favorito de Artemisa.

 Se hacia tarde y ella tenia que volver, sintió un ruido algo bastante extraño y se detuvo para ver lo que era, miro para todos lados y espero, sintió una presencia atrás de ella, saco su cuchillo de bota y en un rápido movimiento tomo a lo que tenia atrás de ella para apuntarlo al cuello, pero al darse cuenta solo era una serpiente, una boa;la soltó y la boa se fue.


Artemisa estaba un poco asustada ya que ella había visto algo más en esa serpiente. Salio del bosque y llegó a la aldea ya era de noche y todos habían puesto la antorchas y estaban en sus casas. 

Artemisa llego a su casa y la Nana Margo la estaba esperando para presentarle a alguien. 

-Artemisa mírate estas desprolija anda y cámbiate ponte bonita que tenemos un invitado - regañándola; ella hizo caso a lo que su nana le estaba diciendo, se sentó  y miro al hombre que estaba sentado en la punta de la mesa, el levanto la mirada para verla aun mejor y Artemisa movió el plato de metal hacia la luz haciendo que le de el reflejo, ella rió divertida mientras veía como el se refregaba los ojos; la Nana Margo la miro con pocos ánimos, un poco enojada. 

Margo sirvió la comida y un poco de vino, es bueno poder sentirme en familia nuevamente Margo - dijo el invitado, bueno solo somos mi hija y yo, acá en esta pequeña e humilde casa puedes venir cuando tu quieras. 

¿como es tu nombre? - soltó Artemisa - no se quien eres ya que tampoco hemos peleado juntos, no te e visto en la aldea y conozco a todos y donde viven - dijo Artemisa con un tono un tanto seco. 

-Vengo del bosque - ella abrió los ojos en grande y miro a su Nana; pero nunca e entrado en el, ni e salido, solo que a unos kilómetros de aquí hay un camino donde te lleva a un pequeño pueblo, es pasando sus cosechas, hemos estado comunicados hace mucho tiempo.

-Si, eso lo sabia, solo que por miedo a ese pequeño camino nadie se va al pueblo y nadie viene a la aldea- dijo Artemisa; -yo si, eh creído que el miedo esta en uno y lo podemos superar-. 

Artemisa se levanto de la mesa y salio, se colgó de una rama para poder subir al techo y recostarse en su cama; le gustaba mucho el aire libre, si llovía, tenia como cubrirse, se ingeniaba mucho para poder tenerlo. 


El DragonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora